Capítulo 32

110 28 3
                                    

ANTES

           

Jason se ha quedado dormido luego de ver una película. Me resulta gracioso y tierno el tenerlo acostado en mis piernas. Teniéndolo aquí, me cuestiono como me sentiría si fuera otra persona en vez de él.

Ya han pasado unos meses desde que empezamos a salir pero para mi ha sido una eternidad.

Mis padres aún no llegan, lo cual me alegra ya que no quisiera mentirles con respecto a mi ánimo. Dijeron que llegarían tarde, no tengo en claro que es "tarde" para ellos.

Cuando por fin siento mi cuerpo caer en sueños, mi teléfono comienza a sonar. Intento contestar rápido para no despertar al chico.

Mi corazón vuelve a nacer cuando escucho del otro lado del móvil que el celular de mi amigo ha encendido.

— Puedes venir a recogerlo cuando quieras. - Dice el hombre.

No planeo esperar, necesito saber que hay en él. Despierto a Jason y le explico la situación. No quiero empezar esta clase de... Aun no sé cómo llamarlo. En fin, no quiero empezar mintiendo. Él y Frank son los únicos que saben con detalle mi versión, la verdadera.

Oh cierto, Frank. Tengo que avisarle. No sería justo. — ¿Puedes llevarme?

— Seguro. - Afirma el chico.

Subimos a su auto y partimos hacia allí. Debo pedirles a mis padres que me enseñen a conducir. Si supiera, hacer rato me hubieran dado el carro.

Evan intentó una vez enseñarme a conducir. Casi me llevo un perro por delante. Desde ese entonces rechazo la idea de manejar. Pero si voy a estar haciendo estos viajes inesperados necesitaré un par de clases.

El viaje no fue tan largo como esperaba, retiramos el celular. Decido esperar para ver lo que hay dentro de él, no estaría bien mostrarle solo a Jason y no a Frank. Él también me ha apoyado y si lo ve uno, lo ven los dos. Así que sin dar más vueltas, nos dirigimos a Mimmo's.

En el camino le explico la historia de este lugar. El porqué es tan importante para mí, y porqué Frank es como de la familia.

Me alivio al escuchar su respuesta, en ningún momento hace énfasis en mi amigo. Si esto funciona, deberá entender que él nunca se irá de mi mente, o de mi vida.

Llegamos y mi amigo ya está cerrando. Salgo del vehículo y corro hacia la puerta del local. — ¡Frank!- Grito.

Para mi suerte me oye y no tarda en abrirnos. — ¿Todo está en orden?

Antes de comenzar a hablar recuerdo que necesito hacer una presentación. Ninguno de los dos se conoce. — Él es Jason, él es... - Bueno, aquí es donde entro en un agujero sin salida. Ya lo he mencionado antes, no se concretamente cual es la relación entre ambos.

— Su novio. - Continúa mi frase.

No puedo evitar ponerme como un tomate y dibujar una pequeña sonrisa al oír eso. Nunca he tenido novio, es algo nuevo para mí. Siempre creí que terminaría sola, o con Evan. Aunque la segunda opción era menos probable.

Frank deja en evidencia su reacción al mostrar su gran dentadura. Supongo que él también creía que terminaría más sola que un potus. Si, los potus están solos.

De acuerdo, necesito dejar de pensar en ello, vine por otra razón...

— Tengo su celular. - Digo rompiendo el silencio que de a poco se iba formando.

Abre los ojos y nos observa a ambos. — ¿Lo han visto?

— No aún, no lo vería sin ti. - Confieso.

Me devuelve una sonrisa. — Pues no esperemos más. - Suelta y cierra por completo el bar de forma que nadie nos interrumpa.

Y aquí estamos, los tres sentados como niños en el suelo encendiéndolo, como si fuera él. Debo admitir que hasta unos segundos no estaba nerviosa pero, el solo pensar que algo de lo que esté aquí pueda incriminarme me pone los cabellos a flor de piel.

Todo está en orden, no hay nada fuera de lo común. En parte me siento algo decepcionada, creí que esto me ayudaría a encontrar a mi amigo, o al menos me daría una señal sobre él. Pero no,  solo es un pedazo de evidencia que si alguien lo encontrara me acusarían de cómplice, asesina, y Dios sabe que más.

Solo falta la galería de imágenes y podremos rendirnos.

— Esperen... ¿Qué es eso? - Pregunta Jason.

Bingo.

Fotos, muchas fotos. De Evan con Jade, Max y Logan es noche. Fotos de alcohol, de droga, de música, del lugar... Está vestido como en la descripción del cartel -Se busca-, no puedo negar el hecho de que me rompe el corazón ver a mi amigo en estas fotos. Pensar que esas serían sus últimas fotos...

Seré honesta, me resulta raro ver que no hay fotos mías. Yo estuve allí, con todos ellos. Bebí y bailé con esas personas y sin embargo, no aparezco en ninguna imagen.

— Tienes que llevar estas fotos a la policía. - Suelta Frank, a lo cual mi novio. (Dios, eso suena muy raro, pero me gusta.) Asiente.

— No lo haré.

Ambos me miran estupefactos. — ¿Por qué no?- Preguntan al unísono.

— Porque... Yo también estuve allí. - Vuelvo a mirar las fotos. — No son estúpidos, dirán que estuve con ellos.

Frank suspira. — No lo sé, Molly. Deberías considerarlo, la evidencia es una y la tenemos nosotros. - Dice señalando al móvil.

Supongo que tiene razón, aunque ellos digan la verdad, no habría forma de inculparme. Creo que debería pensar bien antes de actuar. No habría evidencia. Aunque, eso sería hacer trampa, Jade y Logan pagarían por algo que no hicieron.

Soy una hipócrita. He estado todo este tiempo diciendo que soy la culpable, y cuando creo que no, culpo a los tres mosqueteros. La pareja feliz no hizo nada, son tan inocentes o culpables cómo yo, estamos en la misma bolsa.

Nos despedimos de mi amigo y Jason me deja en casa. Tomo confianza y lo saludo con un beso en los labios, ya lo hemos confirmado, estamos juntos, debo acostumbrarme a ser más extrovertida con él si va a ser una relación.

Para cuando entro a mi hogar, mis padres están charlando en la sala de estar mientras buscan una película para ver. Me invitan pero se los niego, no quiero arruinarles su aniversario, se ven muy lindo juntos.

Me dirijo a mi habitación y no tardo en encender mi computador para ver que hay en el pendrive que encontré en la caja de mi amigo.

Luego de la carta ya no sé qué esperar. Sé que no he hablado mucho de eso, pero significó un mundo para mí. Nunca me escribieron nada, y la única vez que lo hacen no tengo oportunidad de responder. Me siento terrible porqué en el fondo sé que es culpa mía el que él no esté aquí para oír mi verdaderos sentimientos. Más lo pienso y más cosas se me ocurren para decir, irónico porque nadie las escuchará.

Para mi sorpresa, en el pequeño aparato solo hay fotos. Pero no son cualquier foto, son de navidad, pascuas, cumpleaños, todo. Cada foto que me he sacado con Evan, están aquí. Cuando digo todas, son todas. Tantos recuerdos inundan mi cabeza. Sé que esto me hace mal, sé que me lastima, pero es la única forma que hará que abra los ojos de una maldita vez.

Evan, te prometí ser amigos por siempre. Haré lo que sea para que sea donde estés, encuentres paz y justicia.

Paso las fotos a mi computador e imprimo todas. Las coloco en un sobre y me escapo por la ventana. Son las once de las noche, mis padres me matarían si supieran que saldré sola. Solo me dejaban cuando estaba con Evan...

Si tienen curiosidad, me dirijo a la estación de policías. Considerando que no tengo vehículo ya tengo en cuenta que tardaré un rato, alrededor de treinta minutos. El terror y la ansiedad de caminar en la oscuridad sola, hace que me cuestione mil veces si esto es lo correcto. Pero nada me detiene.

Estoy en la puerta, y no estoy segura de lo que estoy haciendo, pero algo dentro de mí sabe que aunque eso me hacer caer con ellos, esta es la única forma de que ellos sean detenidos.

Dejo el sobre en la puerta de la estación y me vuelvo a mi casa.

Evan. |En Edición|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora