Momentos: Loki y Tú

El Dios del Engaño

 Parte 16 de ¿?

Spoilers: Thor: el mundo oscuro

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Los días continuaban en paz den Asgard, sin cambios ni contratiempos, hasta esa mañana.

Thor había ido a hablar con Heimdal y por alguna razón, había vuelto con Jane. Cuando te enteraste de lo sucedido, corriste hasta donde estaba la joven, la cual estaban revisando unas curanderas expertas.

Thor te vió entrar con preocupación. Ese día llevabas un vestido muy cómodo de color plateado, con decoraciones en verde esmeralda muy sencillas. Estabas cansada de los trajes presuntuosos para cada día, pero querías seguir llevando los colores de tu marido.

-Thor, ¿qué pasa? ¿Por qué está Jane aquí?

-No estoy seguro. Algo ha sucedido en Midgar mientras ella investigaba, y ahora parece que está enferma. Pero eso que le pasa...es poderoso.

Le miraste interrogante debido a sus palabras. Jane parecía estar maravillada con el sistema que estaban utilizando para oscultarla y no paraba de hacer preguntas, algo que te pareció encantador.

Habías conocido a Jane años atrás, en tu promesa a Thor en protegerla. No le contaste nunca quién eras, y tapoco os hicisteis amigas. Pero coincidisteis una noche en la que te pareció que un tipo sospechoso la seguía cuando salió del trabajo, e intercambiasteis un par de palabras. Le hiciste creer que estabas perdida, y no fue difícil usar tu encanto de vampiresa para hacerle ver que eras una buena persona y te ofreciera su ayuda, y de paso la acompañaste hasta su casa sana y salva. Después de aquello, le borraste la memoria para poder volver a ayudarla y ella no te relacionara con el anterior suceso.

Pero lo cierto era que, durante ese rato, viste en esa mortal una mujer muy fuerte e inteligente. Y no te extrañó para nada que tu cuñado estuviera tan enamorado de ella.

-La energía que porta en su interior...no sobrevivirá a ella. Miraste a la sanadora que acababa de hablar. ¿Qué narices había encontrado Jane en la Tierra?

-¿Acaso mis palabras no tienen ningún poder ni siquiera aquí? Te dejé bien claro que no podías traerla a Asgard. -Odín hizo acto de presencia, dejando a todos parados en su sitio con cara de estupidez. 

-Padre, ella está enferma.-

-Es algo muy común entre los mortales que lo estén. En donde debe estar hay sanadores que pueden ayudarla. Se llaman médicos. Son ellos los que la deben mirar. ¡Guardias!  Llevadla de nuevo a Midgar. Su presencia aquí es tan relevante como una cabra viva en una mesa.

Jane se incorporó indignada ante aquellas palabras para protestar. Pero tú diste un paso adelante claramente ofendia.

-Majestad...-Odín te miró con gesto severo, pero tú no bajaste la mirada-Con todos mis respetos, pero esta mujer es muy inteligente, y quizás deberíamos tener en cuenta su condición. Además, vos pensasteis lo mismo sobre mí siglos atrás cuando llegué, y las cosas no acabaron tan mal como todo el mundo se pensaba.-

Thor te miró casi horrorizado por tu atrevimiento hacia tu Rey, y Odín parecía también algo molesto, pero sonrió levemente. - ______, eres la esposa de uno de mis hijos. Te ganaste la confianza de mi Reina, de mi gente y también la mía. Pero no olvides que lo único que te ata aquí son los lazos matrimoniales que tomaste con Loki. Nada más. Y tú misma verificaste esto cuando te marchaste al creerle muerto.

Te mordiste la lengua y bajaste la cabeza, completamente dolida. Sabías que tenía toda la razón, y tú misma te habías buscado esas palabras.Pero por tu cabeza estaban pasando miles de cosas donde culpabas a Odín por como había acabado Loki. Sin embargo sabías que no podías decirlo en voz alta.

En ese momento, viste como varios guardias trataban de coger a Jane. Thor trató de detenerlos, pero de repente una gran fuerza surgió de la joven, echando a los soldados hacia atrás con fuerza. Odín, como el resto, la miró horrorizado. Y cambiando totalmente de idea, se llevó a su primogénito y a Thor para hablar a solas con ellos.

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-Jane esta aquí, en Asgard. Hay un poder en ella que por lo visto no es de su mundo.

Loki te miró con el ceño frundido, aún en silencio. Estabais tumbados en su lecho, desnudos, tras hacer el amor varias veces. Después de la extraña pelea que tuvisteis hace unas semanas, no volvisteis a sacar ese tema, e ibas a verle como siempre, como si nada de aquello hubiese pasado.

Loki tampoco hizo nada por hablarlo, y era tan cariñoso contigo como siempre. 

Os gustaba mucho tumbaros juntos después de vuestras sesiones de sexo. Muchas veces en silencio, mientras Loki te acariciaba los hombros y el brazo con ternura. A ti te encantaba apoyar tu cabeza en su pecho, sabiendo que podías estar así durante horas, a veces dormidos. A veces hablando de muchas cosas.

-Es extraño que mi pa....que Odín no la haya echado de inmediato.

-Ha sido precisamente por ese poder por el que sigue aquí, creo. Se han ido para hablar a solas, de modo que no sé mucho más.- Le miraste alzando tu rostro hacia él, y te sorprendió ver que estaba muy serio y pensativo.- ¿En qué estás pensando?

-En nada importante. 

-Vamos, ambos sabemos que eso no des verdad.

Loki sonrió, te abrazó con fuerza y te hizo girar hasta que quedaste encima de él. - Que esposa tan descarada tengo, que cuestiona de forma tan vil las palabras de su marido.

-Cuestiono todo lo que no me creo, que viniendo de ti pueden ser muchas cosas.

-¿Cuestionas cuando digo que te quiero?- Te soltó de solsayo, alzando sólo una ceja.

Sonresite con ternura y le besaste en los labios suavemente, como toda contestación. 

-¿Serías capaz de tener más información para mí? me aburro bastante aquí dentro y saber de chismes de palacio puede ser muy entretenido.

-Quieres que sea tu espía ¿no?. No te prometo nada pero si me entero de algo te lo diré.

Loki sonrió ampliamente, y ésta vez fue él quien decidió besarte apasionadamente.

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