Fiesta.
Luego de caminar unas calles con tranquilidad hasta llegar a la casa donde residía con sus hermanos, Derek se había tomado una ducha en completa harmonía para posteriormente tirarse en el sofá y leer uno de sus libros favoritos. La actitud engreída, irritante, soberbia e insoportable de aquel peculiar amigo de Cora lo había puesto un poco de mal humor; por eso había decidido dejarlos y regresarse para estar con su soledad en casa. Era demasiado extraño lo que sentía al escucharle que por un segundo se espantó. Jamás, en sus veintisiete años su lobo se había revuelto tanto en su interior, a tal punto de querer aullar para desahogarse, además de todo, en plena luz del día.
No podía negar que aquel muchachito castaño era atractivo. Después de todo para su familia o para su raza no habían preferencias especificas. Siempre se dejaban llevar por sus instintos lobunos a la hora de buscar pareja. Pero ciertamente, él nunca le dio mucho interés a esas cosas, y hoy en día seguía con el mismo pensamiento. Él vivía para aprender cosas de lobos y llegar a ser un Alpha ejemplar.
Luego estaba Liam. Su hermano menor era todo para él. Desde él día que llegó a casa, dos días después de haber nacido, lo cargó entre sus brazos, de la misma forma que lo hizo con Cora. A sus diez años nació en él un sentimiento de hermandad que hasta la fecha no se había roto con el rubio y gracias a su cercanía con él, se había dado cuenta de que también podrían llegar a gustarle los chicos. Es que cuando Liam había cumplido trece años, le había pedido al moreno un minuto a solas, lejos de sus hermanas para poder contarle una cosa, y extrañado por el secretismo, Derek lo aceptó y escuchó a su hermanito. Éste le había confesado estar enamorado de alguien en la escuela, y al enterarse de que era nada más ni nada menos que otro niño, lejos de sorprenderle, le enterneció apreciar esa confianza que le tenía. Y así de un día para otro, Derek Hale había perdido en interés en las chica, encontrando muchísimo más interés en los hombres.
Aunque al fin y al cabo, jamás había estado enamorado de absolutamente nadie. Por el momento.
No se había dado cuenta de cuanto tiempo había pasado desde que estaba tirado en el sofá, que se había quedado profundamente dormido, hasta que su tono de Whatsapp comenzó a sonar repentinamente. Al despertar de sopetón dio un pequeño saltito dejando caer su libro al piso y poder ver el mensaje. Extrañado, puesto que sus hermanos no eran de enviarle mensajes, además de que era un teléfono nuevo ya que nunca se llevó bien con la tecnología, bajó la cortinita de la pantalla para ver la notificación y encontrar un texto de un numero desconocido.
"Vendrás a mi casa esta noche, ¿no?" Leyó que decía, arrugando el ceño. Por un instante comenzó a teclear un "¿Quién eres?" por simple rutina, pero la foto de Stiles junto a otro chico un poco más bajo que él, se le hacía más que obvio. Estuvo a punto de bloquear el teléfono y por inercia abrió la foto de perfil para contemplarlo mejor, quedándose unos cuantos segundos mirándole con atención.
La idea era quedarse en casa y disfrutar de la soledad, leer otro libro o mirar una película después de pedir pizza. Pero sabiendo que Liam no iba a aceptar quedarse en casa, decidió que sí iría para mantener a su hermano vigilado y que nadie intentase aprovecharse de él en una fiesta de grandes.
De pronto se preguntó el porqué de tomarse la molestia de invitarlo por privado o de haberse molestado en pedir su número a Cora para invitarlo si ni siquiera lo conocía. Además de que se suponía que estaba trabajando; hasta que miró hacia la ventana, notando que el sol ya se había metido y estaba más oscuro que claro.
Entonces recordó la forma tan hostil y amarga en la que le había tratado antes de volverse a casa. Era fácil suponer que el chico aquel solo intentaba ser agradable. Y si le había preguntado de manera tan amable, lo que menos podía hacer era estar presente unos minutos y ser visto en la dichosa fiesta.
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Insoportable amor | Sterek & Thiam |
Fanfic>>Historia Finalizada<< Derek se mudó a Los Ángeles con su hermano menor, Liam, en busca de un nuevo aire. Jamás imaginaron que en Malibú conocerían a Stiles y Theo. Un par de mejores amigos humanos que así como eran irresistibles, podrían llegar a...