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La miro durante unos segundos y ella no deja de sonreír. Pienso en una respuesta que sea totalmente coherente, pero nada se me ocurre.

— ¿que pasó con el patinaje? ¿no te gusta? — Chloe niega.

— ¡me encanta! Pero no puedo ir muy rápido. ¡quiero ir rápido!

— Pero te puedes caer. — Se encoge de hombros.

— ¡quiero ir rápido! — Pongo mis manos en jarras y ella hace lo mismo. Nos retamos entre miradas y finalmente suspiro cuando sé que esta guerra la voy a perder.

— Bien, vamos a probar eso. — Ella salta en victoria.

— ¡sí, sí, sí! — Mel ríe sentada en el sofá.

— Eres un débil. — Hago un mohin.

— Cuando tu sabes que vas a perder la guerra, es mejor retirarse con dignidad, a dejar que tus hombres mueran.

— ¡¿cuando empezamos, papi?! — Mike empieza a ladrar siendo contagiado por la felicidad de Chloe.

Me agacho a su altura.

— Debes saber que esto traerá más responsabilidad, no puedes hacer una cosa y dejar la otra tirada. — Asiente.
— Si veo que por eso estás mal en la escuela, no habrá más nada, ¿entendido?

Asiente de nuevo con una sonrisa.

— ¡puedo hacerlo! ¿cuando empezamos? — Me levanto y la miro desde arriba.

— Primero tengo que investigar, y luego te digo cuando. — Me abraza las piernas.

— ¡gracias, gracias, gracias! — Se separa de mi y con Mike sube hasta su habitación.

Me siento en el sofá con Mel, la cual está mirando una revista.

— ¿vas a hacerlo? — Me pregunta sin separar su vista de la revista.

— Solo hasta donde pueda aguantar. Si es mucho para ella, solo la dejo en patinaje. — Asiente.

— Aunque ella nunca va a decir que es mucho. Esa niña es demasiado persistente.

— ¿como se le ocurrió practicar BMX? 
— Se encoge de hombros.

— Pudo ser cuando estuvo donde tus padres. Tal vez vio un programa de deportes con tu papá.

— ¿como lograré hacer que todo funcione, sin descuidar nada? — Subo mis piernas a la mesa.

— Hasta ahora has podido manejar una empresa, una hija de cinco años, una novia loca y un mejor amigo aún más loco. Esto no será nada. — Sonrío.

— Tienes razón, esto será fácil. — Ella ríe.

— Oh, claro que no será fácil, pero hay que intentarlo. La buena noticia es que me tienes a mi, a Dom, y a una familia que ama a Chloe. — La observo fruncir el ceño. — ¿así me veo cuando sonrío?

Me muestra una pagina en donde salimos los dos paseando por las calles. Ese día estábamos comprando algunas cosas que Melody necesitaba.

— ¿está mal? — Ella lo mira de nuevo.

— En realidad salgo muy bien, por eso pregunto. — Le quito la revista y ella hace una queja.

— Debes creerme cuando te digo que sales hermosa como sea. — Me da un pequeño beso en los labios.

— Te quiero. — Su celular suena y ella rueda los ojos, pero contesta de todos modos. — ¿sí?... bien, estaré allá.

Cuelga y me mira.

Mi razón de vivir [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora