El Dios del Engaño

2.5K 231 4
                                    

Parte 19 de ¿?

----------

Estabas dando vueltas en la cama sin poder dormir, ya muy entrada la noche, cuando alguien llamó a la puerta de tus aposentos.

Extrañada por las horas en las que a alguien  se le ocurría solicitarte, te preocupaste por si acaso había sucedido a Loki, de modo que te levantaste a prisa y abriste la puerta apresuradamente, sin pensar que tan sólo llevabas un delicado camisón blanco que cubría únicamente hasta la parte superior de tus muslos.

Unos ojos azules inchados de llorar y una melena rubia rizada hasta los hombros ayudó inmediatamente para reconocer en la oscuridad a tu cuñado. Thor, que con un semblento más sombrio y serio de lo acostumbrado te sonrío levemente, más por educación que otra cosa.

-Perdóname las horas, ______. Pero necesito hablar contigo junto a mis hombres. Creo que te interesa lo que vas a escuchar.

Aquello ya te puso en sobre aviso de que era un tema relacionado con Loki. O, al menos, algo que tenía relación con él. -Claro, dame un segundo que me vista. - 

Thor bajó la mirada, algo incómodo. Era evidente que no sentía nada por ti salvo afecto. Pero era innegable cuan de bella estabas con aquel camisón, y salvo ningún concepto Thor pensaba faltarte el respeto de ese modo. 

Cuando al fin estabas lista, ambos caminasteis en absoluto silencio por los pasillos del palacio hasta llegar a una pequeña estancia. Allí, sus hombres de confianza y Sif esperaban con paciencia a su líder.

-¿Has traído a ____ contigo?- Sif arqueó las cejas, extrañada, y tú le dedicaste una sonrisa irónica de satisfacción. No era una sorpresa para nadie el que no os acababais de llevar del todo bien. 

-Es importante su presencia, además de que merece esuchar lo que tengo que decir.

Ya sentados todos alrededor de la mesa Thor comenzó su discurso. Odín, que estaba cegado por el dolor de la pérdida de su esposa, tramaba entrar en guerra contra los elfos oscuros, sin importar las represalias que podía tomar en aquel momento un conflicto de tal envergadura. Además estaba Jane, que seguía estando muy débil debido al poder que albergaba en su interior.

Fue allí como descubriste que esa magia extraña que estaba en su interior se trataba del éter, un arma creada por los elfos oscuros para devolver el universo a la oscuridad anterior a la luz; cuando Jane descubrió el paradero de éste, hizo que los elfos despertaran de su letargo.

-Debemos idear un plan donde podamos salvar a Jane y de paso evitar una guerra contra los elfos. - Asentiste, junto como el resto de los allí presentes.  Y te sorprendió ver el plan que Thor había ideado en su mente completamente solo. Era evidente que en aquellos años había aprendido y madurado mucho. 

Por supuesto hubieron dudas, se trataron muchos de los problemas que iban a surgir, y como deberían tratar después el evidente delito de traición que iban a cometer.

-Es importante tu colaboración para lo que voy a decir ahora, _____. Como estarás imaginando, necesitamos de los conocimientos de Loki para llevar a cabo esta misión. Debemos sacarlo de su celda y que colabore con nosotros.

Thor y tú os mirasteis directamente a los ojos. Podía preguntarte si conocías el modo por el que Loki se movía con tanta libertad cuando era un miembro más de Asgard. Podía pedirte ayuda para convencer a Loki y revelar sus secretos sin salir de su prisión. Pero viste como el odio ardía en aquellos celestes ojos. Thor quería una vengaza, y sabía, como conocía a su hermano, Que Loki anhelaría el mismo objetivo.

Quería llevar a cabo esto junto con su hermano. Aunque significara incumplir infinitas normas. 

-Haré todo cuanto está en mi mano para que este plan salga adelante. y, Thor. Loki colaborará. Lo sé. Está más roto de lo que mucha gente cree.

- Lo sé.

------------

Mientras esperaba en el pasillo a la señal, protegida en la oscuridad de la noche, no podías evitar pensar como debía ser la conversación entre tu esposo y su hermano.

Evidentemente, ese momento pertenecía a ambos, y no ibas a estar presente cuando Thor fuera a hablar con Loki para contarle el alocado plan que estaban a punto de empezar.

Tu parte era sencilla. Debías, junto con el resto hombres, proteger la huida de Thor junto con Jane y Loki. 

Y aquello se traducía en una idea que hervía en tu mente desde que sabías el plan: Ibais a volver a separaros.

Sólo de pensarlo hacía que tu pecho doliera. Ni siquiera habías tenido la oportunidad de hablar las cosas en calma con él. Despediros.

Con la muerte de Frigga, Loki estaba taciturno, disperso. Y aunque se dejaba abrazar y mimar por ti, no era, ni de lejos, el hombre arrogante e irónico que tenía contestación para todo.

La muerte de su madre le había roto.

Comenzaste a oir que se aproximaban a ti. Agradeciste que, en el momento de cruzaros, Sif aún estuviera de camino a buscar a Jane, y tan solo Thor iba a presenciar vuestra despedida.

Cuando les viste girar la esquina, notaste como los nervios aumentaban. Pues en tu campo de visión había aparecido Loki

Él te miró sorprendido. Llevaba las manos atadas por delante, sin duda obra de Thor, aunque te alegró ver que en sus labios asomaba esa sonrisa que solía ser muy suya. 

-______, ¿tú también estás metida en esto?

-Sorpresa, mi amor. Siento no haberte dicho nada. Tampoco he tenido oportunidad de hacerlo. - Le sonreiste con pena y acariciaste su mejilla con ternura. Thor, que parecía un tanto ausente, miraba para ver si aparecía su compañera con Jane, aprovechando para daros algo de intimidad.

-Imagino que vienes con nosotros. -Negaste con la cabeza-¿Qué, por qué...?

-Sshh...Loki. Es necesario que os cubra las espaldas. Además, seréis más rápido si solo vais vosotros.

-No voy a irme sin ti. - Sus ojos verdes se clavaron en los tuyos con fervor. No podía ser más feliz al escuchar esas palabras .

-Lo harás. Y sabes que vas a volver. Por qué vas a hacerlo.- Tomaste su rostro con sus manos, obligándole a mirarte. -Loki, estaré aquí esperando tu regreso. Así que por favor.  Por favor...vuelve sano y salvo.

Durante un breve momento tan solo os mirastéis, para más tarde juntar vuestros labios con suavidad.

-No volverás a perderme. Te lo prometo mi amor. 

A lo lejos se escuchaban venir a más  hombres.

-Son soldados. Mierda, debemos adelantarnos.

-Seguid el camino al segundo lugar de encuentro. Avisaré a Sif que estáis allí.

Ambos asintieron. Sontreiste a Loki, que miraba hacia atrás mientras seguía a su hermano.

No ibas a permitir que aquellos soldados estropearan el plan de Thor. 

No ibas a permitir que nadie volveria a arrebatarte a tu esposo.

Con gesto decidido te pusiste en posición de combate. Aquella noche prometía ser muy larga.

Momentos: Loki y TúDonde viven las historias. Descúbrelo ahora