Temor.
Stiles no le había contado a nadie lo que pasó aquella noche de venida a casa. No había invitado a sus amigos a cenar ni iba con ellos para pasar el rato. Para evitar preocupación siempre ponía excusas como que le dolía la cabeza, de que andaba mareado, de que estaba resfriado o que simplemente estaba cansado de estar todo el día salvando vidas, cosa que preocupaba a sus amigos puesto que Stiles M. Stilinski jamás se quejaba ni mostraba fatiga por trabajar.
Pero esto nada más duró tres días hasta que por fin llamó a Theo.
El misterio resultaba ser que jamás estuvo enfermo ni tampoco se estaba escondiendo por miedo a lo que le pasó, sino que usó el tiempo sin los demás para hacer una investigación a fondo sobre lo que vio. Se escapaba constantemente para recorrer las bibliotecas de la ciudad, pasaba horas en internet, hasta tenía pensado, si fuera necesario, hacer un viaje para hablar con alguna persona que tenga conocimiento sobre los hombres lobo. Porque a eso había llegado; los hombres lobo existían y él tuvo la oportunidad de verlos en persona e incluso tocarlos. Y como si fuera poco querían que perteneciera en su manada, y el motivo era desconocido.
Tras escuchar el llamador de ángeles fuera de su casa, Stiles se acomodó en la silla mientras Theo entraba, éste dejó su bolso con ropa del gimnasio que acababa de usar en el suelo y se acercó a su amigo.
- Creí que estabas enojado conmigo, idiota. ¿Cómo estás? - le saludó, golpeando sus puños para agarrar la botella de agua que estaba en la mesa.
- No me quejo. - respondió alzando los hombros seguido de arrugar la nariz. - ¡Agh! ¡Apestas, Theo! -
Theo abrió mucho los ojos prácticamente ofendido, la cual se vio en la necesidad de levantar los brazos y olerse las axilas, pero para nada olía mal. Estaba sudado, sí, pero no tenía mal olor, más que el perfume y desodorante que llevaba encima.
- No huelo mal, imbécil. Huéleme y verás. - bromeó risueño acercándose al ojimiel, pero éste le empujó con cara de asco. - Sí que estás sensible, eh. ¿Seguro que estás bien? -
- Claro. - replicó, moviendo las manos, restando importancia. - Solo tengo que contarte algo que pasó aunque creas que enloquecí. -
- Soy de mente muy abierta, escupe. -
- Bueno, pero prométeme que no te reirás y me creerás. -
El de ojos azules resopló tomando un poco más de agua. - Lo prometo. Dime. -
- Como te habrás dado cuenta, no me junté con ustedes en estos días porque he estado investigando sobre algo que me ocurrió la otra noche que fui al cine... -
- Donde no fuiste capaz de llamarme e invitarme. Sí, lo recuerdo. -
Stiles asintió y continuó. - Bueno... esa noche me topé con algo mientras volvía aquí. Con... un hombre lobo. - musitó muy bajo y con algo de vergüenza, pero su amigo logró escucharlo perfectamente.
- ¿Estás seguro? - inquirió, sonriendo pero preocupado. Tal vez esa no tendría que haber sido su reacción ya que podría levantar sospechas, pero ¿por qué razón o por qué motivo uno de los Hale se mostraría así ante Stiles? Porque Liam le contó que los únicos hombres lobo en la ciudad, eran Derek, Cora y él. ¿Será que Derek andaba acechando al castaño? - ¿Por qué dices que fue un hombre lobo? ¿Qué es lo que investigaste? -
El castaño esperaba más sorpresa departe de su amigo, pero decidió no darle importancia a esa actitud ya que posiblemente solo quería burlarse. Aunque al fin y al cabo, él sabía perfectamente lo que vio. Lo único que quería, era compartir con alguien.
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Insoportable amor | Sterek & Thiam |
Fanfic>>Historia Finalizada<< Derek se mudó a Los Ángeles con su hermano menor, Liam, en busca de un nuevo aire. Jamás imaginaron que en Malibú conocerían a Stiles y Theo. Un par de mejores amigos humanos que así como eran irresistibles, podrían llegar a...