Amor, Amor loco

sin pena sin gloria

Me desperté lentamente, no sabia cuando me quede dormido pero el era de día, escuche el lavado sonar y al ver era Pepper con su ropa de trabajo, me vio y me sonrió.

-Por fin despiertas, dormilón- río como si nada.

-No sabes la pesadilla que tuve-rei también-Fue tan real.

-Asi-Se apoyo de la puerta.

-Si, corte contigo, ordene mis cosas, intente hablar con mis padres, compre pastillas para...- esta se sentó en mi cama-Pepper intente suicidarme, mi vida entera era eso-Tome su mano con miedo, mis ojos se llenaron de lagrimas-que pasa conmigo?.

-Vamos- me tomo de la cara-Todo esta bien, solo fue un sueño, una pesadilla-Me abrazo con fuerza.

-Creo que bese a alguien que no eras tú-río solo porqué no se que paso- y creo que era hombre.

Me levante y todo era tan extraño, me gustaba pero no cuadraba, Rhodey fue a buscarnos, se burlo de mi y de mi sueño, llegue a la torre, la observé.

-Mi hermano intento quitármela...en mi sueño-digo mirando.

-Como si pudiera- dijo Rhodey- tendrías que hacer algo muy loco.

Ellos se ríen y actúan como si estuviera loco, el día transcurrió entre juntas y papeles, llegue a mi casa teniendo la sensación que algo malo pasaba. Las muñecas y el cuello me dolían, sin razón, lo ignore, pensé estrés.
-Buenas noches- dijo Pepper besandome en la frente.

Lo raro era que su voz no...no era la que quería escuchar.

Al día siguiente vuelvo hacerlo mismo y otra vez, el mismo sueño una y otra vez, pero a hora con caras, no me gustaba, la mayor parte era en cuartos blancos.

Mi vida era monótona, aburrida, normal para cualquier persona pero algo no encajaba, algo me incomodaba, cuando me desperté tenia unas marcas en las muñecas y en el cuello, me asuste pero no dije nada, Pepper y Rhodey estaban en la sala junto a Happy, reímos hablamos y nos fuimos, el camino que tomo Happy era diferente, preguntaba y preguntaba pero no obtenía respuesta.

Estaba frente a la torre pero tenia otro aspecto, no quería salir del auto pero me movía solo.

Coloco la mano en la puerta y allí note que mis muñecas sangraban, grite fuerte, tenia miedo ya que también tenia sangre en toda mi camisa.

-Tony...Tony-La voz,esa voz otra vez, tan calmada tan serena-que hiciste?, otra vez?, bueno no hay remedio.

Gire para pedir ayuda pero estaba en un cuarto blanco, atado, sin puertas ni ventanas.

-No no noooo!!!-grite fuerte- ayuda!!! Por favor ayuda.

-No hay ayudada en el infierno- era mi voz-Tu lo sabes, vives allí.

Frente a mi una persona muy parecida a mi pero esta era macabra.

-Todos mienten pero tu...tu eres un experto que ni acepta que esta mal, solo lo dices para hacer sentir bien a todos-me toca las muñecas y el cuello, una sensación placentera recorre mi cuerpo- Vamos...casi lo logras, que te detuvo?...steve?.

-Quien?...- me falta el aire, no puedo respirar.

-Tienes miedo-Me dice mirando las lágrimas en mis ojos, este me mira extrañado-Porque?.

Siento que me sacuden violentamente, hasta que una luz me ciega.

-Tony...Tony!!!-al abrir los ojos era Quill, este tapa mi boca, para evitar que grite- fue un sueño.

Lo abrazo con fuerza, estoy temblando, veo a Jean dormida a unos pasos de mi.

-Lo siento...lo siento...-Me aferro a Quill-Tengo problemas...tengo problemas, lo admito.

-Todos viejo...todos-Ríe sutilmente- ya, todo estará bien, no seas...- me levanta y me da un ligero golpe en el mentó- ven.

Lo seguí en silencio hasta otro cuarto, sirvió un trago y alzo brindando.

-Sin pena pero sin gloria-Los dos lo tomamos directo-Ahora si hablamos.