Isabella (COMPLETA. EN EDICIÓN)

Prólogo

Las personas, algunas veces somos demasiado ingenuas para darnos cuenta de quienes son realmente las personas a nuestro alrededor, y justo eso, me ocurrió a mí. Solían decirme que era demasiado tierna, aquello para mi significaba estúpida en todo el sentido de la palabra. Siempre creí que Nicolás era el chico perfecto desde la primera vez que lo vi, pero me equivoqué, nadie en el mundo es perfecto, todos tenemos defectos y él tenía más de los que yo podía permitir, pero fue muy tarde cuando me di cuenta.

Cuatro meses atrás

No entendía su maldita actitud no había hecho absolutamente nada, todo estaba bien entre nosotros, no podía entender su distanciamiento e ignorancia hacia mi persona, llevaba desde el viernes pasado sin hablarme y hoy estamos a martes.

Caminaba detrás de él preguntándole una y otra vez que es lo que sucede hasta que ya me canso de que me tome por loca y le agarro de su camisa para detenerlo, logrando que me mire.

— ¡¿Qué diablos te ocurre? No puedo entender a qué se debe tu cambio de actitud conmigo, llevas días sin hablarme e ignorándome ¿Por qué? ¡Dímelo de una maldita vez!

— ¿Quieres saber qué pasa? — Me dice casi gritando al igual que yo.

— ¡Sí! Dime ¿Por qué actúas así? — Digo un poco más calmada.

— Muy bien, tú lo pediste, lo que pasa Isabella es que estoy harto de ti, nada de lo que ha pasado ha sido verdad nunca en mi vida me has gustado, ni siquiera un poco ,nunca significaste nada para mí, solamente fuiste un medio de entretenimiento para pasar el rato nada más y ya me canse de jugar este juego de mierda ,aburrido me tiene, ya me aburrió así que no tiene gracia seguir jugándolo. ¿Satisfecha?— Nadie me había podido preparar para lo que estaba escuchando, las lágrimas bañaron mi rostro a medida que oía sus palabras y cada una de ellas era como un balazo dirigido  a mí, ¡Dios que humillación tan grande! Es entonces cuando miro a mi alrededor y veo como toda la escuela nos observa, somos el centro de atención y es ahí, cuando la rabia me domina y lo dejo salir todo para afuera. Al segundo que todos escuchan el plafff, se escucha el jadeo de todos los presentes ante lo que la chica pacifica hizo. Sí, le soné una cachetada con tanta fuerza que ni yo misma sabía que tenía.

— Eres un maldito imbécil Nicolás, escúchame bien lo que te voy a decir, préstame mucha atención porque no pienso volver a repetirlo, algún día te vas arrepentir de cada palabra que acabas de decir, te vas arrepentir de la humillación que me has hecho pasar en este instante, no tenías ningún derecho a jugar de esa manera conmigo y con mis sentimientos, y ese día, yo estaré ahí para presenciarlo.

Fue el peor día de toda mi existencia, estuve en boca de toda la escuela durante varias semanas. A causa de ello nunca volví a ser la misma, me volví una chica muy introvertida, no es que antes era una loca, no, nada de eso, pero tampoco tan callada y conservadora como a partir de ese momento, simplemente aquello, me marcó.

Aún podía recordar el inicio de todo.

Había conocido a Nicolás en primer año, en cuanto lo vi me gustó. Fue la primera vez que un chico me interesó, pero siempre supe que era un imposible para mí, él es el chico popular que nunca sabría ni siquiera que existía y para mi, él era mi amor platónico, mi amor imposible, pero un día todo cambió. Un día de casualidad cruzamos palabras y nos convertimos en amigos, nunca creí que algo como eso pasaría, pero así fue.

Yo ya estaba colada por él, pero me conformaba con su amistad, pero como dicen por ahí un hombre y una mujer no pueden ser amigos...no me critiquen siempre está la excepción, pero mi historia no fue el caso.

Una fiesta lo cambió todo de la noche a la mañana y comenzamos andar, yo estaba feliz era imposible para mí de creer, o sea, me parecía un sueño, pero este se me hizo realidad, pero como todo, nada es perfecto, la única diferencia es que la mía fue una completa mierda, literalmente.

Aquella tarde cuando me dejó yo quedé más destrozada que una casa que se derrumba, sufrí, lloré, pero ¡Y una mierda! Eso no me ayudó a resolver absolutamente nada, obvio, si con llorar resolviéramos nuestros problemas uff ¡Qué bien! ¿No creen?

El caso es que acabo conmigo y todas las malditas ilusiones que tenía de mi príncipe azul en su caballo blanco, sí, estúpido que crea en eso, pero una en el fondo, aunque no lo digas, quiere un príncipe azul, TODAS lo queremos o sino un muy, muy alto porcentaje.
Y justo por eso digo que soy ingenua, me mintió, me utilizo solo por simple diversión, le importó un carajo hacerme sufrir en el proceso, desde el maldito principio lo tenía todo planeado se tomó muchas molestias para al final terminar burlándose de mí y gritándome la verdad frente a todos en el colegio, esa fue la mayor humillación de mi vida, la cual, aún, puede recordar, como si hubiese sido ayer.

Pero el nuevo curso ya empezaría y ya todos lo han olvidado, o al menos, eso quiero creer.

Fueron cuatro meses donde me convertí en una sombra, deseaba que nadie me notara, aquella vergüenza me impedía volver a ser yo. Llegaron las vacaciones y todo se volvió más complicado para mí porque además de tener que lidiar con mis penas, mi casa era un auténtico caos, mis padres desde hace ya bastante tiempo no son lo que eran, se la pasan discutiendo por la más mínima estupidez, cada día que pasaba se volvía peor, hasta que opte por simplemente llegar bien tarde a la casa y por si eso no fuera poco, un hermano que apenas recuerda de mi existencia en la tierra.

En resumen, mi vida era terrible.

Aquel primer mes de las vacaciones de verano, ¡Dios! Verónica, mi mejor amiga, que había estado dándome su apoyo para sobrellevar esta situación de mierda no logro absolutamente nada, pero como todo el mundo, llega el momento en que una de veras que se cansa y te suelta hasta del mal que te vas a morir, vamos no es en serio, quiero decir, que me cantó las cuarenta bien cantadas y me hizo darme cuenta de que como estaba no iba a resolver nada, que con su ayuda y paciencia, sí, muy importante, su infinita paciencia, logró renacer solo un poquitín a la antigua Isabella.

AQUÍ TRAIGO EL PRÓLOGO DE ESTA HISTORIA. COMO YA HE MENCIONADO EN LA NOTA ANTERIOR YA ESTÁ EDITADA.

BESITOS KYA ❤😘