Una buena escusa.
Stiles mejoraba a pasos lentos conforme pasaban las semanas. Con ayuda de Derek, Sam y Dean, sus escapadas a la reserva detrás de golf, iban viento en popa. Asumir su nueva naturaleza y las molestas habilidades que tenía, le dificultaba pero intentaba dar lo mejor de sí para dominarlos, o al menos que sus poderes no lo dominaran a él.
Desde el comienzo le sofocaban las exigencias de los mayores pero lograba seguir con el entrenamiento manteniendo la idea de que absolutamente todo era por su bien. Lo único que le hacía rabiar debido a que tenía que alzar la voz para que se detuvieran, era que Dean y su novio chispeaban ante el mínimo roce.
No es que se llevaran mal la mayor parte del tiempo. Es más; cuando Stiles no estaba cerca, hablaban de cosas interesantes, hacían comentarios banales de la situación y se rían de ello, o se contaban cosas acerca de sus vidas antes de vivir allí, y se entendían. Sin embargo parecían competir entre ellos cuando Stiles era en motivo de la charla o estaba presente.
Derek solía mostrarse altanero, desafiante y se rozaba a propósito con su novio con tal de dejarle claro que era suyo a cualquiera que lo mirara, mientras que Dean se mostraba fuerte, confiado y sensual cada vez que se dirigía a hablarle al menor. Era una contante guerra silenciosa entre el rubio y el moreno, solo con malas miradas, ceños fruncidos y suspiros.
El lobo mayor de los Hale se desplomó con todo el peso de su cuerpo sobre el sofá. Resollaba exhausto y estaba sudando exageradamente mucho mientras cerraba los ojos y dejaba la boca entreabierta para tomar aire.
Con Stiles, habían salido a correr y desde las ocho de la mañana no pararon. Era casi mediodía.
- Toma un poco de agua, idiota. No te me vayas a morir en el sofá. - molestó en chico, haciendo unos estiramientos de sus piernas.
- Es mi sofá y me muero donde se me da la gana. - resongó con los ojos apenas abiertos.
Stiles se rió negando con la cabeza y se peinó, hacía atrás, el pelo que le caía sobre los ojos. - ¿Te traigo un poco de zanahoria o lechuga? ¿Algo? - inquirió agarrando la botella de agua de la mochila.
No entendiendo y de forma inquisitiva frunció el ceño, observándolo un rato. Hasta que cerró la boca y le mostró el dedo del medio molesto, quitándole el agua de la mano y bebiéndose la botella completa.
- ¡Oye! - mientras sacaba otra botella y le hacía seña para que le diera espacio en el sofá, Stiles miraba a Derek con una sonrisa divertida. - No fue para tanto. ¿En serio estás tan cansado o lo haces para hacerme sentir mal? Porque lo estás logrando. - aventuró acariciando su pierna, sugerente.
- Cinco horas, Stiles. ¡Cinco horas! - reclamaba poniendo sus cinco dedos frente a la cara del otro. - Nunca en la vida corrí tanto. ¿Cómo esperas que esté? Y tú apenas luces cansado. -
- Está bien, lo siento. La próxima correremos menos. Lo prometo. -
- Dudo que haya próxima contigo. -
El castaño le dio un pequeño golpe en el brazo. - No seas malo. Sabes que necesito agotar energía de alguna forma o voy a enloquecer. -
- Bromeo. - apaciguó el mayor sonriendo y hablándole despacio, doblándose hacía adelante para besarle castamente sus húmedos labios. - ¿Sabías que hay otras maneras más divertidas de agotar energía? - le susurró al oído, dejando otro beso corto debajo de su oreja. - Más excitante y que nos beneficia a ambos. -
El otro no se pensó dos veces el subirse a horcajadas sobre Derek mientras posaba las manos en sus pectorales marcados bajo la camisa sudada. - Creo que te entiendo. Me agrada la idea. -
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Insoportable amor | Sterek & Thiam |
Fanfic>>Historia Finalizada<< Derek se mudó a Los Ángeles con su hermano menor, Liam, en busca de un nuevo aire. Jamás imaginaron que en Malibú conocerían a Stiles y Theo. Un par de mejores amigos humanos que así como eran irresistibles, podrían llegar a...