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MELODY

— Rápido, querida. — Suspiro y sigo caminando tras de la señora Sanger y Cristina. Chloe me agarra la mano, mientras tiene a Molly con la otra.

— ¿no cree que es muy pronto para hacer compras de boda? — Me sonríe y Cristina me mira con pena.

— Cuanto más pronto lo hagamos será mejor. Después vas a tener que decidir la comida, el lugar, las personas a las que van a invitar, entre otras cosas. Lo mejor es hacer todo con tiempo.

— Pero no hemos decidido la fecha. — Entramos a una tienda de ropa.

— Eso no importa, hay que hacer todo con tiempo, para que después no andes corriendo. — Me quedo cerca de la entrada mientras veo a la mamá de Matthew hablar con una asesora acerca de unos vestidos de las damas de honor.

Hace dos días se lo dijimos a todos. Hace dos días la señora Sanger ha enloquecido con todo esto. Sonrío al recordar como le dijimos a la familia de Matt.

Aprovechamos una cena familiar el día siguiente a la propuesta. Los dos estábamos nerviosos. No sabíamos porque, parecíamos un par de niños pequeños. Nuestro problema era que a Chloe no se le escapara y terminara arruinando la sorpresa.

En realidad no pasó así. Chloe estaba como si nada, y nunca hizo alusión a algo de nuestro compromiso.

Entonces, cuando terminamos de comer y todos habíamos charlado acerca de todo, Matt se levantó de su silla y miró a todos en la mesa con nerviosismo.

— Bien familia, tengo algo que decirle a todos. — Me mira de reojo y sonríe — Melody y yo nos vamos a casar.

Y como esperabamos, todo se volvió un autentico caos. Todos empezaban a hablar al mismo tiempo, y la señora Sanger no dejaba de celebrar. No la había visto tan feliz.

— ¡el hijo que pensaba que me iba a dejar sin nada, por fin se va a casar! — Exclamó la mamá de Matthew y me dio un efusivo abrazo, que casi me rope las costillas.

— Pero no me quieras tanto, mamá. — Ella sonríe y también va abrazar a su hijo.

Todo lo demás de vuelve un festival de abrazos, risas y besos. Mi cara terminó entumecida por sonreir tanto, y reírme con la hermana de Matt. 

Después fue con mi familia. La verdad es que no hay nada que recalcar de esa noche. No fue tan efusiva como la de la familia de Matt, pero si se alegraron de nuestro compromiso. Mi hermano conoció a Matt y se llevaron muy bien desde que hablaron por primera vez.

Sí, no fue tan malo.

— ¡Mel! ¿que te parecen estos? — La señora Sanger señala un vestido largo de color lila.

— Está muy lindo. — Digo y ella asiente con entusiasmo.

— ¿ya sabes quienes van a ser tus damas de honor? — Pregunta Cristina viendo algunos vestidos.

— Pensaba que podías ser una de ellas. — Alza la cabeza y me mira con sorpresa.

— ¿en serio? ¿quieres que yo... sea una de tus damas de honor? — Me encojo de hombros un poco cohibida por su repentina emoción.

— Sí, también estaba pensando en Elise y mi mejor amiga. — La señora Sanger asiente.

— Una muy buena decisión, querida.
— Mira el vestido, para luego mirar a Cristina. — Pero creo que no te queda el lila.

Cristina frunce el ceño y su suegra vuelve a colgar el vestido.

— Creo que sería mejor un celeste, pero jamás un naranja. — Cristina se acerca a mi.

Mi razón de vivir [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora