No sé cuánto tiempo estuvo manejando por las calles de la cuidad, yo estaba ida, necesitaba paz entre tanta tormenta que se había desatado en mi casa.
¡Cuántos problemas en tan poco tiempo!
Marcos no ha dicho palabra alguna desde que me subí a su auto y le dije que me llevara a un lugar que me hiciera olvidar, lo necesito, aunque sea solo por unos minutos, necesito escabullirme de todo por unos minutos.
Estoy tan perdida en mis pensamientos que no me había dado cuenta de que Marcos había estacionado el auto.
Cuando miro a mi alrededor observo una especie de valle, es muy bonito.
Él me da la mano yo la tomo y comenzamos a subir a lo que parece una montaña, al llegar pude admirar la belleza del lugar había una cascada hermosa con un lado bajándola, no era muy empinada, sentada allí a lo alto de seguro se vería hermoso ver el atardecer en todo su máximo esplendor, nunca había visto un lugar así, es simplemente perfecto, supo escoger muy bien un lugar para olvidar.
Me senté bajo la sombra de un árbol que allí había, habíamos bajado y podía observar la cascada, él me seguía sin decir nada, solo se limitaba a estar a mi lado, estaba en el momento y el lugar donde lo necesitaba.
Esa fue una de las razones por la que lo llame a él, sabía cuándo hablar y cuando no hacerlo, Marcos sabía leerme con solo mirarme, él de sobra sabía que algo no andaba bien, no podría estarlo para yo haberlo llamado con tanta urgencia y desesperación como debió de haber notado en las pocas palabras que dije a través del teléfono.
Tras un largo rato, me decidí a verlo. Él noto mi movimiento y fijo si vista en la mía y suspiro.
—No preguntaré, solo quiero saber si estás bien—me pregunta en tono comprensivo.
— Lo estaré— le digo segura, quizás no lo esté ahora, ni mañana, pero lo estaré.
— ¿Qué necesitas para estarlo? —Me pregunta.
—Tu compañía y apoyo— le digo.
— Eso lo tienes y tendrás siempre— dice esta vez.
— Gracias— digo y lo miro.
—No hay de que nena— no sé qué me pasa cuando me llama así, es una sensación tan extraña que no había sentido, porque me lo dice con esa vocecita sexy que hasta sonrojar me hace.
Observo todo de nuevo.
—Es hermoso— le digo.
— ¿Qué cosa? — Me pregunta.
—Este lugar— le aclaro.
—Lo sé.
— ¿Cómo diste con él? —Quise saber no todos los días uno se encuentra con algo como esto, ¿Habrá sido una casualidad? ¿Se lo mostró otra persona?
— Después que llegue aquí, un día estaba aburrido y salí a dar una vuelta o a explorar el nuevo terreno, ya sabes, a conocer, y lo encontré.
— ¿Has venido a ver el atardecer? Debe ser magnífico contemplarlo desde la altura de la pequeña montaña.
— Ahora que lo pienso, sí debe de ser hermoso verlo, lo haremos juntos, un día de estos, el que menos te lo esperes te traeré y así lo contemplamos juntos por primera vez— me dice y sonrió.
—Lo esperaré con ansias Marcos, gracias— vuelvo a decirle.
— Deja de darme las gracias Bella—me dice.
— ¿Sabes? —Digo llamando su atención—Cualquier otro hubiera preguntado.
—Sé cuándo se puede hablar y cuando no— me explica.
— ¿Por qué? ¿Te ha pasado? — Le pregunto.
—No, a mí no, pero a otros sí, pero me pongo en su lugar y realmente si yo estuviera pasando por una situación—hace una pausa—complicada, pues no me gustaría que me acribillaran a preguntas, solo que me apoyarán hasta ver si yo mismo me animo hablar de ello—me dice.
— Qué bueno que lo entiendas, todos no lo hacen— sigo y asiente sabiendo de lo que hablo, en ese momento el sonido de mi celular nos interrumpe cuando veo es mi madre y solo ignoro la llamada.
Durante un rato más nos la pasamos hablando de cualquier tema que sale, en fin, trivialidades, cuando nos damos cuenta de que son pasadas de la 1 pm y Marcos me invita almorzar intento declinar de la invitación, pero él se niega y termino accediendo a su petición.
Entonces él se levanta del suelo y me ofrece su mano para ayudar a levantarme, pero este me jala un poco fuerte, lo que hace que cuando me levanto quedo muy pegada a su cuerpo, desde ahí puedo sentir esa fragancia suya que nunca había sentido tanto, y me doy cuenta que estamos más pegados de lo que lo hemos estado nunca, puedo sentir como con el paso de los segundos su respiración se hace más agitada e irregular, mis ojos captan los suyos, y en ese momento siento como el tiempo se detiene como si en ese momento sólo existiéramos nosotros, como si nada importara, que lo único que nos rodea es nada, que nada de lo que está a nuestro alrededor importa, ni siquiera este bello lugar.
Siento, no sé de qué manera como su corazón comienza a latir apresuradamente y como por instinto, coloco mi mano allí, donde su pecho late con tanto fervor, logrando que lo sienta aún más. Posa su mano en mí mejilla y la acaricia suavemente yo cierro mis ojos como respuesta a su tierna caricia y me dejo llevar.
Quiero que me bese—pienso en ese instante— aunque después se arrepienta y diga que es un error.
Y entonces como si respondiera a mi petición, siento sus labios junto a los míos, son suaves, al principio como que no respondo por el asombro y entonces siento que de verdad está pasando y le respondo abriendo poco a poco mi boca para darle paso.
Nuestro beso es suave, delicado, sin prisa, él recorre con paciencia toda mi cavidad bucal, tomándose su tiempo, como si me estuviera explorando, baja la mano que en aquel momento tenía posada en mi mejilla para ir descendiendo con esta pasando por mis brazos bajando hasta llegar a mi cintura, acto seguido me atrae más hacia él, si es que eso es posible, yo por mi lado mis manos toman vida pasándolas por sus hombros, sigo a su cuello y aterrizó con ellas en su pelo enredando mis dedos en su suave y sedoso pelo.
Nos separamos por falta de aire, los dos tenemos la respiración agitada, y como no, cuando ya siento que puedo respirar él como si lo supiera me vuelve a besar, pero esta vez más urgente.
SE BESARON,POR FIN....,QUE GANITAS DE QUE LLEGARA ESTE CAP,A LO MEJOR LES PARECIÓ CURSI,PERO YO SOY ROMÁNTICA, QUE LE VOY HACER,Y ASÍ QUISE PLASMARLO,PERO NO TODO ES COLOR DE ROSAS AHORA EMPIEZA LO BUENO,Y COMO DECIMOS TODAS (OS),EL DRAMAAAA.
BESITOS KYA ❤😘
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Isabella (COMPLETA. EN EDICIÓN)
Teen FictionIsabella es una chica de 17 años que esta apunto de terminar el instituto y tras haber sufrido su primera decepción amorosa pensó que nunca lo olvidaría, pero siempre esta ese alguien que nos hace ver lo equivocados que estábamos. Esta no es la típ...