v i g i n t i q u a t t u o r

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Ya habian pasado cuatro meses desde que Ryan se fué. Ashley, Andrew y Tyler fueron los que lo llevaron al aeropuerto, donde lo esperaba el peculiar director y otro jóven omega al que le decía "babyboy" –el cuál lo golpeaba cada vez que éste quería manosearlo–, o para el director, "abrazarlo".

Ryan y Tyler se comunicaban cada que el ojiclaro podía.

En la mansión Debby ignoraba al castaño cada vez éste estaba cerca. Todo lo contrario co el peliazul, quien por cierto tenía que soportar los reproches de la omega.
Cabe recalcar que desde el embarazo del menor, Josh ya lo la tocaba, ni siquiera en su celo. Eso claro, no sólo molestaba a la mujer, sino también a su padre.

Con respecto a Tyler, las hormonas del embarazo lo traían un poco... descontrolado.

—¡Maldito enano, no me puede prohibir trabajar! —vociferó el omega más que molesto entrando al despacho de Josh sin tocar.

—Mocoso... —el alfa levantó la vista para ver la figura del castaño, al cual ya se le notaba el vientre de cuatro meses.

—Y no me voy a poner esas horrorosas batas que dejó en la cama.

—Tyler —llamó mas serio el mayor sin embargo el castaño parecía no escuchar.

—¡Sé que estoy gordo, no me lo tienes que recordar con esa jodida ropa! —ya tenía las manos puestas en el escritorio del tintado.

Josh suspiró exasperado. Sin embargo ya había aprendido como lidiar con las rabietas del castaño.
Con ayuda de Hayley logró aprender a liberar su aroma para tranquilizar al omega. Cosa que obviamente fue un dolor en el trasero para el alfa; tener que pedirle a la de lentes que le ayudara con eso. En ese entonces Lauraer lo había convencido que era lo mejor para estos momentos.

Sin esperar mucho más, se paró del su silla, rodeando el escritorio, llegando donde el iracundo omega –quien retrocedió al instante–, pero mayor fué mas rápido y lo tomó en sus brazos pegándolo a su cuerpo, liberando su aroma para tranquilizarlo.

Unos segundos después, sintiendo la respiración tranquila del menor lo miró.
—¿Ya estas mejor? —Tyler asintió—. Bien. Ahora, lo de dejar de trabajar fue decisión de todos, incluyendo la cuatro ojos, ya que a pesar de que ya pasaste los meses difíciles indicó que debes descansar más —explicaba sin ssoltarl—. Y esos, los horrorosos camisones los compró mi madre. Dijo que no quería verte ultilizando esos pantalones ajustados.

—Pero son feos —murmuró rendido Tyler haciendo un puchero.

—Lo son —concordó el mayor soltando una risita, segundos después le secundó el castaño—. Después vamos a comprar algo —continuó—, así no estarás tan incómodo con esos pantalones y no, no te los vas a poner abiertos —dijo antes de que el otro dijera algo. Nuevamente el castaño hizo un puchero.

Josh alejó un poco para mirar mejor al omega entre sus brazos y al instante quedó ido observando a detalle aquellos hermosos ojos chocolatosos con abundates pestañas. Aquello no duró mucho.

—Vaya, veo que no pierdes el tiempo con tu putita —una ronca voz hizo presencia. Tyler se tensó ante las palabras y se alejó de del peliazul.

Josh miró al recién llegado con ganas de arrancarle la lengua.
—Ve a la habitación, Tyler —el aludido se giró rápidamente pasando al lado del hombre mayor.

Pasando cerca del aquel hombre, Tyler no pudo evitar notar cómo éste le miraba con asco. Pero el omega también tiene su orgullo así que alzo mas su barbilla, cerrado las puertas tras él.

—Viejo de mierda, le recuerdo de quien es ésta casa —volvió a hablar el alfa mas que molesto—, así que cuide sus palabras.

—No puedo decir otra cosa que la verdad —soltó burlón el robisto hombre—. Vengo a ver porqué mi hija pasó su ultimo celo en mi casa.

ALQUILADO   ||  joshler;omegaverse ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora