El viaje.

Incomodidad.

Pov's Abbi.

Deneb. Lo necesito.

Corro por la casa, buscándolo por todas partes.

Siento el torrente de lágrimas, pero no importa, sigo y sigo buscándolo entre toda esta gente.

Me choco con una espalda y me doy cuenta que es él cuando se gira mientras se ríe.

Lo abrazo y lloro en su pecho.

- Wow wow, Abbi - Me aleja y aparta el cabello de mi rostro.

- Estoy muy ebria. Y alguien me besó. No sé quién fue, en serio, tengo miedo. No quiero que pase de nuevo.

- No pasará. Shhh, no llores, aquí estoy pequeña.

Me abraza y empieza a caminar junto a mí llevándome a su habitación.

Me recuesta y quita mi vestido, dejándome únicamente en ropa interior.

- ¿Quieres que me quede? - Su voz es dulce. Pero yo niego. Quiero que la pase bien, ya estoy mejor. Puedo quedarme aquí.

- No, Deneb. Me siento mejor, ve a divertirte.

- Abbi, cualquier cosa, aquí dejo tu teléfono - Me lo pasa y yo lo coloco a mi lado.

- Sí. Te llamaré si algo, Deneb. Te quiero.

Besa mi frente y me da una de sus sonrisas cálidas - Te quiero más.

Sale del cuarto y cierro mis ojos, cayendo en un sueño. Un pequeño sueño.

Una voz, escucho esa voz. Esa misma voz.

- Abbi, perdóname.

Se lamenta y yo abro los ojos petrificada.

Pero cuando miro a la habitación no hay nadie, sólo estoy a oscuras.

Prendo mi teléfono y veo la hora.
4:00 de la mañana y aún escucho la fuerte música.

Ya estoy mejor, me siento mejor. Excepto por el maldito dolor de cabeza.

Gruño levantándome de la cama, poniéndome mi pijama abrigadora de manchas negras. Es un saco manga larga, de peluche y con capucha. El pantalón es igual, me llega hasta los tobillos y es de peluche. Es una de mis pijamas favoritas.

Me coloco unas babuchas de peluche y me cojo el cabello en una coleta alta.

Salgo a la sala y sólo veo a Daniel con Isa, Deneb, Jared, Reb, Jose, Julieta y Martha.
- ¿Sólo quedan ustedes?

Me acerco y todos se voltean a mirarme. Se ríen en grupo. ¿Están ebrios todos?

- Pero si una pequeña vaquita ha venido a visitarnos en la fiesta - Jose grita y Juli se ríe con él.

- Es mi pequeña vaquita. Nadie me la mire - Deneb me brinda su mano y caigo en su regazo como si fuera un bebé, lo tomo de la nuca y mi cola está sobre sus piernas.

- ¿Estás muy mal?

- ¿Cómo hacen las vaquitas? - Sus labios caen en mi cuello y hace ruidos extraños - Muuuuuuu, muuuuu - Me causa cosquillas. Siento como si mi cuello vibrara cada vez que lo hace. Y me río por ello.

- No, Deneb - Grito sin poder detenerlo.

- Me siento como el toro más afortunado de estar con la vaquita más linda.

Veo a Sam entrar por el patio, el olor a cigarrillo me hace arrugar la nariz.

Deneb le pide uno de sus cigarrillos a Sam.