Parte 25 de ¿?
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Perdiste la cuenta de los días que, junto a Heimdall, batallaste para resguardar y proteger al pueblo asgardiano.
Hela arremetía con fuerza, y los soldados que alzaban la espada en su nombre eran increíblemente poderosos.
Cada uno de esos días, tras caer el anochecer, tu mirada se perdía en el cielo, buscando en las brillantes estrellas el planeta donde estaría Loki.
Días antes Heimdall había visto a Thor, y él le había comentado al guardián que Loki también estaba junto a él. La sola mención de su nombre te había infundado esperanzas.
Luchabas con la
ilusión de volver a verle. Abrazarle antes de que un soldado terminara con tu vida. Pero la situación era cada vez más y más difícil, y casi no creías que llegaría el momento en que todo cambiaría.Aquella mañana, cuando tu espada ya estaba manchada de sangre, Heimdall miró al cielo, y tú supiste sin necesidad que hablara que Thor estaba en camino.
Esperabas que Loki viajara con él, pero tu rostro cambió cuando el dios del trueno te miró y negó con la cabeza.
No necesitaste que te diera una explicación. Sabías que Loki había vuelto a hacer de las suyas...y Thor había tomado la decisión de dejarle atrás.
Sentiste como la rabia se atragantaba en tu garganta, pero fuiste incapaz de reprocharle nada al hermano de tu esposo.
-Hela está en el palacio. Debes luchar contra ella. Nosotros cubriremos el puente y trataremos de salvar al pueblo
Thor asintió y marchó hacia su combate, no sin antes apretar con cariño tu hombro derecho. Le sonreíste con ternura, viendo en sus ojos a un hombre muy distinto desde la última vez.
Además llevaba el pelo corto...aunque no era el momento para burlarse de ello.
Y como Heimdall predijo, te quedaste atrás junto a otros hombres para batallar por Asgard. No tener esperanzas en un futuro te hacía ser más agresiva. No temías morir, de modo que tu filo sesgaba almas y cortaba cabezas de los contrincantes con una bravura que sobrecogía el corazón del más fiero.
Pero por más y más que se matara, y por más que la ayuda que Thor trajo la batalla estaba completamente desnivelada.
Lo dabas ya todo por perdido. Rayos surcaban los cielos en el palacio, sabiendo que Thor luchaba con todas sus fuerzas, pero Hela era poderosa, y mientras Asgard existiera ella tendría de donde tomar su poder.
Entonces, como si de un milagro se tratase, apareció una nueva nave. En ese momento viste como el guardián era salvado por dos hombres de aspecto extraño, y la enorme nave, lentamente, se iba acercando a los aldeanos que trataban de huir. Miraste con desesperación los ojos dorados de Heimdall, pero él sonrió y sentiste como tu pecho parecía palpitar.
De entre las nubes de la nave, la figura de un hombre alto con un casco de cornamenta alzaba los brazos en cruz, alegando ser su salvador.
Una risa escapó de tus labios, a la par que sentías las lágrimas empañar tu visión.
Loki había vuelto. Y no lo había hecho solo.
Bajó de la nave de forma teatral, dando paso para que la gente comenzara a subir a bordo, mientras se acercaba a Heimdall con paso firme.
-Bienvenido, Loki. Te vi venir.
-Lo sé....-Loki miró a su alrededor, y entonces te vio a poca distancia, mirándole fijamente. Tenías el pelo completamente alborotado, la ropa sucia y rota, varias heridas por tu cuerpo y una espada enorme manchada de sangre.
Hacía tanto que no os veíais...tanto que no estabais en el mismo mundo...
Loki te sonrió con tristeza. Un gesto donde parecía decir muchísimas cosas, pero sobre todo que aún había algo en su corazón. Algo que tú despertabas cuando le mirabas. Como respuesta asentiste, sabiendo que teníais mucho de qué hablar, y volviendo a tu posición de combate seguiste luchando contra los soldados de Hela.
A tu espalda oías como Loki se unía a la batalla y poco a poco fuisteis tomando algo de control, hasta que Thor hizo su aparición y con su martillo y un poder increíble comenzó a eliminar guerreros uno tras otro.
Ambos hermanos se miraron, con el combate ya más en calma.
-Debemos subir a la nave, ______. Ellos sabrán lo que hay que hacer.
-No. No me voy sin Loki.
-Él también vendrá...
-No. No me lo creo no...-una explosión cerca de vosotros os obligó a dejar vuestra conversación a medias. Seguisteis luchando y ayudando a subir a la gente, a pesar de que tu mirada iba cada vez con más desesperación a la espalda de Loki. Tenías un mal presentimiento, y no quería subir a esa nave sin ver como Loki hacía lo mismo
Sin embargo, debido a como se desencadenaba la batalla, terminaste por perderle de vista y te viste obligada a combatir más cerca de Heimdall, que poco a poco te iba obligando a estar más cerca de la nave.
-Debemos subir. Debemos defender al pueblo. _____, por favor confía en mí.
Pero yo....- Hela apareció entonces en el cielo, y tomando una decisión drástica obedeciste al dios de los ojos dorados, perdiendo definitivamente la posibilidad de ver a Loki.
Nada de lo que habías vivido hasta ahora te había preparado para lo que se avecinaba.
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Momentos: Loki y Tú
FanfictionFics y one shots de romance con el Dios Asgardiano y tú como protagonista.