Evan. |En Edición|

Capítulo 36 - Último Capítulo.

AHORA

           

Mis días aquí comenzaron por fin a serme indiferentes. He dejado de ver a mi amigo por todos lados, Lu dejó de "verlo", comencé a llevarme bien con Logan. Ya superamos el tema de que no quiere decirme porqué Jason vino y comenzamos a hacer las pases. Supongo que era cuestión de tiempo, tal vez comience a sentirme mejor y con suerte, salir de aquí.

Es hora del desayuno. No tardo mucho en levantarme, estos últimos días no me fue tan complicado el hacerlo. Tomo un vaso de café y una dona, lo único bueno de este lugar es la comida. Me siento con Logan y charlamos de nuestras desgracias.

— Entonces... ¿Cómo has terminado aquí? - Sé que el ver a tu amigo morir es algo realmente fuerte, pero para llegar a locolandia tiene que haber algo más.

Mientras devora una de sus donas con chocolate se acomoda en la silla. — Jade quedó traumada. Ver una muerte es mucho, pero que la sangre de esa persona cubra tu cuerpo fue demasiado para ella. No lo soportó y comenzó a tener ataques de pánico, en todos lados...- Suspira y le da un último sorbo a su vaso. — Un día la encontré cortándose.

Le duele, y lo entiendo. No puedo imaginar mi cuerpo cubierto de sangre de otra persona. — ¿Y tú? ¿Qué fue lo que ocurrió contigo para que termines aquí?

— Prefiero no hablar de ello.

No sé qué ha ocurrido con él, pero prefiero no seguir interrogando. Cambiamos de tema y volvemos a hablar sobre lo deliciosas que son las donas aquí.

El resto del desayuno transcurre normal hasta que abren las puertas principales. Nunca lo hacen salvo que haya un nuevo paciente. Y así fue.

Logan se levanta. — Jade...

— ¿Logan?

No puedo evitar sentir algo de alivio el ver que siguen juntos cuando se abrazan. Ni siquiera en medio de una tormenta se separan, me hubiera gustado una historia así. Ambos están llorando, no logro saber si es de felicidad o tristeza, han pasado por tanto que no me sorprendería que fuera por ambas.

Una enfermera se acerca a la chica con una tarjeta en la mano. — Bien, Maxwell. Tu dormitorio es el 215.

Al lado del mío... Eso me hubiera molestado en un pasado, ya no. Tardé mucho en descubrir que ellos no eran el enemigo.

No dejo de pensar en lo que Logan me ha dicho. Si bien mi rutina aquí ha mejorado, no he podido descansar del todo, Max aparece tanto como Evan lo hacía en un pasado.

No dejo que Jade me vea, sería muy fuerte para ella, prefiero que Logan le avise de mi presencia aquí. Salgo de la sala y busco a mi doctora.

— ¿Podemos hablar un momento?

Asiente al instante. Es una de las pocas veces que la he buscado para hablar. Es un gran paso para mi estado.

Entramos a su oficina y no doy tiempo a sentarnos. — Max murió. - Suelto mientras camino por todos lados.

— Lo sé. - Confiesa. — ¿Cómo te sientes?

La observo de pies a cabeza. — Lo sabías. ¿Lo sabías?- Cuestiono molesta. — ¡Se supone que quieres ayudarme!

— Es lo que hago.

Comienzo a llorar. — No, claro que no, ocultarme las cosas no me ayuda.

— ¿Por qué lloras?

Por fin tomo asiento e intento mantener la calma. — Estoy cansada de perder gente. — Digo sollozando. — Max, era un idiota. Una de las peores personas que he conocido en toda mi vida y sin embargo...