*esperen la señal*
Lluvia en Cuidad Dominó. Algunas personas corría por cubrirse de ellas, otras corrían para llegar a sus hogares y ponerse ropas secas y cómodas; mas una chica con un paraguas sobre ella y otro a la mano caminaba hacia el instituto escolar de la ciudad.
Maya caminaba hacia la preparatoria para evitar que su amor prohibido corriese bajo la lluvia. Mientras caminaba, lloraba en silencio recordando la escena que vería al llegar ahí.
Al llegar al portón, las lágrimas casi se escapaban de sus ojos llorosos al ver a Yugi y Tea hablar. Sabía de que era la charla; pero él sólo verlos juntos le partía el alma sabiendo que lo de ellos era correspondido. Secó con rapidez sus lágrimas, respiró hondo y mostró una sonrisa para luego ir con ellos.
- Yugi! - dijo Maya sonriendo - Hola Tea!
- Hola Maya! Qué haces aquí? - preguntó Tea. Ambas chicas se habían presentado al día siguiente de la llegada de Maya.
- Pues vine para darle un paraguas a Yugi - contestó la pelicastaño dándole el paraguas a Yugi.
- Gracias Maya. Bueno Tea, te vemos mañana a las 10 de la mañana en la estación Domino. Gracias Tea - dicho eso, el tricolor abrió su paraguas y se fue con la chica de lentes.
- Yugi, porque dijiste "vemos"? - preguntó Maya.
- Recuerdas lo qué pasó anoche? - dijo Yugi haciendo que Maya regresara mentalmente a la noche anterior.
[...]
Maya, luego de terminar de lavar los platos, se despidió del abuelo y la mamá de Yugi para irse a dormir.
Cuando estaba por entrar a su habitación temporal, alguien la llamó.
- Yugi? Qué haces aquí? - preguntó Maya.
- Verás Maya, necesito hablar contigo. Ven - Yugi tomó la mano de Maya y la llevó a su habitación ignorando que su acción hizo sonrojar a la chica.
- De...de que me quieres hablar? - cuestionó la pelicastaño aún con el rubor en sus mejillas.
- De hecho, no soy yo el que quiere hablar - en ese momento, el rompecabezas brillo y el espíritu residente en él hizo aparición.
- Deseo hablar con ella - dijo de forma seria el espíritu del rompecabezas señalando el anillo de Maya.
La chica se tensó y sintió escalofríos en su espalda, mas la cálida mirada, sumada a una dulce sonrisa, del espíritu del anillo la hizo relajar y cambiar de lugar con ella.
- Aquí me tienes - dijo el espíritu del anillo con los brazos cruzados e igual de seria que el hombre frente a ella.
- Tú poder...es casi inconmensurable...dame tu identidad - dijo el tricolor mayor de forma autoritaria.
- Me temo que no puedo responderte. Eso se debe que ni siquiera se quien soy - esa contestación dejó asombrado al espíritu del rompecabezas - Más si te puedo decir que, al igual que tú, resido en el artículo que posee esta niña.
- Ya veo...no siento malicia en ti, no tinieblas en tu alma, apartando lo de los poderes que posees...de ser así según tus palabras, como debo llamarte?
- Puedes llamarme Miyu...y tú? No me has dicho quién eres, a todo esto.
- Temo que estoy en las mismas que tú; pero llámame Yami - terminado de hablar, y con una sonrisa cálida, ofreció su mano hacia Miyu. Ella, con el mismo gesto en su rostro, aceptó su mano y ambos se sentaron en la cama del pequeño tricolor para comenzar a charlar de lo poco que sabía de si mismos hasta que la mujer cayó dormida sobre el hombro del hombre tricolor.
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Vínculo Milenario
Hayran KurguDos eternas amigas Dos eternos rivales Doble pareja que deberán enfrentar al mal una vez más "Si esta leyendo esta historia en cualquier plataforma que no sea Wattpad, probablemente corre el riesgo de sufrir un ataque virtual (malware y virus). Si q...