El viaje.

Susurrame que me quieres.

La arena, el mar, el viento golpeando con suavidad mi rostro, haciendo mi cabello revoletear.

Fue lo único que sentí en esta linda playa.

El cielo oscuro y mis pies descalzos. Mi cabello suelto, mis pequeñas manos tomadas de las de él.

Deneb.

Dios, Deneb.

Lo único que podía pensar era en nosotros en este momento. Ambos con los brazos extendidos y los ojos cerrados, sintiendo la brisa de la bonita playa.

El agua salpicaba un poco mi ropa cuando volvía a donde nos hallabamos, pero nunca nos quitabamos de donde estabamos, sólo sentía mis pies humedecerse y escuchar una nueva ola con su meliodosa caída.

- ¿Lo sientes?

Susurra y yo no quiero abrir los ojos.

Sólo quiero estar aquí, quiero muchos más momentos así donde seamos él y yo. Donde la marea nos salpique la piel.

Donde el viento nos lleve de la ropa.

Aquí, donde siento dos corazones juntos, donde siento que mi alma está completa.

Donde este chico a mi lado se enamoro de mi. Y yo de él.

Donde posiblemente nuestras almas estarán juntas pisando la arena por siempre.

- Abre los ojos - Comenta y yo hago lo que me pide.  

- Esto es hermoso.

- Abbi - Lo miro y el sonríe.

- ¿Sí?

- Te dije que desde ahora todo sería diferente y que trataría de ser mejor, sé que lo estoy logrando, porque estamos aquí juntos, porque me siento seguro y feliz, porque no necesito a nadie más que tu. Porque la vida me envió a un pequeño insecto y me dijo: Ella será quien completará tu vida. Y si, ya no hay cosa que quiera hacer si tu no estás junto a mi. Y no entiendo porque debería esperar para decirte esto, si tu eres todo lo que quiero. Lucharía por ti así no lo quisieras, estaría siempre para ti cuando no lo desearás, te demostraría cada día que en serio no quiero otra chica. Porque puedes pensar lo que sea, lo que quieras, pero jamás desearía otro rostro frente a mi, otra chica que tenga tu voz, no desearía otra persona con el cabello como el tuyo, tan lindo, tan sedoso, que me acaricia y me causa cosquillas. No querría ser a quien olvides, es más. No vas a olvidarme por si decides eso, porque yo mismo me encargaré de que nunca sea así. Porque me quieres, y te quiero como a nadie.

- Deneb... - Me calla con su dedo.

- Shh, calla y escucha. No seas terca.

Ruedo los ojos con una sonrisa de medio lado y él me sonríe y me abraza.

- Seré tu héroe siempre.

- Siempre  - Murmuro.

- Si, Abbi.

Nos quedamos ahí abrazados sobre la arena, escuchando la marea y el viento soplar fuertemente.

No hay momento más hermoso en el mundo como este, ni siquiera podría compararlo con algo, esto es dvino. Esto es sentirse completo por saber que se tiene a la persona correcta.

Deneb se va rápido a la camioneta y cuando está de vuelta noto que lleva una manta en su mano.

La coloca sobre la arena y me toma de la mano obligándome a sentarme, prende su celular y coloca una canción suave y bonita mientras acostados nos miramos. El brillo de las estrellas y el cielo iluminan nuestros rostros y me doy cuenta que el está igual de feliz como yo.