Capítulo 17

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Revelación: como superhéroe.

Sentía la brisa y el olor del mar acarciar sus fauces en medio de la noche. El sonido de las olas y el agradable fresco de verano hacía que estar cubierto de pelos desde su hocico hasta el final de su cola fuera lo más perfecto de mundo. Convertirse en lobo completo de vez en cuando le subía el ánimo, le hacía sentir muy natural, en total libertad. Por eso cuando visitó Los Ángeles unos meses antes de mudarse allí escondió su ropa detrás de un arbusto y se transformó para recorrer la ciudad.

Cabe admitir que nunca se le ocurrió que aquel chico lleno de tristeza en sus ojos, que le acarició esa noche, iba a ser el mismo que ahora le volvía loco. Tres semanas habían pasado de la noche que durmió con Stiles después de haberse besado de forma tan candente, y por desgracia se cruzaron muy pocas veces en el trabajo y otras en la residencia Hale. Pero las pocas veces que estaban cerca, la tensión entre ellos era más que notoria, y Stiles soltaba un aroma a deseo sexual que a cualquier hombre lobo le provocaría ganas de reclamarlo como suyo.

Stiles definitivamente iba a ser suyo. Desde esa noche comenzó a tener horribles ganas de tenerlo en sus inmediaciones. Ya ni siquiera le importaba que el chico fuese un hombre lobo u otra cosa. Ahora solo quería protegerlo.

Con tranquilidad caminó en cuatro patas por la arena mojada, gimiendo como cachorro feliz cuando el agua le alcanzaba. Si en ese preciso momento estuviese en su forma humana, de seguro estaría sonriendo de oreja a oreja por estar pensando en que le vendría bien que alguien le lanzara un frisbee. Luego cumpliría ese sueño.

Un rato después volvió a ser un hombre y se colocó la ropa con cuidado de que nadie lo viera.

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Esa noche Stiles también necesitaba un poco de aire, pero en lugar de ir a la playa, decidió ir al cine sin compañía de nadie. El día había resultado muy cansador y no quería saber nada de la arena y el agua. Mientras más lejos del mar estuviera, mejor para él.

Al final la cura resultó peor que la enfermedad. Porque la película de terror que le llamó la atención terminó siendo horrible, típica, llena de clichés y demasiada predecible. En un momento hasta se arrepintió de no haber llamado a las chicas, a Theo o mejor a Derek, porque con él al menos se hubiera entretenido de otras formas.

Se fue caminando a casa pasada la media noche a pesar de tener dinero para el taxi. Pensaba que a pie iba a poder despejar su mente y llegaría a su hogar cansado y directamente a dormir.

Cuando estaba a unas calles cerca de la playa, por inercia volteo la cabeza hacia un costado y de soslayo creyó percatarse de que alguien estaba detrás de él. Volvió a girarse sin dejar de caminar y un sujeto con capucha y las manos en los bolsillos de su chaqueta estaba caminando apurado.

Un escalofrío recorrió por su espina dorsal al pensar que le estaba siguiendo y comenzó apresurarse para poder llegar a tiempo a casa. Giró dos veces más y ya no cabía sospecha, el tipo le quería atrapar y asaltarle, violarle o cualquier otra cosa. Y cuando no podía ser peor, giró de nuevo la cabeza, descubriendo que quien le seguía era la misma criatura de ojos azules brillantes que había entrado a su casa. Allí mismo empezó a correr desesperado, sintiendo que su corazón latía demasiado rápido y el miedo se apoderaba de todo se ser.

Vio su vida pasar frente a sus ojos cuando un rugido estruendoso le hizo parar en seco. Un sonido bestial, parecía un león, un monstruo. De seguro esa cosa iba a devorarlo allí mismo y nadie iba a verlo.

No supo de dónde sacó el valor pero apenas escuchó los zapatos del tipo acercarse, volvió a correr para meterse a una calle completamente vacía y oscura. Agradecía al universo que no fuera un callejón o hubiera batido récord en comida rápida.

Insoportable amor | Sterek & Thiam |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora