El Dios del Engaño

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Spoilers: La primera de Thor

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Cuando oíste la voz de Loki solicitando la ayuda de los guardias, supiste en ese mismo instante que algo iba muy mal.

Hacía muchísimo que estabas al lado de Loki. Pese al rechazo por parte de Odín y las súplicas de su madre, Loki te tomó como esposa, aún a riesgos de ser señalado por casarse con una mujer que no era asgardiana, y amenazó con marcharse para siempre contigo si no podía estar junto a ti en Asgard.

Al final, y aunque algo modesta para un principe, os desposasteis en palacio y fuisteis muy felices por muchísimos años.

Sin embargo, desde hacía un tiempo Loki no era él. Siempre había sido travieso y gustaba hacer enfadar a su hemano, pero las bromas eran cada vez más sádicas y en lugar de hacerlo por diversión, empezaste a ver una malicia en sus ojos que antes no estaba.

Sin embargo esa última semana había sido determinante, y ahora, mientras corrías hacía tu esposo para ver que ocurría, sabías que todo estaba a punto de cambiar.

Cuando llegaste a la sala de los tesoros unos soldados transportaban al Padre de Todos entre sus brazos. Parecía muerto, aunque sabías que se trataba del sueño de Odín. Buscaste a Loki con la mirada, y lo encontraste arrodillado en el suelo, con lágrimas en la cara y la mirada perdida.

-Mi amor...-te arrodillaste a su lado, buscando su mano, pero Loki la apartó. Jamás antes había hecho algo así. 

Le miraste con duda y algo de dolor en tus ojos por el rechazo, pero su mirada seguía al frente, con una expresión de infinita tristeza en su rostro.

- No soy como ellos...

-¿Qué qieres decir? 

-Yo...he nacido para ser rey...no soy...- Se levantó de un salto, sobresaltándote. Cansada ya de no poder entender la situación te pusiste de pie y le tomaste por los hombros. Ahora por fin te miraba, y por primera vez parecía ser consicente de que estabas allí.

-Ya no querrás estar a mi lado- Dijo con una sonrisa cargada de tristeza.

-Loki, no sé que te pasa y no consigo entenderte. Por todos los cielos, llevamos juntos más de 400 años. ¿Quieres hacer el favor de explicarme que cojones te pasa?

Él parpadeó algo sorprendido, luego con un suspiro de frustación te tomó entre sus brazos. Dejaste que estuviera así todo el tiempo que necesitara, hasta que notaste de nuevo como se separaba de ti para andar hacia los tesoros.

-Siempre supe que era diferente, que mi condición no era como el resto de asgiardanos...todos tan guerreros y luchadores. Mi madre me mostró su magia y fui muy aplicado en ella...pero ahora entiendo porqué mi padre siempre miró a Thor con más amor que a mi...

Te miró. No pensabas ni de lejos que Odín prefiriera a Thor antes que a Loki. Siempre fue justo por igual con sus dos hijos. Pero replicar en aquel momentos las palabras de tu marido podía ser imprudente, más aún cuando estaba abriendo su corazón.

-Soy...soy un gigante de hielo. Mi origen está en Jotunheim.

-¿Qué?

-Mírame!- Su piel empezó a mostrarse azul, llenas de marcas grabadas como a fuego, y sus ojos se volvieron de un rojo intenso.- Soy el hijo único de Laufey, y heredero del trono de hielo de un mundo que Odín destruyó.

Te acercaste a él al notar como empezaba a desestabilizarse de nuevo. Tomaste su rostro entre tus manos, pese a que Loki parecía luchar contra el contaco físico. Finalmente conseguiste que te mirara a los ojos: Y viste un dolor inmenso en aquellas pupilas de sangre.

Le besaste, Sentiste sus labios fríos, al igual que toda su piel, y aunque no parecía corresponder tu abrazo pareció calmarse al notar tu cuerpo contra el suyo. Tampoco te apartó y cuando rompiste el beso para mirarle a los ojos viste como volvían a estar impregnados de lágrimas.

-No importa quien seas, yo siempre estaré a tu lado. Te quiero.

Loki sonrió ante tus palabras, acariciando tu cabello. Nada podía hacerlo más feliz ahora que saber que no ibas a rechazarlo. ¿Cómo podía haber dudado? Siempre habias estado ahí para él.

- Thor ya no está aquí. Voy a ser el rey ahora que Odín está dormido, y tú serás mi Reina.- ahora fue él quien te besó, y mientras vuestras lenguas se unían sentiste como el calor volvía a su cuerpo, recuperando el aspecto de aquel hombre capaz de volverte loca.

Querías ayudar a Loki, no a gobernar Asgard, sino a salvarse a sí mismo y hacerle ver cuanto era amado por su familia...cuantas cosas habían vivido juntos y lo importante que era para ellos en aquella familia.

-¿Permanecerás a mi lado?

Le sonreíste, posando una de tus manos en su mejilla. Harías lo que fuera por él para hacerle feliz...aunque te hiciera daño a ti misma.

-Siempre.

Momentos: Loki y TúDonde viven las historias. Descúbrelo ahora