El Dios del Engaño

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Parte 9 de ¿?

Spoilers: Final de Thor.

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Había pasado bastante tiempo desde la caída de Loki y su desaparición, y desde aquel día sentiste que ya no pertenecías a Asgard.

Con los ojos entrecerrados y sin mirar a ninguna parte, mirabas por la ventana sentada en una de las lujosas sillas que decoraban la estancia que tu marido y tú habíais compartido durante tantos siglos.

Lloraste muchísimo cuando supiste lo ocurrido; tú misma trataste de convencer a Loki de la locura de sus intenciones y como podía acabar todo; por eso mismo, cuando Thor rugió al resbalarse su hermano de entre sus manos, sabías que lo habías perdido para siempre.

Por supuesto hubo búsquedas, preguntas en otros lugares y hasta un ejército entero de asgardianos buscaron al príncipe, pero nadie encontró jamás ni una sola pista de lo ocurrido.

Llamaron a la puerta, pero ni tan siquiera te molestarte en mirar hacia esa dirección. Cuando ésta se abrió, una cabellera rubia de rizos salvajes asomó pidiendo permiso para entrar; al no recibirlo, decidió entrar igualmente.

Thor te miraba con sus ojos azules como jamás nadie te había mirado: culpabilidad, tristeza...eran tantas las emociones del futuro rey que podías sentir, que casi te molestaba en la piel aunque aún estuviera alejado de tu situacion.

No era la primera vez que venía, es más, la primera vez trataste de matarle mientras le gritabas cuanto le odiabas y todo el mal que le deseabas por haber dejado caer a Loki. Sin embargo, en lugar de enfurecerse, Thor comenzó a llorar, arrodillándose ante ti sin ni tan siquiera pedir perdón.

Desde ese día, cada vez que volvía de una patrulla de búsqueda, volvía a tu alcoba para hablar contigo. Pero ese día era diferente.

Aquel día, otro más para ti que no significaba absolutamente nada, Thor se arrodilló frente a ti, y agarrando tus manos posó su frente en ellas.

-No hay nada que hacer _____. No le encontramos...-Te miró levemente, pero tú seguías mirando por la ventana.

-Jamás podré perdonarme por lo ocurrido y el dolor que te he causado. Sé que siempre fuiste coherente; que trataste de hacer razonzar a Loki, pero sé cuanto le amabas...lo sé, porque para mi es y será siempre mi hermano y lo que siento dentro de mi no se puede curar con nada. -Un leve sollozo escapó de su garganta con la última palabra, haciendo que su rostro volivera a ocultarse entre su rubio cabello.

Parpadeaste, sintiendo como una lágrima escapaba de tus ojos. Decidiste mirar al mayor rival del único hombre al que amabas y una ligera sonrisa escapó de tus labios. Acariciaste con suavidad su cabello, y aunque al principio pensaste que le odiabas por lo ocurrido, en el fondo sabías que el amor de Thor hacia su hermano era tan inmenso como el tuyo hacia tu amante.

-Jamás te odiaré por esto. Compartimos el mismo dolor. Quería pedirte disculpas por lo que te dije hace tanto tiempo.

Thor te miró con los ojos como platos. Hacía muhísimo que no abrías la boca para hablar, y menos para alimentarte, por lo que tu debilidad era físicamente palpable en tus ojos y tu extrema delgadez.

-_____, no quiero rendirme, pero todo apunta a que Loki...

-No tienes que decir nada. No le siento...no puedo saber si está vivo o muerto...y la duda hace que cada dia sea una agonía extrema...hay algo que debes saber, alteza. Pienso marcharme de aquí esta noche.

-¿Cómo?

-Ya no hay sitio para mi aquí. Cada piedra,árbol o arma me recuerda que él ya no está conmigo. Este lugar nunca ha sido mi hogar y lo que hacía que mereciera la pena estar aquí,ahora ya no existe.

Te levantaste de la silla, y sin soltar las manos de tu cuñado le ayudaste para ponerle de pie. Thor te sobrepasaba más de una cabeza y tuiviste que alzar la mirada para sonreirle cara a cara.

-Te agradezco todo el esfuerzo que has hecho para hacerme sentir cómoda aquí, y todo lo que has hecho por intentar recuperar a mi esposo, tu hermano. Esta noche tengo previsto volver a Midgard. Es hora de volver a casa.

-Sabes que aquí eres respetada...

-No...por favor..., ahora soy la esposa de un traidor. Y no pongas esa cara. Sabes que muchos aquí estarán enfadados con lo ocurrido. Para mi Loki siempre será mi esposo y nunca consentiré que hablen mal de él. Es mejor para todo, y para mi, que vuelva a la Tierra.

Thor bajó la mirada apenado, sintiendo que tus palabras tenían mucha razón. Besó tus manos con inocente cariño, sabiendo que siempre tendría en ti a una aliada.

-Mi corazón siente felicidad por saber que no me odias, _____. Si vas a la Tierra, quisiera pedirte un favor, a cambio, por supuesto, de algo que te ayudará a seguir adelante.

-Supongo que quieres que cuidado de esa mujer humana . ¿Es eso?

Él asintió, sintiendóse incómodo por pedirte algo así cuando él había dejado morir a tu esposo.

-Y a cambio, viendo tu estado de debilidad, dejaré que te alimentes de mi.

Echaste un paso atrás, separando esa unión que os mantenía tomando él tus manos. Hacía mucho que sólo te alimentabas de Loki, por lo que tomar sangre de otra persona casi te parecía una infidelidad. Sin embargo estabas hambrienta, y muy cerca de morir si no reponías pronto algo de fuerzas.

-Cazaré algo cuando llegue esta noche. No mataré a nadie, si eso te preocupa.

-Sé que no lo harás, pero no lo digo por eso. Lo digo porque por tu aspecto parece que te vayas a morir en cualquier momento.

Dudaste por un momento, y tras unos segundos decidiste recapacitar. Realmente necesitabas alimentarte cuanto antes si querías llegar con fuerzas a la Tierra.

-Está bien. Hazte un corte en el brazo.-Sin dudar, Thor se abrió una brecha bastante profunda por donde tu pudiste alimentarte unos minutos. Trataste de ignorar todos los sentimientos que  te invadian al hacer algo así, y en cuanto te sentiste ligeramente saciada, paraste de inmediato.

Thor te miraba algo inquieto,aunque se cubrió enseguida la herida mientras tu te limpiabas el rastro de sangre en tu boca.

-Buscaré a esa mujer y trataré de mantenerla vigilada. Tienes mi palabra.

Thor te abrazó por última vez. No querías que nadie supiera de tu partida, por lo que prometió no contar nada, y tras una sonrisa de ambos se marchó de la habitación dejándote sola.

Sabías donde estaba el espejo que una vez te llevó de nuevo a Midgard hacía ya siglos, y esa misma noche, amparada por la oscuridad de un cielo sin luna, volverías a ese lugar tan cambiado que te había visto nacer. 

Tras siglos viviendo en un reino como la esposa de un principe, ahora volvías como viuda a casa.

Momentos: Loki y TúDonde viven las historias. Descúbrelo ahora