Llegué a mi casa luego de haberle dicho aquello a sus padres, me quede tranquila cuando dijeron que seguirían mi consejo, comprendía a Marcos y yo lo apoyaré, y sé que él lo sabe, me lo demostró cuando mientras escuchaba, solo apretaba mi mano para sentir la seguridad de que yo estaba junto a él, y cuando me llevó con él y eso me hizo sentirme inmensamente feliz, a pesar de las circunstancias.
Ahora todo lo que quiero es que llegue mañana para verlo, no sé si llamar a Liam, él es su mejor amigo y él sabía de aquella vez que Marcos escuchó, fue él quien le aconsejó que hablara conmigo, y creo que debería hacer lo mismo, pero no quiero tomar decisiones sin hacérselo saber antes, así que mejor me esperaría a mañana.
La noche se me hizo eterna, tanto así que yo, que odio levantarme temprano me levante a las 6 am, llegaría más temprano de lo planeado a su casa, pero no importaba, quería verlo, estar con él, solo quería demostrarle que siempre estaría para él.
Me tomé un jugo y salí de la casa, todos dormían, dejé una nota encima de la mesa diciendo que salí más temprano.
Llegué a su casa a los 20 minutos, con mucha toqué, era temprano, una señora mayor me abrió, la misma que el día del trabajo nos llevó el jugo a su cuarto.
—Hola, he venido a ver a Marcos— digo.
— Claro mi niña, los señores ya me dijeron que usted vendría temprano, lo que no creí que tanto, — yo me encojo de hombros, pero no digo nada— no pasa nada, me alegra que te preocupes por él, está en su cuarto, no sé si está despierto, sus padres están a punto de bajar.
Me encamino a la habitación, conozco el camino, cuando llego pego mi oreja a la puerta, pero no se escucha nada, abro con cuidado y lo que veo me deja asombrado, nunca creí que vería a Marcos en ese estado.
Entro por completo y voy hacia donde está, está en la esquina de la cama con una botella de quien sabe que vacía por completo entre sus manos. Lo muevo para ver si despierta, pero nada intento moverlo, pero pesa muchísimo.
Entonces decido llamar a Liam, no pude contarle por su estado. Le envió un rápido mensaje que el responde que en 10 minutos llega, no di detalles, solo le dije que viniera.
A los 10 minutos llegó y vio como está, me vio interrogante preguntándome con la mirada que fue lo que paso y le digo que luego le explico, pero que lo meta a darse una ducha y él obedece, lo carga y lo mete en el cuarto de baño.
Escucho su grito de sorpresa cuando el agua le calló en el cuerpo y lo escucho como grita mil improperios, pero luego se calla y no escucho más hasta que sale envuelto en una toalla y me ve.
Lo que menos me imaginé cuando vine a verlo fue que reaccionaria de la manera que lo está haciendo, les digo que pasó por mi lado, no me miro, no me dijo una palabra, cogió algo y se volteó.
— ¿Qué haces aquí? —Dijo con una frialdad que me estremeció, nunca lo había escuchado hablar así, mire a Liam, quien negó dándome a entender, que no le de importancia. —Te hice una pregunta.
— Vine a verte Marcos, estoy contigo y siempre lo estaré, estamos juntos y estaré contigo apoyándote ahora y siempre que lo necesites. — Le digo respondiendo a esa pregunta tan absurda que me hizo, pero su respuesta fue la que me dejo bloqueada por completo.
— No te necesito,—ahí palidecí, pero no se detuvo— no quiero tu apoyo y ya no estamos juntos— y con esas palabras todo para mí se detuvo, pero quien pensar con la cabeza fría está mal por lo de sus padres.
— Mi amor, sé que esto de tus padres te tiene mal y te entiendo, más de lo que crees, no digas cosas de las que te puedas arrepentir.
—Ya me oíste, no pienso repetirlo, vete de aquí. — Me dijo igual de indiferente.
Con mis ojos llenos de lágrimas tomé mi mochila y me fui, menos mal que no me encontré con nadie en el camino de su cuarto a la salida. Mientras bajaba las escaleras escuchaba como Liam le gritaba a Marcos, él no dijo una palabra, sé que esta lastimado, le daré unos días, aunque no quiera estar lejos de él, lo haré, respetare su decisión, solo espero que no lo haya dicho en serio, porque entonces ahí si me va a destrozar.
Llegue a la escuela y Verónica me estaba esperando, al ver como llegue ella solo abrió sus brazos. Ella me logro calmar dándome aliento a pesar de no saber que paso en concreto, sabe que estoy pasando por un mal momento.
Los siguientes seis días, yo misma me daba pena, esa semana no logré concentrarme en clase, trataba de estudiar porque faltaba unas tres semanas para iniciar los exámenes del semestre, y yo por más que trataba de concentrarme y estudiar para olvidarme un poco de todo lo que pasaba a mi alrededor me fue imposible.
Marcos en toda la semana ni fue al instituto, lo entendía en su dolor, pero no estaba bien que faltara eso le distraía, aunque sea un poco estar aquí le hubiera hecho bien.
No pensaba esperar un día, solo tuve noticias de él por Liam. Llegue a su casa y me abrió la misma señora, pero esta vez me miró con susto.
— ¿Le ocurre algo?,¿Está usted bien? —Le pregunto. Ella solo asiente, pero no se quita para dejarme pasar, ¿Qué es lo que pasa?
— Niña discúlpeme, pero el joven, —hace una pausa— me dijo que usted tenía prohibida la entrada en la casa. —Dice y yo no puedo salir del asombro que llevo, no me cabe en la cabeza.
Sin importarme nada subo las escaleras hasta su cuarto y abro sin tocar, esta con una botella en la mano, ya por debajo de la mitad. Le quito la botella y se la doy a la señora que vino detrás de mí, le pido que nos deje a solas, en cuanto se va, hablo.
— ¿Es cierto que me prohibiste la entrada a tu casa?— Me mira, pero no dice nada y yo sigo— Pues perfecto, esta será la última vez que pongo un pie aquí y la última vez que me veras. Yo quería estar contigo en este momento duro para ti porque cuando yo pase por algo doloroso lo tuve que pasar sola sin nadie que me apoyara, pensé que no decías en serio lo de terminar y que no me necesitabas, de nuevo me vieron la cara,— dije riendo— pero bueno ,te diré que eres un cobarde, que hagas esto no resolverá nada, las cosas son como son y aunque queramos que sean distintas no lo son, este no es el camino correcto, habla con tus padres, son maravillosos. Gracias por el tiempo que me regalaste, pero ya veo que nada me dura, adiós.
POV Marcos
Observo como Isabella no solo sale de mi cuarto, sino también de mi casa y de mi vida. Me levanto a paso lento del suelo y miro a mi alrededor, mi cuarto se encuentra destrozado, lo que estoy pasando me cegó por completo impidiéndome pensar con claridad y cometer la mayor estupidez de mi vida. Cuando le dije a la señora que limpia que no le permitiera a Bella entrar a la casa fue en un acto de desesperación, si hay algo que no me gusta demostrar es debilidad y mucho menos lástima, aquella que vi en Isabella el día que escuchamos todo. Nunca imagine que yo fuera a pasar por algo como esto. Saber que mi madre, no fue quien me tuvo en su vientre fue algo que ni en mis peores pesadillas pude imaginar, pero lo peor fue que descargué mi rabia con quien no debía. Bella ha sido lo mejor que me ha pasado desde que pise esta ciudad, la deje ir en un acto de cobardía como bien ella me llamó. Estoy hundido en mi propia mierda, no le permití brindarme el apoyo que tanto ella quería darme y que tanto necesito para que no viera lo que el espejo me está mostrando en este instante.
¿Cómo arreglo el error que acabo de cometer? Yo mismo ahora me encuentro incapaz de poder pedirle perdón, me siento sin fuerzas para poder enfrentar lo que hice, sí, definitivamente soy un cobarde, no tengo excusa con la cual defenderme, solo sé, qué de alguna manera, cuando logre dejar atrás esos malditos pensamientos de que Bella me tendría lastima, podre luchar por su perdón si es que ella, para ese momento, aún no se ha olvidado de mí.
Isabella salió de ese cuarto con él corazón hecho añicos, de nuevo, río de ironía, de verdad que está maldita.
Salgo de esa casa y camino sin rumbo, las lágrimas me nublan la vista, pero no me importa y entonces choco con alguien.
QUE CREEN DE LOS PENSAMIENTOS DE MARCOS?
BESITOS KYA.❤😘
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Isabella (COMPLETA. EN EDICIÓN)
Teen FictionIsabella es una chica de 17 años que esta apunto de terminar el instituto y tras haber sufrido su primera decepción amorosa pensó que nunca lo olvidaría, pero siempre esta ese alguien que nos hace ver lo equivocados que estábamos. Esta no es la típ...