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Al ver el rostro desencajado de Mel, reacciono en seguida, y salgo de mi apartamento. Oigo los pasos apresurados de Mel para alcanzarme, pero yo solo me concentro en ir hasta el auto.

— ¡Matt, espera! ¡Matt! — Me giro para ver a Mel corriendo hacia mi. Sin decirme nada, sube al auto con determinación. Me quedo observandola  unos segundos, hasta que entro al auto y conduzco con dirección al hospital.

¿cuando fue que pasó todo esto? ¿que está pasando?

Sin pensarlo, empiezo a apretar fuertemente el volante. Salto un poco cuando siento la calidad que desprende la mano de Mel.

— Estoy aquí, Matt, no me voy a ir. — La miro de reojo y sin decir una palabra, sigo manejando relajando un poco mis manos.

Dios, ¿como estará? ¿que le estarán haciendo? ¿como es que ella llegó a esto?

Detengo el auto, y sin perder tiempo bajamos rápidamente, para entrar al hospital. Miro hacia todos lados esperando ver a mis padres o alguien que me explique que está pasando.

— ¡Matt! — Oigo la voz de papá y freno en seco. Viene hacia mi con una cara de pura preocupación.

Sinceramente, no sé lo que estoy experimentando viendo el rostro de papá de esa forma.

— Papá, ¿que pasó? ¿donde está Chloe? ¿mamá está bien? — La voz me sale algo agitada del mismo miedo que siento.

Siento a Mel situarse al lado mío, pero yo solo veo los ojos apagados de papá.

— Tú mamá y Chloe tuvieron un accidente de transito. Alguien las chocó cuando estaban en el taxi. — Mi respiración se vuelve más pesada. — Tú mamá está bien; solo unos pequeños cortes, pero Chloe...

Su mandíbula se tensa y de repente me entra un aire frío por toda mi espalda.

— Papá, ¿que pasó con Chloe? — Cierra los ojos un segundo, y cuando loa abre, me doy cuenta que no me va a gustar la respuesta.

— Chloe... está mucho peor, hijo. El auto chocó por el lado derecho... el lado en que estaba Chloe. — Trago la bilis en mi garganta. — Se golpeó muy fuerte la cabeza, y perforó su pulmón izquierdo.

Empiezo a temblar inconscientemente y lo único que está en mi mente es esa escena. Una y otra vez, y otra, y otra.

— ¿donde está? Necesito verla. — Antes de que pueda dar un paso, mi papá me agarra del brazo.

— Primero tienes que firmar para que le hagan la cirugía.  — Suelta mi brazo, y señala a la mujer detrás del escritorio.

Asiento y me dirijo hacia ella. Al verme, me saluda con una sonrisa, pero yo no soy capaz de devolversela.

— Mi hija está aquí. Y-yo... — Tomo aire y tomo autocontrol de mis emociones. — Se llama Chloe Sanger.

La mujer teclea el nombre de Chloe en su ordenador y hace una mueca casi imperceptible con boca.

— Necesito que firme el permiso para la cirugia, señor Sanger. — Me pasa una hoja y la firmo en seguida. No es lo mío firmar nada sin leer antes, pero sinceramente, ahora todo eso me importa un carajo.

— ¿c-como está? — Me mira con algo de pena y tenso la mandíbula.

— Tiene una grave fractura en la cabeza, y un pulmón perforado.  — Mis manos se convierten en puños. — Los doctores están haciendo todo lo que pueden.

Asiento con brusquedad y me alejo de ella. Sin decir más nada, me siento en una de las sillas en la sala de espera. Siento la mirada de Mel a mi lado, pero yo no puedo hacer más nada que mirar hacia el suelo.

Mi razón de vivir [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora