Momentos: Loki y Tú

El Dios del Engaño

Parte 10 de ¿?

Spoilers: Primera película de los Vengadores

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Loki miraba aquel recipiente enorme de cristal endurecido donde le habían metido. Sabía que aquello estaba construido para otro ser, pero sin duda pensaban que ese sitio podría mantenerle encerrado.

Sonreía de forma socarrona mirando a la cámara que le estaba vigilando. No tardarían en ir a meterle presión, pero no tenía miedo. Eran  humanos. Y él....él era un Dios.

Un Dios que había caído en un avismo y había sufrido lejos de su hogar, confuso por sus orígenes, lejos de quien pensó que era su familia...y de su mujer, a quién echaba de menos con toda su alma. 

Todo lo sufrido y vivido sin ella le habían convertido en un hombre aún más duro, cínico y cruel. 

Estaba pensando como iba a seguir su plan cuando sintió una presencia.

Parpadeó extrañado y se giró. 

Y ahí estabas tú. Mirándole.

Justo cuando pensaba en ti. Tras tanto tiempo.. Y ahí estabas.

Ya no llevabas ropa Asgardiana. Vaqueros claros de pitillos con botas planas, un top rojo y una chupa de cuero. Llevabas los labios rojos y los ojos oscuros. Tu mirada estaba fijada intensamente en el hombre que seguía siendo tu marido...y a quien creías haber perdido ya hace tiempo.

-_____¿qué haces...?- Sus palabras murieron en sus labios, perdiendose en la visión que tenía delante. Se acercó al cristal, sin dejar de mirarte con esos ojos verdes que tanto amabas. Tú también te acercaste, aunque tu rostro seguía siendo serio.

-Volví a casa cuando te creí muerto....ahora pertenezco a un clan.

-¿Eres parte de todo esto?- Señaló el ambiente, y suspiró cuando negaste con la cabeza.-¿Y cómo has entrado aquí?

Sonreíste de forma triste.- Pues...he aprendido muchas más cosas desde que estoy aquí con...gente como yo. Ahora soy más fuerte, más rápida y tengo una misión.

-¿Cuál?

-Proteger la tierra.- Le miraste con determinación, aunque cuando cruzaste tus brazos en el pecho sentiste como te temblaban las manos. Hacías todo lo posible para que no se notara en tu voz las ganas que tenías de llorar y de tirarte a su cuello.

Él sonrió como si fuera una broma. Pero cuando vio que no sonreías volvió a ponerse serio. 

-Dios...como te echaba de menos.- Puso sus manos sobre el cristal y, aunque pensaste que no deberías, pusiste también la tuya. Parpadeaste para evitar que las lágrimas se derramaran por tus mejillas, aunque notaste los ojos húmedos. 

-Yo también a ti Loki...me sentí perdida y...- te giraste brevemente. Las cámaras de seguridad que rodeaban aquel cubículo donde Loki estaba apresado grababan con descaro con que facilidad se había colado una extraña. Le volviste a mirar a él con ojos cansados. - Se acerca tu hermano. No tardaran en venir. Por favor...desiste en esto.

-¿Te refieres a mi plan?- Asentiste brevemente- No puedo. Es mi misión y voy a llevarla a cabo. Y tú podrías estar a mi lado para cuando gane y...

-No. No, Loki. Ahora este es mi hogar. Y aunque seas tú no dejaré que hagas más daño.

-¿Es que ya no me amas? - Sus ojos verdes te miraron con tristeza, aún con las manos de ambos en el cristal. Separados por un frío vidrio.

-Nunca he dejado de hacerlo, Loki. Nunca has dejado de ser mi esposo... Pero...

Os mirasteis brevemente. Sentiste la desesperación en tus ojos y creías que te morías ahí mismo al no poder abrazarle. Pero ahora todo había cambiado. Ibas a proteger el mundo...y ahora Loki era el enemigo.

-Espero no tener que enfrentarnos cuando volvamos a vernos- Y te marchaste como habías aparecido, dejando a Loki  allí solo cuando aparecieron los soldados.

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Te llevaste las manos a tu cara y lloraste desconsoladamente. Te dejaste caer al suelo, de rodillas, y gritaste mientras las lágrimas corrían sin intención de detenerse.

Un hombre desde la sombra te miraba con tristeza. Estabais en una azotea, de noche, alumbrados únicamente por la luna. Desde que habías vuelto a la tierra hiciste lo posible por encontrarte con más vampiros, y finalmente encontraste un clan que te aceptó y que tenía los mismos ideales que tú. Ellos, desde la oscuridad, sin mostrar quieren eran, trataban de ayudar a otras personas. Tenían aliados  humanos que les ayudaban a ocultarse y a alimentarse sin matar a nadie.

Y él, Rob, había prometido ayudarte desde que supiste que Loki estaba en la tierra.

No hizo ademán de acercarse. El Vampiro de rostro jovial y ojos almendrados había sido tu pupilo cuando poco más de dos años había sido convertido por un cruel ancestro.

Su rostro podía ser el de un hombre adulto, pero en esa nueva vida no era más que un niño.

Poco a poco tu estado empezó a calmarse. Aún con los ojos inundados en lágrimas, te levántaste, respiraste profundamente y te quitaste esas molestas lágrimas con brusquedad.

-No he podido hacer nada, Rob. No he podido... - tu voz se quebró brevemente. - Si trata de atacar la ciudad debemos hacer lo posible por proteger a la gante.

-¿Crees que lo hará por el día? Tendemos que avisar a los mortales para que estén a salvo y mandar a los colaboradores a evacuar las viviendas.

Miraste la luna en silencio, pensando todas tus posibilidades, todas sus posibles jugadas. Eras consciente de lo inteligente que había sido siempre...

De lo difícil que sería....

-Hablaremos con los colabores, haremos lo posible para que la gente esté protegida y avisada mientras nosotros dormimos.... Y rezaremks.

-¿Rezar? - Rob sonrió de medio lado, pasando su pálida mano por su pelo castaño. - A quién ¿a los dioses falsos de los que un día me hablaste?

-No... A los Vengadores.

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Bueno.... Esta vez sí es la de verdad. Read acabar Slave, ahora queda centrarse en este último fic.

He tardado mucho en volver (muchísimo) pero pienso acabar como sea esta historia. Imagino que muchos habréis perdido el interés, pero aquellos que aún estén interesados, aquí seguiré hasta acabar.

Un saludo a todos!!!