Salidas.

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Pov's Deneb.

Me recuesto a su lado y consiento su mejilla y una de sus piernas se posa sobre las mías, permitiéndonos estar más cerca.

Ella abre sus ojos y parpadea un par de veces.

- No te necesito sólo para esto, te necesito para todo. Y todo eso te incluye a ti.

No obtengo respuesta y empiezo a preguntarme que es lo que busca de mi.

Quiero que crea en mi. Que de alguna manera note cuanto la quiero, y que en otros cuerpos y otros besos siempre la he buscado a ella, pero nunca la encuentro.

La beso, la beso con tanta intensidad que nadie sabe como me siento en sus brazos. Creerían que estoy loco por el hecho de quererla todo el tiempo así, piel con piel, corazón con corazón.

Ella suspira y atrapa mi cuello con sus manos obligándome a mirarla.

Se acerca y toma mi mejilla con la palma de su mano. Y finalmente nuestros labios chocan de nuevo. Haciéndome sentir un sinfín de emociones y perdiéndome entre su cuerpo y sus besos tan explosivos.

¿Qué sientes tú?

¿Qué sientes, pequeño saltamontes?

No puedo creerlo, ¿De verdad está sucediendo esto?

Nuestro beso se vuelve más apasionado, sólo ella está volviéndome así de loco por sentirla.

Poco a poco ella quita su camisa y la pasa por su cabeza, se sienta en mi regazo y sigue besándome.

Ese uniforme se te ve tan bien.

Vuelvo a cerrar mis ojos mientras muerdo su labio.

Y si, ella está meciéndose sobre mi. Sintiéndome y yo tocándole el rostro, la piel.

Con rapidez la tomo de las caderas y la coloco debajo de mi moviéndome hacia delante para que ella pueda sentirme mejor. Justo donde me necesita.

Dejo de besarle y bajo a su cuello, empiezo a dejar besos húmedos en el y suaves, con miedo de lastimarle la piel.

Beso y muerdo, como si no hubiera un mañana. Sus manos acarician mi cabello, tatúan mi espalda con sus rasguños y se aferran a mi nuca.

Bajo a sus senos y los chupo, los lamo y doy pequeños mordiscos en ellos, ella se contrae en mi cuerpo y aprieta sus piernas alrededor de mi. Gime, solo eso escucho, sus gemidos, y en ellos mi nombre, repitiéndolo y suplicándole.

Chupo de nuevo y esta vez gime en mi oreja.

Voy a dejarte sin aliento, pequeña.

Rasguña mis brazos y mi espalda, porque no encuentra otro lugar con el cual ella pueda marcar el placer que le estoy dando.

Ella toma mi rostro con ambas manos, obligándome a volver a arriba para verle, abre sus ojos, nos miramos y se queda mirando mis ojos. Me confunde y no sé como decírselo.

- Deneb - Suspira agitada y no puedo resistirme a la simple imagen de hundirme en ella y en el paraíso que solo encuentro en su cuerpo.

- Dime, Abbi.

- No puedo porque tengo malos recuerdos de esto. Me lastimaron y...

Coloco un dedo en sus labios.

- ¿Cómo así? - Me enojó de manera brutal sobresaltadome - Si alguien te hizo algo juro que voy y le parto la cara.

- No es tan extremo, calma, sólo que en estos momentos no puedo - Su mano pasa por mi mejilla, me da un pequeño beso y vuelvo hacia ella, no quiero que se sienta insegura - Gracias por entender - Acarició una última vez su espalda y beso su frente.

El viaje.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora