Milagro.
Tres semanas después...
La principal idea de salir con Derek Hale era la de cenar a solas en la casa de alguno de los dos, besarse en cada ocasión que podían y tener sexo en algún lugar donde nadie pudiera verlos. Sin embargo y a pesar de que era misterioso, serio y muy amargado cuando lo sacaba de sus casillas por sus cabezonerías; resultaba ser muy noble, respetuoso, generoso y algo romántico. Cuando coincidían después del trabajo, lograba mantener una conversación seria con él, y éste le contaba cosas interesantes de su vida y parecía mucho más relajado que aquella vez en el bar, donde se molestó tanto al ver que sanaba demasiado rápido.
Stiles no se quedaba atrás, le encantaba que Derek escuchara todas y cada una de las locuras y anécdotas que le narraba. La embriagadora adrenalina que recorría su cuerpo al ver el interés del moreno en él no tenía precio. Después de todo, la relación iba viento en popa y Stilinski sentía que las cosas estaban perfecta tal y como estaban. Aunque no podía negar que le hubiese encantado que los momentos intensos entre ellos fueran más constantes, había momentos en que el mayor se le quedaba viendo con una mirada indescifrable pero sensual, provocaba una tensión increíblemente palpable y que fácilmente podría cortarlo con tijera para terminar por devorarse a besos como lo habían hecho una vez. Definitivamente el ojiverde era el indicado.
En lo que a lo sobrenatural concierne, ya no se había vuelto a preocupar de estar persistentemente atento por lo que pasaba a su alrededor. Ahora lograba salir de su casa a altas horas de la noche para tomar aire o dormir con la ventana abierta como acostumbraba. Creía que se había librado de ese tema.
Ese día le tocaba estar cerca del puesto de Derek, pero para su desgracia, en el bar no se encontraba él, si no sus mejores amigos Theo y Scott. Éste último llevaba trabajando allí ya hacía una semana, diariamente. Como la temporada de frío estaba acabando, los turistas atestaban la playa y el bar se llenaba. A todos les venía bien el trabajo.
En un momento dado, unos gritos en la orilla del mar llamaron su atención y se quitó las gafas de sol a toda velocidad, para bajar de la butaca, tomar su torpedo y correr mar adentro hacia donde una persona parecía estar pidiendo auxilio, en el limite permitido... bastante alejado.
Nadó ágilmente hasta donde se encontraba un chico de unos veinte años o tal vez menos, ya casi inconsciente por haber tragado tanta agua y de inmediato lo sacó hasta la costa, donde finalmente se desvaneció, lo colocó como debía y comenzó a practicarle la reanimación cardiopulmonar. Empezó de forma tranquila ya que estaba acostumbrado a hacer ese ejercicio, tenía que lidiar con ello, por lo menos una vez al día.
La gente empezaba a juntarse para ver la escena y por un instante le pareció haber escuchado la voz de Derek, sin dejar de hacerle RCP llevó la vista hacia la derecha y efectivamente estaba allí, pero por desgracia dejó de importar cuando el chico que había sacado de agua no parecía responder. De inmediato le tapó la nariz como correspondía y unió sus labios con los del desconocido, haciéndole respiración boca a boca y volvía a presionarle el pecho intercaladamente.
Los segundos se volvían eternos y al chico de pelos azabaches y húmedo se le escapaba la vida poco a poco. A su alrededor escuchaba los comentarios preocupados de los conocidos del muchacho y entre ellos a Theo y Scott. Intentó salvarlo unos momentos más, oyendo que la gente llamaban a la ambulancia, pero tristemente la persona ya había fallecido.
Nunca en los años que llevaba trabajando así le había dolido tanto que una vida, la de un bonito jovencito se fuera tan rápido, alguien quien de seguro tenía un gran futuro por delante. Derek se acercó y se arrodilló a su lado con preocupación, emocionado por lo que acababa de ver, y cuando creyó que todo estaba perdido, éste le tocó la espalda y le miró a los ojos.
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Insoportable amor | Sterek & Thiam |
Fanfiction>>Historia Finalizada<< Derek se mudó a Los Ángeles con su hermano menor, Liam, en busca de un nuevo aire. Jamás imaginaron que en Malibú conocerían a Stiles y Theo. Un par de mejores amigos humanos que así como eran irresistibles, podrían llegar a...