El viaje.

Para ti.

"Espero que cuando encuentres esta carta hayas salido de tu práctica de fútbol. Y ya que ahora la estás leyendo es porque ha estado en tu mochila todo el tiempo...

Siento que he encontrado todo en la vida cuando estás recostado en mi hombro y entrelazo mis dedos con tu cabello.

Cada vez, o más bien, ese momento donde te vi abrir los ojos frente a mí. Decirme con voz ronca buenos días. Abrazarme de la cintura, tomarme entre tus brazos, sacarme sonrisas sinceras, hacer de cada momento algo único.

Es indescriptible lo que siento, lo que veo en ti, la luz que estás dándole cada día a mis días.

Y es que me atrevo a decir que no escogería alguien más que tú.

Porque encontré el paraíso cuando besé tus labios por primera vez, cuando hicimos contacto, ese contacto sin fin.

Cuando tuvimos esa conexión qué sabríamos que no permitiríamos que de alguna forma se rompiera.

Es tan increíble ver a alguien y sentir que el mundo se detiene, que nada más hay a tu alrededor. Y que nada, ni nadie podría cambiar eso.

Cada vez que te miro y veo tu perfil; detallo tus cejas, tus ojos, tu nariz, tus carnosos labios. Me pregunto si alguien te vería por fuera de la misma forma en que yo lo hago. Después me preguntó si alguien te conoce de la forma en la que yo te conozco.

Luego recuerdo tus tiernos y dulces momentos, tu hermosa sonrisa, deslumbrante como siempre. Luego reconozco que no puedo enojarme porque me haces reír. Después acepto que sin ti nada tendría el sentido que ha retomado mi vida.

Y lo más hermoso de poder compartir un ratito junto a ti. Es que a la hora en la que te vas: Ya te estoy extrañando.

No puedo evitar sonreír cada vez que noto que tienes el ego por las nubes, pero nunca lastimas a nadie. Y tampoco puedo evitar sonreír, cuando me ves de lejos, presiento y confirmo que te sientes emocionado de verme.

¿Sabes que he pensado últimamente? No me arrepiento de lo que sucedió antes de que llegaras a mi vida. Porque sé que los errores y las dificultades que tuve en mi pasado me llevaron aquí, a tenerte.

Te apoyaré en cada cosa que la vida ha prometido que no superaremos y lloraré junto a ti si es necesario.

Porque eso es lo que hacemos nosotros, brindarnos la mano y asegurarnos de que el otro esté bien.

Sé que cuando la lluvia cae no hago nada más que pensar en ti mientras miro la ventana y extraño tu calor cuando estamos juntos debajo de la manta.

Quisiera siempre estar junto a ti. Pero a veces pienso que sí estamos todo el tiempo juntos no tendríamos esa emoción de extrañarnos y que cuando nos veamos nos quedemos sin palabras. Mientras difundimos lo que pensamos en un beso.

Invades mi mente con tu rostro. Con tus ganas de hacerme reír y abrazarme. Como me hablas y molestamos. Como me observas mientras te hablo.

Como siempre tienes ese dulce brillo cálido en tus ojos, donde me transmites que nada será mejor con otras personas, solamente contigo y que eso me marcará por siempre. Que tú y yo haremos tantas cosas juntos que no me quedarán ganas de vivir eso con alguien más.

Como todo lo que hemos pasado. Y como hago locuras por ti y al igual las locuras que tú haces por mí. Sobre las cosas que no puedo dejar de sentir. Eso es lo que me llena, que lo que se encuentra en mi corazón nunca se va. Y lo que he encontrado junto a ti siempre se quedará ahí. Como si fuera un tipo de cofre y tuviese oro por dentro.