Capítulo 10

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Trato.

Los cinco días de ser tutor de Liam Hale habían llegado a su final y solo dos de esos fueron en los que Theo estuvo presente. El hombre lobo rubio, después de aquella noche, luego del "no beso" que se dieron mientras hacían las pizzas, le había dado la oportunidad de ser su guía después de haberle fallado la primera vez, pero solo cumplió con su trabajo los últimos dos días, jueves y viernes. No es que Theo se hubiese olvidado, o simplemente no quiso, sino que con su puesto en el bar, donde compartía con Derek, le daba mucho labor y no le alcanzaba el tiempo, y por fortuna, eso Liam lo sabía perfectamente y no le hacía ninguna especie de problema. Con bastante suerte, sus nuevos amigos eran muy pacientes con él y a pesar de tener la mayoría de las clases separadas, le daban algunas indicaciones del cual solo tenía que tener memoria y recordarlas. O esa fue la explicación que le dio Liam.

Para Theo aquello resultaba un verdadero fastidio ya que quería pasar más tiempo con Liam y la escuela era la mejor excusa. Pero ahora que el tiempo acabó el malhumor lo tenía gruñendo a todas horas, tal y como Liam gruñía cuando él le hacía alguna broma. Lo peor de todo era que aquella tentadora y divertida tensión que había entre ambos no se volvió a presentar y Liam no mostraba ninguna especie de interés en él. Salvo las veces que se le quedaba viendo con extrema atención; como analizándolo, pero nada más. Ni siquiera cuando se quedaban a solas.

Ese viernes se le ocurrió algo muy fácil. Ir a casa de Liam y ofrecerle algo justo y lógico. Pero rogaba que Derek no estuviera en la casa ya que iba a descubrir que su única intención era conquistar a Liam. Aunque dudaba mucho que no estuviese ya que según le dijo el rubio, su hermano mayor se encargó de ir a buscarle al instituto, y ese día ninguno de los dos trabajaba en el bar de la playa.

Luego de aparcar la moto y llamar la atención de todos en el vecindario con su escandalosa alarma de bloqueo, caminó hasta la puerta de la residencia, esperando a que nadie de ahí dentro le haya dado importancia al ruido y golpeó suavemente con sus nudillos. No pasó ni dos segundos para que el pomo de la puerta girara y que apareciera Derek en la entrada; luciendo enojado como siempre pero bastante bien vestido. Llevaba puesto un pantalón de vaquero color azul marino y una camisa lisa con cuello redondo, oliendo a un perfume masculino muy fuerte pero agradable.

No es que Derek se vistiera mal, ni mucho menos, pero ahora que lo veía así de arreglado, podía admitir que no solo Liam era precioso, sino que esa belleza definitivamente la habían heredado todos los Hales, porque hasta Cora se le hacía muy bonita por más gay que fuera o quisiera ser.

No supo el tiempo exacto en que se le quedó contemplando al moreno hasta que éste elevó las cejas en espera a que dijera algo. Al parecer Derek no tenía intenciones de decir nada. Fue ahí cuando cayó en la cuenta de que Derek parecía estar por salir, cosa que le parecía de lo mejor. Pero también cabía la posibilidad de que el pequeño rubio iba a acompañarlo. Entonces tragó en seco algo nervioso.

- Derek, yo... - volvió a tragar con dificultad en el momento en que el mayor frunció el entrecejo al escucharlo hablar. - Busco a Liam. - resumió, tratando de verse relajado.

Por su parte, el lobo escuchó el subidón de pulso y el corazón bombeando a mil por horas dentro del pecho del chico ni bien comenzó a hablar y no pudo evitar sonreír levemente, logrando así darle un poco de confianza al mismo, viendo que la tranquilidad de su cuerpo fue muy notoria.

- Está en su cuarto. - contestó y se quitó del camino, indicando que podía pasar, pero el humano no pareció captarlo. Simplemente asintió como si estuviera esperando a que fuera por su hermano.

- Amm... - reaccionó al fin. - Si van a salir, creo que vendré mañana. -

Derek entendió que se refería claramente al atuendo que llevaba puesto y volvió a elevar las cejas. - No iremos a ninguna parte. Yo me quedaré aquí. - aclaró demás lo último como señal de advertencia, dejándole claro que él estaría al pendiente de cualquier cosa que pasara en su casa... o algo por estilo. Y el terror que sacudió el cuerpo el humano, llegó hasta sus fosas nasales, haciéndole sentir demasiado bien.

Insoportable amor | Sterek & Thiam |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora