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Ignoro su mirada de sorpresa y me concentro en mi celular.

- ¿me estás hablando en serio? - Dom no deja de mirarme sorprendido.

- No pude hablar más en serio, ¿me vas a ayudar o te vas a quedar ahí parado como estúpido? - Toma asiento al frente de mi.

- Después de esto no hay vuelta atrás, ¿lo sabes, cierto? - Asiento con una pequeña sonrisa.

- Creo que quiero correr ese riesgo. - Suspira, pero sonríe en grande.

- Entonces empecemos.

***

MELODY

- ¡Chloe, con cuidado! - Le grito antes de que se caiga al hielo. Ella solo ríe, mientras trata de levantarse de nuevo.

- ¡Mel! ¡ya sé dar vueltas! - Y para enseñarme, empieza a dar vueltas sobre su propio eje. Me sitúo al lado de ella, y la detengo antes de que golpee a alguien sin querer.

- Bien, detente. - Ella sonríe y se va a donde sus amigas de nuevo. Supongo que a mostrarles como hacer las vueltas.

Dejo que se diviertan mientras estamos en receso, y reviso mi celular para ver si tengo mensajes nuevos. Sonrío cuando veo el nombre de Matt en la pantalla.

La verdad es que estos seis meses nos han servido para conocernos mejor, y amarnos cada día más. Cualquiera que me viera pensaría que estoy locamente enamorada de Matthew Sanger.

Y es que estoy locamente enamorada de Matthew Sanger.

¿estás en el trabajo?

Empiezo a patinar al rededor de la pista sin pensarlo.

Sí, ¿tú también?

A los poco segundos me responde.

Sí, aunque quisiera estar contigo.

Sonrío y siento mis mejillas arder.

Yo también, cariño.

Mi mirada se va a las niñas que siguen aprendiendo a hacer las vueltas. Chloe se ha tomado muy en serio lo de enseñarles.

Tengo que trabajar, te llamo luego.
Te amo.

Voy hacia las niñas para terminar con el entrenamiento. En el camino, le escribo una respuesta.

También te amo.

Guardo mi celular y miro a las niñas con una sonrisa que nadie me va a quitar en todo el día.

- Hay que practicar esas vueltas, niñas. - Les digo y ellas empiezan a intentarlo. Muchas se caen, demasiadas veces, pero siguen riéndose.

- ¡Mel! ¿que hago? - Chloe patina hacia mi.

- ¿no vas a hacer el ejercicio con tus amigas? - Hace una pequeña mueca de lo más graciosa.

- Pero ya sé como dar vueltas. Quiero aprender a hacer otra cosa, Mel. - Se cruza de brazos y frunce los labios.

La miro unos segundos, hasta que sonrío.

- Bien, vamos a aprender a saltar sin caerse. - Sonríe en grande.

- ¡fácil! - Intenta hacerlo, pero se resbala al caer.

- ¿que no era fácil? - Lanza un quejido de frustración, pero no deja de intentarlo. Una y otra vez lo hace, sin lograrlo.

Observo a las niñas que no pueden girar sin chocarse con las otras. Vuelvo mi mirada a Chloe, que aunque no ha logrado hacerlo sin caerse, no deja de intentarlo.

Mi razón de vivir [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora