t r i g i n t a d u o

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El camino era claro para Josh, el aroma de Tyler lo guiaba como si el camino tuviera flechas.

Llegó a una puerta distinta a las demás, era de terciopelo rojo. Tomó el pomo y la abrió; había un escenario, cerrado por cortinas rojas, en frente de éste, un sillón de un puesto bastante grande.
Caminó hasta estar frente del escenario y cierta canción comenzó a sonar.

Las cortinas se abrieron hasta mostrar a Tyler; llevaba –al igual que Ryan–, tan sólo una camisa de seda que le cubría a no más de mitad de muslo y los primeros botones estaban ya abiertos.

Con la atenta mirada del peliazul encima, se movía de manera sensual y provocadora. Un leve rugido salió de la garganta del alfa, acompañado de una media sonrisa. Y es que nl era por exagerar; para Josh, ver esa piel canela, ese curvas, esas amplias caderas y esas largas piernas lo excitaban bastante.
Retrocedió unos pasos dejándose caer en el sillón, cruzando sus piernas y entrelazando sus manos sobre éstas.

Tyler no dejaba de bailar y aunque no lo desmostraba estaba que no podía de los nervios. Apenas vió esos ojos afilados sintió sus piernas temblar, no sabía como lograba moverse o acordarse de la coreografía que Hayley se esmeró en que aprendiera.

Josh no sabía cuanto más podría resistir sin subirse a ese escenario y arrancarle la ropa al castaño. Utilizó todo su autocontrol cuando el castaño se abrió de piernas.
Joder, que se lo iba a follar duro que hasta lo sentirían sus ancestros.

El baile término con un agitado castaño.

—Ven —dijo el tintado con voz ronca y seductora, logrando que a Tyler se le erizaran los vellos del cuello.

Lentamente y con paso seductor bajó del escenario hasta quedar frente al alfa; éste con un rápido movimiento lo jaló hasta dejarlo encima de su regazo, con las piernas a cada lado.

—No sabes lo que has causado, mocoso —susurró en la oreja del omega para después con su nariz rozar la piel del cuello.

Tyler jadeo automaticamente.

Su voz, su aroma, su tacto. Todo lo volvía malditamente loco.

—Eres mío —sentenció Josh—. Nunca mas te alejarás de mí —tomó algo de distancia y con una mano acunó el rostro del castaño—. Eres mí omega y yo soy tu alfa.

—¿Y Debby...?

—Estoy legalmente divorciado hace ya una semana —dijo deslizando una de sus manos hasta el trasero del menor apretándolo.

—J-Jish... —jadeo Tyler restregandose inconsciente contra el tintado.

—Joder, Tyler —apoyó su cabeza en el pecho del castaño—. No sé que me has hecho, pero te lo pido —volvió a levantar la cabeza y le miró suolicante—, nunca más vuelvas a desaparecer, no lo soportaría. Tú y mis hijos... los quiero siempre a mi lado.

Tyler sonrió con lágrimas en los ojos. Tantas emociones florecían en su interior.

—Te amo —murmuró de forma más que dulce.

Porque era así, Josh amaba hasta la médula al menor de ojos chocolate. Aprendió a querer nuevamente a aquel rebelde niño. Aprendió a amarle.

Ahora no sólo era el vientre alquilado para completar un contrato.
Ahora era su persona favorita en el mundo, el padre de sus cachottos y la única persona a quin podría soportar toda su vida... o bueno, casi.

—Te amo —contestó Tyler luego de un rato; estaba detallando la mirada tan dulce que el mayor le brindaba—, yo también te amo —enredó sus brazos en el cuello contrario.

ALQUILADO   ||  joshler;omegaverse ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora