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Un pitido molesto me hace despertar de mi sueño. Alargo mi brazo hasta la mesita de noche y apago la alarma. Abro los ojos, viendo directo a la luz que se cuela por la puerta de vidrio. Me doy la vuelta y sonrío al encontrarme a Mel durmiendo plácidamente.

Ni siquiera la alarma aparatosa la despertó. Quisiera ser como ella.

Antes de levantarme y empezar con este día, me quedo observando el rostro de Mel. Cada peca pequeña en sus mejillas, y lo bien que le sienta la luz natural. Quito un par de mechones de su rostro y sonrío.

Esta mujer se ve hermosa a cualquier hora.

Cuando ya creo que es suficiente, me levanto de la cama y voy a asearme al baño. Cuando termino, todavía Mel está dormida. Le doy un beso en la frente y voy a vestirme.

Al terminar de vestirme, bajo hasta la cocina, encontrando a Dinah preparando el desayuno. La saludo con un beso en la cabeza.

— Buenos días, Dinah. — Ella sonríe.

— Buenos días, señor. — Sonrío cuando una idea aparece en mi cabeza.

— Dinah, ¿ya está listo el desayuno?
— Ella asiente — ¿puedes ayudarme a ser romántico?

— ¿quiere llevarle el desayuno a la cama? — Asiento y ella sonríe. — Que romántico.

— ¿es tan fácil ser romántico? — Ella se encoje de hombros.

— La mayoría del tiempo, sí. — Espero a que ella arme el desayuno de Mel y el mio en la misma bandeja. Cuando termina, le pongo una flor que encontré en la cocina.

— Gracias, Dinah. — Ella asiente y con la bandeja, subo hasta mi habitación.

Por suerte ya está despierta, y cuando me ve, abre la boca con sorpresa.

— Buenos días, bella durmiente. — Le pongo la bandeja en la cama.

— Tú en serio sabes como sorprenderme. — Sonrío.

— Lo sé. — Entonces se levanta y corre hacia el baño — ¡¿pasa algo?!

— ¡ni pienses que te voy a besas sin haberme cepillado! — Niego con una sonrisa y miro la hora.

6:02 am

A las seis y media tengo que levantar a Chloe para alistarla. Cuando Mel termina, me da un profundo beso.

— Cada día me encantas más. — Le guiño un ojo, y ella se sienta de nuevo en la cama para comer su desayuno.

— ¿arreglaron el problema del departamento?

— No sé, tengo que llamar ahora. — Termino de desayunar y le doy un rápido beso en los labios. — Voy a despertar a Chloe.

Ella sonríe.

— Gracias por el desayuno. — Me lanza un beso y salgo de la habitación con una sonrisa.

Como imaginé, Chloe todavía no se ha despertado, así que, lo primero que hago es abrir su puerta de vidrio, dejando a la luz entrar. Como eso no la despierta, me voy a su lado y empiezo a moverla.

— Monita, es hora de despertar. — Ella abre los ojos y me sonríe. — Buenos días, pequeña.

— Buenos días, papi. — Estira sus músculos y se baja de la cama.

Hacemos la rutina de siempre, que consiste en asearla, vestirla y peinarle el cabello para que se vea medio decente (aunque no pueda hacer ni un peinado que quede lindo), y bajamos para que pueda desayunar.

Mi razón de vivir [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora