Phoenix

9. Relaciones tensas

-Esta marca no significa que seáis Omegas a partir de ahora, pero seréis tratados como tal hasta que ésta desaparezca de vuestra piel-dijo mi Alfa, como fin de fiesta.

Tras unos tensos minutos, miró a su manada y habló de nuevo.

-Ya que estamos todos aquí reunidos, queremos anunciaros de que esta tarde comenzará el Festival de Verano que habíamos estado tanto tiempo esperando. Durará toda la noche y finalizará dentro de dos días, el viernes. Toda la información está colgada en el tablón de la Plaza Mayor, muchas gracias a todos por venir.

No habían dicho mi nombre durante el acto, pero pude notar muchos ojos sobre mí cuando los Alfas desencadenaron a los tres chicos y les dejaron marcharse, ensangrentados y empapados de sudor. Justo cuando la gente comenzaba a dispersarse, alguien llegó a mi lado.

-Menudo espectáculo, ¿eh?-comentó Kyle, cruzado de brazos, con una expresión impresionada en el rostro. Llevaba unos vaqueros negros y una camiseta del mismo color. Parecía que iba de luto.

Antes de que pudiera responderle, mi atención se vio desviada hacia mis padres, que se habían girado para saludar a alguien más que se había acercado a ellos. Comprobé con un bufido interno que eran los padres de Chloe y que ella les acompañaba. Nada quedaba de aquel vestido negro de la fiesta de Logan; llevaba un vestido de flores que le llegaba por las rodillas y su maquillaje no era excesivo, sino más bien natural. Lógicamente, no iba a hacerse ver en público con sus padres igual que lo hacía cuando se iba de fiesta. Podía imaginarme lo que pensarían sus padres de su vestimenta.

-¡No sabía que estábais aquí! Me alegro mucho de veros-les saludó mi madre, abrazando a la de Chloe.

-Chloe no nos había dicho nada de que estaríais en el acto tampoco-confirmó Martha, acercándose a mí para darme un abrazo-. Pobre chica, qué hijos de puta que son algunos chavales, de verdad.

Con el corazón acelerado, vi cómo mi madre abría la boca para responder, dispuesta a decirle que esa chica era yo. Le di un pequeño puntapié y, cuando me miró con el ceño fruncido, le miré significativamente para que se callara. Al desviar la vista hacia Chloe, me di cuenta de que ella también había notado mi mirada: estaríamos enfadadas, pero nos conocíamos desde hacía mucho.

-Os vais a quedar por aquí un rato, ¿chicas?-nos preguntó entonces Martha, tras compartir unas palabras con mis padres.

Yo no me molesté en mirar a la que se supone que era mi mejor amiga, y estoy segura de que ella hizo lo mismo que yo.

-Lo siento, Martha, he quedado con alguien ya.

Y tras despedirme fugazmente, me giré y cogí del brazo a Kyle, que hablaba con un nervioso Hunter.

-Vámonos de aquí, por favor. Rápido-les susurré, caminando lejos de mis padres.

-Espera, Kay. Mis padres quieren conocerte-dijo entonces Hunter, con una mano en la nuca.

Está bien, no había pensado en el factor "padres" todavía, pero desde luego no estaba preparada para conocerles. Es más, había evitado que mis padres conocieran a Hunter cuando estaban a pocos pasos de distancia.

-¿Qué? Pero...

-Ya, ya lo sé. Pero están muy pesados con eso y no creo que pueda posponerlo mucho más-se excusó él, gestualizando en exceso, con una mirada nerviosa.

-Primero, vamos a alejarnos de aquí, por favor-insistí, entre dientes, viendo a mis padres y a Chloe por el rabillo del ojo.

Cuando conseguí mover a los dos chicos hacia la ciudad, fuera de las garras de mis padres, conseguí hacerle caso a Hunter.