Isabella (COMPLETA. EN EDICIÓN)

Capítulo 17

Mierda, definitivamente, aunque no haya casi tomada creo que estoy mareada y que no veo bien, ¡¡No puede ser!! Es mi amigo y vamos, no digan eso de ¡Que tiene que bailes con un amigo! Pero claro que tiene, porque como mi querido Saúl se estaba moviendo, no lo hacía como bailan dos amigos sino como si quisiera algo conmigo y no puede ser. Allí es,cuando a mi cabeza viene el recuerdo de Marcos me llevándome a casa, me dijo que a Saúl yo le gusto y al parecer tiene mucha razón, como es que no me di cuenta de nada, ¡¿Dónde estaba yo metida, que no me entero de nada?!

Saúl me ve, y ahora puedo darme cuenta, no sé, estaré delirando, ¿Cómo es posible que mi mejor amigo quiera algo más que amistad conmigo y nunca vi la mirada que veo ahora cuando estábamos en la escuela?

— ¿Que estás haciendo Saúl? —Digo, quiero que me diga.

— Nada, solo bailamos, ¿Qué tiene de malo? — ¿Pero este se cree que yo soy estúpida?

—Bailas así con Beth, Vero o Sofía, — refuto, entonces veo como su rostro se descompone al mencionar a Sofía, creo que el comportamiento de esta se debe a algo que pasó con Saúl, ya se está empezando armar este pequeño rompecabezas. Ahora que lo pienso, en lo que llevamos de clases, no los he visto hablarse a ninguno de los dos. Entonces, no sé por qué volteo y veo a Sofía mirándome, pero no sólo a mi sino también a quien está a mi lado, sus miradas se encuentran, pero enseguida, él se rehúsa a continuar el contacto y aparta la mirada, por su parte Sofía se echa a correr, veo a Vero que estaba a su lado con Liam como sale tras ella.

— Explícame, ¿Que está pasando Saúl? —Le exijo— ¿Por qué Sofía te ha visto de esa manera y ha salido corriendo?
—Le pregunto.

—A mí no me importa Sofía. — Al escucharlo mis ojos se abren sin podérmelo creer, pero a este idiota ¿Qué le pasa?

— Es tu amiga imbécil, dime ¿Qué diablos pasó entre ustedes para que te de igual lo que le ocurra? —Le interrogo de nuevo.

— Eso no es asunto tuyo, — dijo y su semblante cambió al parecer se dio cuenta de lo que acababa de decir, sus palabras significan que hubo un problema bien gordo entre ellos, pero por lo que veo ninguno de los dos está dispuesto a explicar que fue lo que pasó—pero no cambiemos el tema, aquí lo que importa ahora somos nosotros, tú y yo— pero él está realmente muy mal.

— No hay un nosotros Saúl, ya no lo hay más, es que realmente nunca lo hubo, ¿Por qué nunca me lo dijiste? —Le preguntó directamente, él sabe muy bien de lo que le hablo, sus sentimientos por mí no tengo ni idea de cuando comenzaron, hace tres años que somos amigos, él estuvo conmigo después de lo que me pasó con Nicolás, junto a los demás, pero hubo algunas veces en que él se quedó solo conmigo y me dejo llorar y gritar tanto como quise, pero ¿Desde cuándo le ocurre esto?

— ¿Cómo te lo iba a decir?— Exclama como si fuera muy obvio,— Estabas destrozada por lo que te hizo el imbécil de Nicolás, tú misma me dijiste que no querías volver a enamorarte, para ese momento ya yo te quería,— no me esperaba semejante declaración— no soportaba ver lo mal que te dejó, pero esperaría por ti, y después que pasó, sorpresa, llegó este tal Marcos. Supe desde el primer instante que los vi mirarse que él te gusta y podría decir que es más que eso, estas enamorada de él— dice con burla—ves a todos menos a mí, nunca te detuviste a verme como lo has hecho hoy, la única que no se daba cuenta fuiste tú, todos lo sabían—iba a hablar pero al parecer supo lo que diría y dijo-menos Sofia.— Aclara—No te enteraste de nada, hasta Marcos se dio cuenta, era demasiado evidente, pero tú ni por enterada, y ¿Qué paso con tu querido Marcos? Te mando a volar— y ya ahí sí que se pasó de la raya, pero bien pasado, le soné una cachetada que nadie la escuchó porque estaba la música alta a pesar de habernos apartado, en eso salgo corriendo, me estoy asfixiando, después de pasar y empujar a través de mucha gente logro llegar a la salida. En cuanto siento el aire, respiro muy hondo y no pasaron ni cinco minutos y veo a Saúl.