AHORA
Abro los ojos. Desearía no haberlo hecho cuando veo que sigo en el mismo lugar. No es mi dormitorio pero es la enfermería. En fin, mismo sitio diferente sala.
No estoy sola, la doctora Morguet me está observando. Me está incomodando un poco. No tardo mucho en notar que llevo las manos atadas.
— ¿Qué es esto?
Da un gran suspiro. En todo este tiempo nunca he visto a esta mujer con tal frustración en su rostro. — Para que no te lastimes... O a otros.
— ¿De qué habla? No he lastimado a nadie.
Comienza a anotar en su estúpida libreta. — Intentaste golpear al enfermero.
— ¿Usted no lo haría si la intentan tocar?
— Si, pero tú estás en una situación donde cualquier actitud fuera de lo esperado será tomada con medidas en las que los calmantes son aprobados. - Se defiende.
No llegaré a ningún lado discutiendo con esta mujer. — De acuerdo, lo lamento. Lamento todo lo que le he dicho. Es que... - Sé que estoy arriesgando mucho al decir esto pero, ya estoy atada. No puede haber nada peor. — Lo veo en todos lados. Lo extraño. Extraño sus abrazos, sus consejos, sus chistes malos; cada centímetro de él aún está presente en mi cabeza. Y por más tratamientos que me hagan nada hará que deje de verlo.
Su gesto de frustración se convierte en una sonrisa al oír mis palabras.
Se levanta y suelta las cintas en mis brazos. No eran lo suficientemente fuertes como para evitar que salga corriendo, pero es bueno que haya sido ella y no yo quien las haya quitado. — Me alegra escuchar decir lo que piensas. - Dice mientras vuelve a su silla. — Estás perdonada por cierto.
Me limito a sonreír.
— Dime, ¿Cómo te sientes?
Voy a comenzar a hablar hasta que veo a un chico. No logro notar quien es por el vidrio que es muy... Dios santo.
<< Déjà vu >>
"Analizando el panorama, puedo ver a un chico. No logro reconocerlo debido a la opaques del vidrio, pero supongo que esta por la misma razón que yo..."
El primer día que llegué, había visto a un chico. No había logrado descifrar su identidad, pero si había notado que era el único que parecía de mi edad, supongo que por eso llamó mi atención. No supe en ese momento quien era, hasta ahora.
— Doctora, necesito ir al baño. -Miento.
Suspira. — Bien, te espero aquí y continuaremos esta charla.
Asiento y salgo corriendo.
Se sentó a dibujar, y ahora está escogiendo los lápices que usará. Hasta que me ve.
No sabe a dónde ir, y aun así se levanta. Corro y le agarro el brazo delicadamente, lo último que necesito es que alguien diga que he maltratado a otro paciente. — ¿Qué haces aquí? - Le pregunto alterada.
Se supone que debo estar alejada de personas que conozco y traen a este idiota.
— Molly... - Oigo a la doctora Morguet acercándose. — No sabía que conocías al señor West.
— Prefiero que me digan Logan. - Suelta.
Lanzo una mirada asesina. — Es el de mi historia. - Le informo.
Noto el momento incómodo que se va creando entre todos, peor para ser honesta lo último que siento es incomodidad. Estoy furiosa. — Creo que es mejor que volvamos a la enfermería. - Sugiere.
Le hago caso, de no hacerlo esto podría terminar muy mal.
— Entonces... De seguro querrás saber cómo me siento con que él esté aquí. -Suelto mientras vuelvo a la camilla.
— Creo que deberíamos hablar más del episodio de hace unas horas.
Le dije que su intención no era ayudarme, sé que no es así. No fui del todo honesta así que si quiero estar bien necesito decirle toda la verdad. ¿De qué otro modo me ayudará si no?— Lo besé. ¿De acuerdo?
Luce sorprendida por mi confesión y anota en su libreta. — ¿A Logan?
— ¿Qué? ¡No! Me refería a Evan.
— Claro, pero eso ya lo has contado, tengo anotado que por un reto ustedes...
— No me refiero a esa noche. - Suelto sin más. — Yo n-no sé cómo llegamos a eso. Pensamos que sería solo un beso pero...
— ¿Pero...?
No puedo evitar sentir un nudo en la garganta al decir esto. — Me sentí fatal cuando no me fue indiferente. No fue los nuevos amigos lo que nos distanció, fue eso. No quise confundir las cosas... Irónico ya que eso ocurrió en el momento que se nos ocurrió es idea. - Suelto con una sonrisa vaga.
— No elegimos de quien enamorarnos.
Ya no escondo mis lágrimas. — ¿Por qué no me dejó preguntar por él?
— Porque no te ayudará.
Ya a estas alturas no distingo concretamente lo que me hace bien del mal. — ¿Usted como sabe eso? Ni yo lo sé.
Cierra su libreta y se levanta. —Tu ganas, vamos.
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Evan. |En Edición|
Mystery / ThrillerMolly Smith es una joven de dieciséis años que junto a Evan, su mejor amigo de toda la vida, llegan a un nuevo instituto. Ser los nuevos no es nada fácil, más aún cuando tu amigo es super social y tu no. Molly toma malas decisiones para no quedarse...