El viaje.

En el hospital.

La canción es tan Deneb...❤️

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Pov's Abbi.
- Por favor dame tiempo - Mi mirada vacila en su rostro y en lo hermoso que es. Lo amo como a nadie, pero debo pensar y el debe permitirme eso.

Deneb me mira a los ojos con vergüenza y tristeza.

- ¿Tiempo?,¿Tiempo para que me dejes?

Mi mamá tose llamando la atención de todos y luego la veo sonrojarse - Nosotros saldremos.

Asiento sin poder pronunciar nada. No tengo ánimos de hacerlo. Solo quiero estar calmada.

- Si mamá - Rebeca la toma del brazo y todos salen de la habitación. Dejándonos solos a mí y a Deneb.

Cuando escuchamos la puerta cerrarse él se levanta y echa seguro.

- No puedes dejarme - Me mira con desesperación y sus ojos llaman las lágrimas - No. No. Puedes. Dejarme - Dice palabra por palabra haciendo doler mi corazón.

- No voy a dejarte - Mi voz se corta de repente cuando intento sentarme en la camilla, pero en dolor me lo impide. Quiero mostrar algo de fortaleza aunque me encuentre aquí, como si fuera imposible moverme.

- Tu eres mi primer amor - Me toma del rostro y nuestros ojos se conectan. No sé cómo habla, pero lo veo débil. Está débil y no quiero verlo así. Yo lo amo. En serio lo amo.

¿Por qué no puede entender que necesito tiempo para pensar solamente?

- Eres mi pequeña luz entre tinieblas. Eres la única botella de agua en medio del desierto. Abbi, lo eres todo.

- Deneb. Déjame hablar.

- No - Mi cara se transforma en desconcierto y sólo trato de no demostrarle algo malo - No puedes dejarme, Abbi. Mis padres, tienen el suficiente dinero para mantenernos a todos el resto de nuestras vidas.

Una enfermera llega con una bandeja sobre una mesa de rueditas. Trae la comida que porsupuesto pagan mis papás.

- Aquí está su desayuno señorita Abbigail.

- Abbi - Gruñe Deneb y la enfermera lo mira con temor.

- Lo siento. Abbi.

Sale apurada de la habitación y Deneb trae una silla para sentarse a mi lado.

Abre el plato que estaba envuelto con una especie de papel transparente y sirve un poco de comida en el tenedor.

- Come - Me ordena. Pero yo no tengo apetito y mucho menos a esta hora - Come o llamaré a tus padres - Esta vez me advierte y de mala gana recibo el pedazo de huevo.

Lo mastico, casi no me gusta su sabor. No es como el que prepara mi mamá.

Este está bajo de sal y sabe un poco a plástico. Pero sin importar eso como todo correctamente.

- Dime algo, Abbi - Deneb me ruega tapándose el rostro con mis dos manos.

Las besa y luego pasa a mis nudillos. Mirándome con sus ojos llenos de dolor.

- Yo te amo - Susurro y él levanta su rostro. ¿Cómo no voy a amarlo si lo es todo para mí. Daría lo que fuera por verlo sonreír cada vez que pudiera.

La puerta suena estruendosamente y veo a Deneb limpiarse la mejilla de manera brusca.

- Es mi turno - Martha y sus grandes ojos hinchados me miran con intriga. Ella también está igual que todos. ¿Por qué todos están así?, ¿Acaso no ven que estoy bien? Estoy en perfecto estado y razonó a la perfección.