ANTES
No entiende. Toco una y otra vez el mismo botón, pero no recibo nada. Está en perfecto estado y aun así no muestra señal alguna.
¿Sabía que no encendía?
¿Fue una clase de broma para que me ilusione?
Jason entra al dormitorio, supongo que he tardado mucho en bajar. Ya esta vestido para salir, lleva unas zapatillas negras, unos pantalones rotos negros y una camiseta gris. A este chico le queda todo bien.
— ¿Todo está en orden? - Pregunta mientras se sienta en la cama.
Se supone que iríamos a caminar para "relajarnos". Pero no puedo hacerlo si este aparato del demonio no prende. Dios, acabo de sonar como mi madre. En fin, no puedo estar tranquila así.
— No, de hecho... - Le entrego el celular de Evan. — No enciende. - Suelto exhausta y me dejo caer en la cama a su lado. No pretendo nada fuera de lo normal, pero toda esta situación me pone tensa.
¿Por qué Logan me daría un celular que no prende?
— Tranquila, conozco un lugar donde podrán hacerlo revivir.
Escuchar eso me calma. No se que habrá en ese móvil, pero es mejor que nada.
Tomamos mis cosas y comenzamos a ver donde nos lleva el viento. Dando círculos por las manzanas del pueblo llegamos a mi casa. Logro ver a mi madre husmeando por la ventana.
<< Que vergüenza...>>
Me volteo para ver a Jason. Por supuesto que la vio, pero decide ignorar el hecho de que tenemos observadores y deposita un beso en mi frente. Me alivia el que se haya despedido de esa forma, si de mí hubiera dependido hubiéramos estado unos minutos en plena incomodidad.
— Ahora llevaré a nuestro amigo a que lo revisen. - Dice mostrando el Iphone.
Me limito a agradecerle con un abrazo.
— ¿Quieres que pase por ti mañana? Podemos ir juntos a clases si quieres.
Pienso una y otra vez en mi cabeza cómo si fuese la pregunta más difícil del mundo. Solía ir con Evan a la escuela, el pasaba por mí. Necesito ir desapercibida y no me ayudará ir con el chico más rebelde.
— Gracias, pero creo que iré caminando. Me hará bien estar sola. - Consigo decir.
Accede y se despide. Me dirijo a la entrada, temo ser interrogada por mi madre al ingresar pero, a estas alturas ya nada puede ser peor.
Y allí está, simulando que está leyendo. — ¿Como la pasaste?
Me río por lo bajo. Pero mi sonrisa desvanece en el segundo que pienso en él. — ¿Cómo lo haces?
— ¿De qué hablas?
— Me refiero a... ¿Cómo es que actúas tan normal sabiendo que Evan no está?
No comprendo. Era como un hijo para ella, lo sé. Al igual que la madre de él me quería como una hija también. No me entra en la cabeza como es que esta mujer sigue con su vida perfecta y reluciente sin haber hablado de él. Lo único que ha salido de su boca con respecto a esto fue decirme que había desaparecido.
— Molly, es un tema delicado y lo sabes.
Me siento a su lado en el sofá. — Es que no lo entiendo. Pensé que él era un hijo para ti.
Sus ojos se cristalizan. Juraría que puedo reflejarme en sus ojos de lo húmedos que están. No puedo evitar hacer lo mismo cuando noto que está llorando. — No todos afrontamos las cosas de la misma manera, cielo. - Dice y noto el nudo en su garganta. — Creo que todavía no pierdo las esperanzas de que volverá.
<< Yo tampoco...>>
No respondo. Me inclino y la abrazo.
<<Hey Molly, otra pregunta... ¿Hasta cuando seguirás con tus mentiras?>>
Te odio cabeza.
Me levanto de inmediato. No puedo creer lo hipócrita que estoy siendo en estos momentos.
— Necesito tomar un baño.
Asiente e intenta disimular sus lagrimas y rostro colorado.
No digo más y subo hasta llegar al baño. Dejo que el agua toque cada centímetro de mi cuerpo para camuflar la culpa que me cubre. No ayuda.
Lleno la bañera y me recuesto para relajarme. Me es imposible no pensar en nada, no se como pero, al intentarlo ya estoy pensando en Evan.
El esmalte de mis uñas resaltan en el agua, intento pensar solo en ellas para disfrutar el resto del baño, pero no resulta así.
Tomo una toalla y me dirijo a mi dormitorio. No puedo evitar ver el retrato de Evan y yo que me regaló para año nuevo que se encuentra al lado de mi cama. Siempre adoré esa foto, allí estamos, una niña y un niño de ocho años, felices, sin preocupaciones, siendo niños...
Aun recuerdo ese día.
FLASHBACK
— ¡Atrápame Molly!
Risas por allá, risas por acá. Todo es sumamente divertido. Subimos y bajamos las escaleras mientras nuestras madres nos regañan por ello.
— ¡Niños, Santa ha llegado! - Grita mi madre desde la sala de estar.
Evan me mira, yo lo miro, nos miramos y nos empujamos para llegar primero al árbol. Están todos, los padres de Evan, Noah o como yo lo llamo, hermano molesto de mi amigo, mi hermana Kathie, mis padres y sus amigos, es decir gente aburrida.
El árbol está repleto de regalos. — No sean bestias y abran los regalos bien. - Suelta el padre de mi amigo. — De seguro Santa se esforzó en cubrir con papel regalo.
Todos se ríen menos nosotros tres. No nos interesa y abrimos todo como leones hambrientos.
De todo, autos, muñecas, disfraces... Santa se ha esmerado este año. La cena resulta ser muy divertida, Evan me presta sus autos y competimos por cual llega primero al plato de Noah.
Cuando nos permiten abandonar la mesa, me dirijo al árbol. Está hermoso como todos los años, tiene muchos colores y nunca falta la estrella que confeccionamos con mi amigo.
— ¡Molly! - Oigo desde atrás. — ¿Qué haces? ¿Encontraste más regalos?
Me río. — No tonto. Santa solo pasa una vez, jamás se olvida regalos, si lo hiciera todo sería un caos.
Ambos reímos como focas.
— Oye... Te he hecho un regalo.
— ¿Un regalo?
Susan aparece de sorpresa y grita. — ¡Se ven tan tiernos disfrazados! - Apunta con la cámara. — Sonrían...
Ambos posamos y ella se marcha. Luego le pediré que me pase esa foto, me gusta mucho mi vestido de princesa.
— Bueno, no es mejor que el de Santa pero... - Dice y extiende su mano.
Es un collar. Tiene forma de llave, con una rosa en una esquina. Es muy bello. Lo miro. Definitivamente es mejor que el señor Noel. — ¿Hablas en serio? ¡Es el mejor regalo de todos!
— ¿Seremos amigos para siempre?
Lo abrazo. — Siempre.
FIN DEL FLASHBACK.
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Evan. |En Edición|
Mystery / ThrillerMolly Smith es una joven de dieciséis años que junto a Evan, su mejor amigo de toda la vida, llegan a un nuevo instituto. Ser los nuevos no es nada fácil, más aún cuando tu amigo es super social y tu no. Molly toma malas decisiones para no quedarse...