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Al entrar al apartamento con Mel, Chloe se queda mirando la mochila que tengo agarrada.

— ¿también vas a la escuela, Mel? — Ella se ríe suavemente, pero yo soy el que habla.

— Mel se va a quedar un día acá. — Chloe abre la boca sin poder creerlo.

— ¿como una pijamada? — Empieza a saltar, sin esconder su emoción.

— Sí, como una pijamada. — Dice Mel y Chloe empieza a saltar por todo el lugar.

— ¡me gusta, me gusta, me gusta! — Ruedo los ojos.

— ¿sabes que solo será un día, verdad? — Chloe ríe.

— ¡un día divertido! ¡podemos jugar mucho, y hacer un fuerte! — Mike se queda mirando a Chloe, y empieza a mover su cola, contagiado por su emoción.

— ¿que tal si tú y Mel juegan un rato? Tengo que hacer unas cuantas llamadas. — Chloe asiente varias veces.

— ¡sí, vamos Mel! — Las dos suben las escaleras hasta la habitación de Chloe.

Entro a mi oficina y lo primero que hago es llamar a Susan.

— ¿por qué no me han notificado el problema de los departamentos? — Susan se queda muda por unos segundos.

— Señor, no me han llegados notificaciones de los departamentos.
— Frunzo el ceño.

— ¿como que no?

— No lo sé, señor, no me ha llegado nada. — Masajeo mi frente.

— Bien, gracias Susan. — Con eso cuelgo, pero sin rendirme, llamo al administrador de los departamentos.

— Uh, uh, señor, no espera...

— ¿por qué no me han avisado lo de los departamentos? — Le pregunto tajante.

— Y-yo no pensaba que fuera un problema tan grave.

— Aunque haya una mínima grieta, tiene que decirme. No me gusta que me escondan cosas, señor Avery.

— Lo siento, señor, yo...

— Solo dígame cual es el problema y solucionemos esto rápido.

— Es un problema con las tuberías, y también un hoyo en la pared de un departamento.

— Madaré a un plomero y a otro que se encargué del hoyo. Si oigo que no ha hecho nada para solucionarlo, lo despediré, ¿entendido? — La línea se queda en silencio unos segundos.

— Sí, señor.

— Y no me oculte estas cosas. — Con eso cuelgo y hago un par de llamadas más para arreglar el problema y mandar gente a que vaya a revisar eso.

Al terminar todo lo que me faltaba, subo a donde están las chicas, y las encuentro jugando al té.

— Espero que no hayan repartido las galletas, son mis favoritas. — Chloe ríe.

Mike viene hacia mi y empieza a jugar  con mis pies.

— ¡llegas tarde, papi! — Chasqueo la lengua como si lo lamentara.

— Oh, que lastima, ¿ahora que hacemos? — Chloe se levanta de su silla.

— ¡podemos pasear a Mike! — Sonrío y miro por la ventana. Ya empezó la primavera, así que el día está lindo para salir a pasear.

— Bien, vamos a caminar un rato. — Chloe empieza a saltar y Mike la imita.

Le pongo a Chloe su gorro de Sullivan y los cuatro (contando a Mike), bajamos a la sala. Dinah aparece con un plato lleno de sándwiches.

Mi razón de vivir [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora