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- Esta gente es muy rara, Matt. - Sonrío al escuchar a Dom por el celular.

Hace tres días que se fue Dom a su travesía por Latinoamérica. Hace tres días que no ha dejado de hablar de lo extraño que son los Mexicanos.

- Pasan diciéndome Gringou, ¡¿que es eso, Matt?! - Estallo en carcajadas. - Me miran como si fuera la cosa más deseada del mundo; no es que no me guste, la verdad, ¡pero es tan raro!

- ¿ya comiste el taco?

- ¡Oh, sí, de eso te quería hablar! Es como probar el cielo, Matt. Es la cosa más rica que probé en mi vida.

- Tienes que traer algo cuando vuelvas.

- Te llevaré un sombrero mexicano, ¡son enormes!

- Pareces un niño en navidad.

- Deberías venir, Matt, este lugar es genial.

- Disfruta lo que te queda, Dom. - Veo a Susan entrar a mi oficina con apuro. - Me tengo que ir, hablamos otro día.

- Te quiero, bebé. - Cuelgo y miro a Susan expectante.

- Señor, la señorita Kiara Hobbs está aquí. - Frunzo el ceño.

- ¿para que o que? - Susan se encoje de hombros.

- Dice que quiere decirle algo, no me dijo qué.

¿la dejo pasar o le digo a mis guardias que la saquen de aquí?

- Dile que entre, pero no tengo mucho tiempo. - Miro el reloj, fijándome que casi es hora para buscar a Chloe.

- En seguida, señor. - Con eso se va y me débato en que su fue una buena idea hacerlo, o no. Creo que me voy a arrepentir de esto.

Sé que estoy jodido cuando Kiara entra con un vestido rojo que escasamente le cubre... casi nada. Camina hacia mi con sus tacones aguja también rojos y sus movimientos de cadera un poco exagerados.

¿que le pasa? Pareciera que tuviera Parkinson.

- Mathew. - Se sienta en la silla al frente de mi, encorbandose un poco a propósito para que vea sus pechos.

Sí, esto irá mal.

- Hola Kiara, ¿a que debo está visita?
- Ríe suave, moviendo un poco su cabello negro.

- Siempre al grano, me encanta eso de ti, Matt. - Sonrío algo incomodo - Eres al único que le doy una visita privada, deberías sentirte especial.

- Me gusta sentirme especial algunas veces. - Otra vez su risita, ¿era tan fastidiosa esa risa cuando saliamos?

- Mi papá quiere hacer un gran trato contigo, Matt. - Alzo una ceja. - Él debería haberte llamado, ¿no lo hizo?

Niego y ella resopla.

- No me quiere creer que se le están olvidando cosas. - Se pone recta, alzando un poco su pecho - Mi papá está muy interesado en formar parte de tus acciones.

- Él ya es parte de mis acciones. - Ella asiente.

- Pero quiere formar parte de otras acciones, como por ejemplo los restaurantes que quieres construir.

- ¿por qué? - Ella sonríe.

- No lo sé; ve un gran potencial en ti, Matt. - Alzo una ceja - Yo también lo veo.

- ¿donde está él? - Cambio de tema para que esto termine rápido.

- En Holanda, pronto vendrá a Nueva York a hacer algunas cosas. Lo más seguro es que te llame. - Se cuelga su bolso de cientos de dólares en su antebrazo y se levanta.

Mi razón de vivir [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora