Dolor mental o físico.

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Estoy alterada y no paro de llorar.

Asustada, abrumada...

- Te extraño, Deneb - Susurro y lloró aun más.
Estoy en un cuarto. No sé de quién.
Pero lo que si tengo seguro es que no quiero salir de aquí nunca.

Me escondo detrás de una mesa de noche. Está al costado derecho de la cama al lado de un gran ventanal.

La luz de la fría noche alumbra justo en el lugar en el que estoy.

Una pareja entra a la habitación besándose como si su vida dependiera de ello y tocándose.

Trato de esconderme, así que sigilosamente gateo por el suelo, dirigiendome a una esquina oscura. Ellos no perciben mis movimientos y me alegro por ello. No quiero que nadie sepa que estoy aquí.

Él la tira a la cama. No logro distinguirlos con la oscuridad que hay aquí.

- ¿Cómo pudiste estar con otra? - Reconozco su voz chillona. Es la chica a la que Martha le arrojó la bebida.

- No estuve con nadie - Es Alex y su voz está algo gruesa. Más que lo normal.

Mierda mierda. Es hora de usar la grosería favorita de mi novio.

Cielos, no puedo estar en el mismo cuarto del chico que intento aprovecharse de mi mientras estaba drogado.

- Me debes una cogida fuerte.

Alex lanza a la cama a la chica y ella después se sienta en ella.

- ¿Por qué?, ¿Por qué la chica esa no supo complacerte? Maldita perra.

Rayos. No.

- Si vuelves a referirte así de ella te juro que no tendré piedad contigo.

- Alex, ni siquiera me llamas por mi nombre - La voz se le corta y alcanzo a escuchar como empieza a llorar.

- No tengo la necesidad de decirlo. ¿No entiendes? Ella es la única que merece la llamé por su nombre. Además me vengue de ella.

De repente la chica termina boca abajo. Veo como Alex quita su falda bruscamente y luego el se sube en la cama.

Se baja su pantalón y entra bruscamente en ella, por lo que un gemido se escapa de su boca.

La toma del cabello y la sigue embistiendo con fuerza. Ells gime y como dijo, no tiene piedad por lo que sólo alcanzo a ver como lo rasguña y grita su nombre.
Intento gatear hacia la puerta del cuarto, pero hoy la suerte no está de mi lado.

Golpeo un mueble y mi cabeza arde.

- ¿Quién está por ahí? - Alex se aleja de ella y  mira cerca a donde estoy.

- Alex, sólo fue un ruido. Nada más. No creo que quieras terminar como la otra vez, me dejaste iniciada.

- Sé que hay alguien ahí.

Tengo que salir de aquí. En serio debo salir.

Me levanto y corro a la puerta. Alex casi está a punto de seguirme. Pero luego mira su pantalón, la abro y corro escaleras abajo.

Cuando estoy bajando choco con Sam, sé que es él por su aroma y su gran cuerpo.

La suerte sigue sin acompañarme.

- ¿Abbi? Abbi. Necesito pedirte perdón.

Lo abrazo sintiéndome segura en sus brazos. Al principio su cuerpo se tensiona, pero no me importa. Necesito abrazar a alguien.

- Quiero irme de aquí - Mis palabras se cortan a medida que las digo y cuando lo veo él asiente.

- Yo te llevo.

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