Siento que en mi cabeza están haciendo la construcción más ruidosa en el mundo entero. Me tomo la aspirina que Mel me dio hace unos minutos después de desayunar.— ¿como te sientes? — Veo a Mel sentarse al frente de mi en la mesa del comedor.
— Tengo miedo de que mi cerebro se quiera salir por mi oído. — Medio sonríe.
— Significa que estás bien. — Suspiro lento, porque hasta eso me da un dolor insoportable.
— ¿quien está con Chloe?
— Adeline llegó. — Alzo la mirada tan rápido, que me obliga a hacer una mueca de dolor.
— ¿Adeline? — Asiente.
— Está un poco resentida contigo por no haberle dicho. — Bajo la mirada de nuevo.
— Adeline es la última persona que estaba en mis preocupaciones. — La miro de nuevo y observo que está lista para salir. — ¿a trabajar?
Asiente decaída.
— Se me acabaron las vacaciones por así decirlo. Igual, cuando salga voy enseguida al hospital. — Asiento. — Tú vas a descansar.
— Tengo que estar con Chloe. — Agarra mi mano.
— Entonces vas a dar tu mejor cara, ¿bueno? Vas a poner a llorar a un payaso si sigues con esa mueca.
Se levanta de la mesa y viene a mi lado para besarme.
— Esto pasará rápido, confía en mí. — Asiento sin poder devolverle esa linda sonrisa.
— Esto es mejor contigo a mi lado. — pasa sus dedos por mi barba que empieza a crecer de nuevo.
— Cuando salga, ni un minuto de más. Estaré contigo rápido. — Me besa de nuevo.
— Te amo.
— Te amo. — Con una última sonrisa, sale de mi apartamento.
Me quedo unos minutos viendo mi plato vacío. Hasta que mi celular suena. Debato entre contestar, o no, pero decido hacerlo.
— ¿diga?
— ¿cuando me ibas a decir Matt? — Cierro los ojos un momento.
— Adeline, en serio no estoy de humor para esto.
— ¿humor? ¿no tienes humor, Matt? Mi sobrina está en una cama de hospital, de la cual no sabía nada, y tú me dices que no estás de humor.
— Siento no decirte, es que todo pasó tan pronto... solo lo siento. Tampoco es que quería excluirte.
De pronto la escucho llorar y mis defensas caen.
— A veces puedes ser tan molesto, Matt. — Con eso cuelga, pero me quedo el celular en la oreja por unos segundos de más.
Después de unos minutos para sentirme miserable, subo hasta el baño en mi habitación. Ahí dejo que el agua se lleve toda la negatividad de mi cuerpo.
Ojalá se pudiera limpiar el alma con agua y mucho jabón.
Envuelvo mis caderas con una toalla, y salgo del baño. Lo bueno es que parece que la aspirina está haciendo efecto. Ya siento que puedo hablar sin sentir miles de personas martillando en mi cerebro.
— ¡tengo hambre! — Doy un pequeño salto por la intromisión de Dom a mi habitación. Me giro, solo para ver su cara de "no rompí un plato".
— Hay algo llamado nevera, que tiene algo dentro llamado comida. — Se recuesta en el marco de la puerta.
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Mi razón de vivir [EDITANDO]
Roman d'amourNo te escogí, ni te quise a primera vista. no supe de ti hasta muy tarde. No tomé las mejores desiciones contigo. Hago muchas cosas mal. Tengo problemas y casi siempre terminas en medio. Cometo muchos errores. No soy perfecto y tengo mucho que mejor...