Mi razón de vivir [EDITANDO]

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En el primer día de fisioterapia, Chloe no se mostró muy entusiasta. En realidad no quería estar ahí, y lo demostraba mirando a todos con mala cara, y haciendo las cosas de mala gana.

Creo que no lo quería hacer porque le dolía mucho caminar después de un mes de inmovilidad. Las fisioterapeutas tuvieron mucha paciencia con ella, y la ayudaron para que el dolor no fuera tan fuerte. Aunque no pueda caminar sin ayuda, lo bueno es que tiene movilidad en todo su cuerpo.

Su cerebro no tiene daños mayores. Tomará tiempo, pero desde esa clase, Chloe empezó a esforzarse un poco más, y el dolor empieza a aminorar. Lo malo es que efectivamente, Chloe la diagnosticaron con déficit de atención.

Y eso es algo que nos asusta a Mel, a mi, y a toda nuestra familia.

Chloe presenta cambios de humor, aveces muy drásticos. Su atención se va a otras cosas y no a la persona que le habla (generalmente yo). Se le olvidan las cosas muy rápido, y hay cosas de hace meses que no recuerda muy bien.

Como su mamá. Antes la recordaba muy bien por las fotos, pero ahora, no recuerda su aspecto físico. No la apuramos, porque sabemos que si lo hacemos corremos el riesgo de que se frustre (podría causar un desastre en su habitación, como otros días).

Aveces se confunde, y eso la hace enojar. Si no le gusta la comida, la tira por otro lado, o a alguna persona (yo por ejemplo). Si está cansada o aburrida, empieza a saltar y caminar por todos lados, o bien se puede enojar, (cualquiera puede pasar primero).

Como hay días en los que no puede dejar de sonreír, y reír por lo que digan los demás. Me gustan esos días, porque da a mostrar la verdadera Chloe. Como también, hay unos en los que no puede dejar de llorar por cualquier cosa.

Nunca sabemos de que animo puede levantarse, así que lo mejor es estar preparados.

Llevamos un mes, y unos cuantos días en el hospital. Yendo de análisis, a más análisis. Terapias físicas en la piscina, el gimnasio, o en la habitación. Visitas al psicólogo del hospital tres veces a la semana, en las que con ayuda de algunos profesores que tratan con niños que tiene déficit de atención, le fortalecen su desarrollo cerebral.

Esos son los días más difíciles, porque puede enojarse por no hacer las cosas bien, o simplemente no acordarse de algo que le dijeron hace cinco minutos. En general, ha sido un desafío, tanto para ella, como para nosotros.

Aunque hoy está feliz porque le dieron de alta. Por fin podremos ir a casa.

— ¡quiero ver a Mike! Debe extrañarme mucho. — Le termino de amarrar los zapatos, y la bajo de la cama.

— Sí te extraña, ya no tiene a quien lo abrace cuando hayan rayos. — Sonríe
— ¿tienes a Molly?

Asiente, y la muestra.

— ¡lista para irse! — Sonrío y ayudo a Mel con una mochila. Como ya conoce el procedimiento, ella sola de sube a la silla de ruedas, y con la enfermera, bajamos hasta el primer piso.

No todo acaba aquí. Chloe tiene que asistir al psicólogo tres veces a la semana, y venir a las terapias otros tres días. Ella aún no sabe lo que tiene, y tampoco es que se lo digamos por ahora, eso será trabajo del psicólogo. Chloe no entiende porque hace todo eso, y aveces me duele verla tan confundida, pero por ordenes del doctor, no es algo que se lo podemos decir a la ligera.

Con esos cambios de humor, no estamos seguros como se lo vaya a tomar.

— ¿le dijiste sobre las clases? — Me pregunta Mel cuando estoy firmando el acta de salida.

— Eso no me preocupa mucho. Lo que me preocupa es lo que va a tener que dejar por un tiempo. — Mel hace una pequeña mueca.

— Eso no se lo tomará bien. — Suspiro y le doy los papeles a la enfermera.