Heridas.

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Me siento en mi cama a leer, no he podido dormir y menos cuando escucho risas del piso de abajo, son muchas y además, son fuertes carcajadas. Así que me pongo un suéter ancho y grande con un short para bajar.

- Oh, Abbi - Rebeca trajo a todos los chicos y chicas de la mesa a nuestra casa. Dani también está aquí. Automáticamente siento que mis mejillas arden, es algo extraño, los he visto aquí un par de veces, pero bajé con una vestimenta tan...

Agh Dios, si estuviera sola sería mejor para vestirme así.

- Hola Abbi - Daniel me saluda emocionado y me da giros en el aire. Yo río, pero luego Dani me baja y veo a Deneb con la mandíbula tensada.

¿Qué le pasa a ese chico?

Siempre es tan callado y serio que me sorprende no verlo explotar en algún momento.

Todos se sientan en el sofá y yo voy a la cocina a buscar algo para comer o más bien para desaparecer de ese lugar. No me gusta sentirme muy observada.

Lavo unos platos y cuando me doy la vuelta pego un brinco por el susto que me ha dado este chico.

- No quería asustarte - Deneb sonríe y se peina el cabello hacia arriba. Lleva la camisa del uniforme por fuera del pantalón y el primer botón despuntado. Sus mangas están remangadas.

Es un chico bastante guapo. Vuelve locas a todas en la escuela. Eso he escuchado en el colegio, todas hablan de él, lo miran, se le quieren acercar. Lo quieren besar e incluso las he escuchado decir que podrían tener un hijo de él.

Pero nadie sabe mucho de él, es él típico silencioso que se hace el duro.

Dios, pareciera que no hubiera otro tema de conversación en la escuela, Deneb es el centro de atención junto a su grupo de chicos musculosos. Y entre ellos, está Dani.

Pero muy poca gente sabe que somos mejores amigos, todo el mundo piensa que Dani y yo somos novios hace tanto tiempo.

También he escuchado a la gente hablar sobre mi y es extraño al principio. Después te acostumbras.

- No te preocupes - Siento mis mejillas arder nuevamente y  trato de dar la vuelta para no verlo más. Quizás notó que pensé un momento en todo lo que se relacionaba con él.

- Abbi, ¿Cierto? - Me volteo y tomo aire lentamente - ¿Me tienes miedo?

- Sí - Susurro, pero no entiendo porque estoy nerviosa. Quizás, ¿Por qué es la primera vez que hablo con él? Mis piernas tiemblan y siento que fuera a caerme, de no ser porque mi mente aún está en la realidad - Y no - Respondo secamente a su segunda pregunta girandome.

Expulso el aire que contenía y lo miro a los ojos.

- ¿Tienes novia? - Mi pregunta sale de la nada y me tapo la boca avergonzada. Tenía esa duda desde hace mucho, nunca está con mujeres, o bueno si, con sus amigas, pero me refiero al ámbito amoroso - Lo siento - Susurro.

- No - Él se ríe suavemente y me mira con dulzura - No soy bueno para las relaciones. Aunque si me gustaría estar con alguien, alguien que me gusta de verdad - Me mira directamente a los ojos y yo me ruborizo.

El encanto de Deneb también va en mi. Quizás es porque es raro mantener una conversación  con él, siento que no será bueno.

¿Que diablos pasa conmigo?

- ¿Tú tienes novio?

Su pregunta me sorprende y yo niego con la cabeza.

- Ya veo - Murmura él.

Daniel entra a la cocina y Deneb se aleja rápidamente de mí.

- ¿Qué hacen, eh? - Nos mira tranquilamente mientras da pasos libremente por ahí.

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