Capítulo 3

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ANTES

Cerrar los ojos y perder la noción del tiempo... Qué cosa tan bella. El dormir e irte por unas horas es algo tan terapéutico que debería ser llamado "desinfección diaria de estrés".

Mi desinfección no dura mucho. No tardo en abrir los ojos al minuto que oigo a Evan cantar... ¿La canción de feliz cumpleaños?

— Feliz cumpleaños a ti... Feliz cumpleaños a ti...- Canta en lo bajo mientras se acerca al sillón donde me encuentro con la intención clara de que despertara.

Sí, no quiero oír al chico cantar, así que fui a dormir en el sofá. Cuando en realidad tuvo que ser él quien se iría de mi habitación. Pero bueno, aquí no hay Mollycracia.

— Hoy no es mi cumpleaños.- Interrumpo.

— Tampoco es feliz, hoy comenzamos clases.- Oh, es cierto. En estos momentos, son en los que vuelven los nervios.

Luego de media hora, ya estamos listos para iniciar la tortura. Nos despedimos de mis padres, y vamos en dirección a su vehículo. En el viaje, puedo sentir la emoción y la curiosidad recorriendo mis venas. Minutos más tardes enfoco mi vista en Evan. Parece tranquilo a diferencia de mí. Bueno, creo que cualquier persona se vería más calmada si lo comparamos en este momento conmigo.

Pierdo la noción del tiempo por unos segundos y fue entonces donde noto que ya hemos llegado. Todo se ve muy bello. El campus, el edificio reluciente, alumnos felices volviendo de las vacaciones saludando a sus amigos. Todo parece perfecto, lo cual hace que mis nervios bajen.

— ¿Genial, no?

— Tal vez consigamos hacer amigos.- Respondo en forma graciosa. No lo voy a negar, una parte de mi ve una mínima posibilidad de hacer amigos nuevos.

Evan estaciona a unos metros de la entrada. Gracias al destino, a ambos nos toca los mismos horarios, no me imagino que hubiera pasado si no. Sería como un gatito en un salón lleno de leones.

Bajamos del auto y nos dirigimos hasta nuestra aula de primera hora, historia. Amo historia, creo que es genial saber hechos del pasado y compararlos con lo de la actualidad. Me fascina. Evan en cambio, lo detesta. Y claramente no se esfuerza en ocultarlo. Estuvo hablando de cuanto odia esa materia en el transcurso en el que llegamos.

— Es decir, piensa lo acosados que deben sentirse esas personas, dejen sus historias y sus vidas en paz. A mí no me interesa, y estoy seguro que a ellos tampoco les interesaría saber de la mía...- Dice con seguridad.

— Eh, no creo que sea tan así es decir...- Y no pude terminar mi oración ya que había chocado con alguien. Ya sé, denme un Oscar a la mejor idiota.

"— Tranquila nena..." Escucho una voz masculina a mis espaldas. Siento que al ver a la persona desconocida, conocería a mi primer enemigo del instituto.

Decido rendirme y girar la vista. No está solo. Son tres. Mierda.

Es alto, pelo negro y muchos piercings. Típico estatus de chico malo. Bueno, sus amigos tampoco quedan lejos de esa categoría. Una chica de pelo oscuro con puntas azules y un joven castaño pero su vestimenta era a base del color negro (que desde mi punto de vista parecía el más inocente del grupo), se ríen de mí y de mi reacción ante la situación, que seguro se puede ver desde China.

— Oh, lo siento.- Digo.

Siento como los tres penetran su mirada en mí. Como si el no haber respondido con temor o nervios fuera algo grave. Pues claro, se supone que aquí ellos son los rebeldes y una nueva, poco sociable y con una reputación de "nadie me conoce" les responde indiferente, debe molestarlos. Fue algo verdaderamente incómodo.

Estoy tan ocupada sintiendo el temor de lo que ocurrió, que he olvidado por completo que Evan se encuentra a mi lado.

— Molly, mejor vámonos.- Sugiere mi amigo tomando mi hombro.

No digo nada, solo accedo a irnos. Claramente dejando la gran pregunta de qué hubiera pasado de lo contrario.

Ya encontrado el sitio donde nuestras clases comenzarán, tomamos asiento y comenzamos a hablar de lo sucedido. Evan teme que entren en nuestro salón. Pero como en esta historia no son como en los cuentos de hadas, lamento informarles que sí. Compartimos clases con ellos.

Se ve que no olvidaron lo sucedido minutos anteriores, y deciden sentarse cerca nuestro. Bueno, cerca mío. Los tres se sientan en hilera a mi derecha. Sin dejar de observarme, noto como sueltan risas y comentarios entre ellos, seguro sobre mí.

Empieza la clase y aun noto sus miradas. Me siento algo incomoda. Por un segundo pienso en cómo probablemente se sienten los animales en los zoológicos. Si, acosados. No lo pude contener y les hable con un poco de enojo, ironía y molestia.

— ¿No quieren sacarme una foto ya que me miran tanto?

Al escuchar mi pregunta, los tres giran la cabeza. Ya a esta altura, sin necesidad de hacerlo "disimuladamente". La chica que se encentra literal a mi derecha, saca el celular de su mochila y escucho el click que hace al presionar la pantalla. Se tomaron muy en serio lo que dije.

Solo se rieron y el que parecía más inocente del grupo se animó a responder.

— Guau... Esta chica tiene actitud. ¿No creen?- Dice provocando que sus amigos aporten algo a su comentario.

— Comparto tu opinión querido Max, pero es como que su intento de rebeldía está cubierta por lágrimas y miedo.- Dicho eso, la chica hace un gesto de aceptación. Como si lo que dijo su amigo fuera cierto.

¿Disculpa? ¿Cómo que estoy cubierta de lágrimas y miedo? ¿Acaso me conocen? No saben nada de mí.

— ¿Que les hace pensar eso?- Pregunto algo chillona. Fue en ese entonces donde siento alguien que me llama a mi izquierda, Evan.

— ¿Porque hablas con ellos?- Susurra.

No pude procesar la pregunta, ya que del otro lado la chica había comenzado a hablar.

— Bueno, el hecho de que hables con él... -Refiriéndose a Evan- ...Un chico nuevo que a diferencia de ti pronto se hará popular, te hace ver débil e insegura.

"...A diferencia de ti...", okey, eso me dolió. ¿Insegura? ¿Insegura de qué? ¿Qué les hace pensar que será así?

— Es mi amigo. Si lo que tratan de decir es que me abandonará por nuevos amigos, están equivocados, él no es así.- Digo. Tratando de dejar en claro que de ser como ellos dicen, él no me haría eso.

— ¿Y cuánto crees que durará eso, cariño? La gente cambia.

— Jade tiene razón... Pero no del todo. Es decir, no tienes porqué quedarte sola.- Afirma su amigo.

— ¿De qué hablan?- Pregunto algo confundida. ¿Desde cuando hablo con rebeldes?

— ¿Quieres almorzar con nosotros?

No sé cómo toda esa discusión terminó en una invitación a almorzar con ellos.

No lo harás... - Dice mi cabeza. Pero algo dentro de mí quiere experimentar.

La verdad no sé qué fue lo que ocurrió en mi cabeza, pero sí. Acepté. No sé cómo hicieron, pero una parte de mi llegó a pensar que pronto quedaría sola. Que Evan haría amigos nuevos y se olvidaría de mí. No me quería que mi futuro en la escuela fuera así... Necesitaba hacer nuevos amigos y me aferré a los primeros chicos que conocí. Y olvide algo... A veces es mejor estar solo que mal acompañado.

Evan. |En Edición|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora