Cap 41

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Después de nuestro momento de decirnos que nos amamos, ha llegado el tiempo de hablar. Después que Laura Cristina se fuera, tuvimos una charla con Amelia. Estuve tentada a decírselo a Marcos delante de su madre, quizá ella pudiera ayudarnos a encontrar una solución viable, pero por otro lado, tenía miedo que decidiera llamar a la policía y eso, no quiero que ocurriera, pondría en alerta a la desquiciada y con solo apretar un botón puede hundirme. Por tanto, decidí que entre Marcos y yo decidiríamos que íbamos hacer.

Habíamos dejado más calmada a su madre, Marcos le aseguró que no había posibilidades de volver con esa chica, al parecer a mi suegra no le caía bien Cristina y puedo entenderla, es una auténtica víbora. Ella me miraba con mucho cariño y le aseguró a Marcos que yo era mucho mejor que Cristina. Eso me llenó de alegría.

Estábamos ahora en el cuarto, abrazados, en silencio, no sabía cómo empezar a decirle esto, no es fácil hacerlo. Por otro lado, no quiero que él se sienta culpable ni nada por el estilo.

—Desde que me dijiste que teníamos algo que hablar me preocupaste. — susurra Marcos rompiendo el tenso silencio—Ahora mismo tu silencio me alarma, no lo pienses tanto y dime, ¿Qué es lo que sucede? — Está ansioso, presiente que es algo malo. Definitivamente lo es.

-No sé cómo decírtelo, no quiero que te sientas culpable ¿Ok? — Trato de comenzar. Él me ve con sus ojos abiertos tratando de descifrar algo con mis palabras y por su rostro veo que lo he confundido más de lo que está.

—Venga, dímelo de una vez. —Murmura impaciente.

—Recuerdas a nosotros en las gradas...—digo nerviosa,  él abre sus ojos.

— ¿Qué con eso? — Pregunta impaciente.

—Marcos no grabaron cuando tuvimos sexo— suelto de una buena vez. La cara de Marcos es indescifrable. Es como si se hubiera quedado pasmado. —¿Amor? —Le llamo.

—Fue mi culpa—es todo lo que sale de su boca y cierro mis ojos.

—No, no lo es—trato de hacerle entender, —los dos quisimos. Nos dejamos llevar por la pasión. Mírame Marcos, — digo tomando su barbilla para que me mire a los ojos. —lo resolveremos.

— ¿Fue Cristina cierto? —Pregunta al mismo tiempo que afirma.

—Así es, pero no lo hizo sola—él me mira esperando que continúe. —Nicolás también está metido en esto con ella. — Marcos se levanta desesperado de la cama y comienza a dar vueltas. Me está volviendo loca. —Mi amor, escúchame, —digo deteniéndolo—no es momento de que perdamos la cordura, es momento de tener la cabeza fría para ver de qué manera solucionamos esto. —Le digo muy seria—Escúchame bien lo que te voy a decir, esos dos imbéciles no van a lograr lo que quieren, —le aseguro—no se lo vamos a permitir, pero para eso necesitamos pensar juntos, no nos desesperemos.

—Tienes toda la razón Bella, -dice tomándome de la cintura pegándome cerca de su cuerpo, me abraza—en este instante tú tienes más calma que yo, no puedo controlar el miedo que me da que lo publiquen, por ti, solo estoy preocupado por ti. —Afirma.

—Lo sé, sé que lo que tiene afligido es eso. Pero no pensemos en lo que puede pasar, pensemos en lo que vamos hacer para que ese video llegue a nuestras manos y eliminarlo por completo.

—Hay algo que no me has dicho aun Bella. —Afirma mi novio.

— ¿Qué?

— ¿Qué te pidió Cristina para no publicar el video? —Dice y ahí palidezco.

—Eso no es importante ahora—trato de evadir el tema.

—Quiero saberlo Isabella—habla seriamente.

Isabella (COMPLETA. EN EDICIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora