Isabella (COMPLETA. EN EDICIÓN)

Capítulo 5

Estaba feliz por mi hermano, espero que todo entre nosotros comience a mejorar a partir de hoy. Quizá no como antes, pero tampoco tan distante como era.

Mis padres no llegaron a comer hoy. Eso es extraño, cene junto a Axel hablando de cosas triviales, hasta que me pregunta

— Isa, ¿Y tu novio? ¿Cómo te va con él? — Me dice y yo no sé qué responder.

— Nada, lo hemos dejado— le digo seria, es lo único que se me ocurrió decirle.

— ¿Qué ocurrió? — Sigue insistiendo.

— No quiero hablar de ello, vale. — Lo miro y  parece comprenderlo.

— Solo respóndeme esto, ¿Estas bien después de terminarlo? — Quisiera responderle con la verdad, pero eso conllevaría a muchas más explicaciones que no tengo ganas de dar.

— Sí, no te preocupes, todo está bien- asiente no muy convencido, pero agradezco que no añada nada más.

Después de terminar de recoger la mesa subo a mi cuarto hacer los deberes y una vez termino me quedo dormida.

Al día siguiente hago la misma rutina y llego a la escuela, en cuanto veo a Verónica, ella ni me mira al parecer sigue molesta, suelto un suspiro y me acerco.

—Hola Vero.

—Hola—dice seca.

— Vamos nena, te prometo que hoy te averiguo el nombre de tu galán, te lo prometo — digo sin saber cómo voy hacerlo porque no tengo clases con Marcos, pero ya veré si lo veo en algún pasillo— plis perdóname— le digo poniendo esos ojitos como ella hace conmigo.

— Está bien tonta y más te vale cumplir tu promesa— dice y me abraza.

En ese momento siento el ruido de un auto llegando y escucho como se parquea.

— Isa mira son Marcos y su amigo Dios que bueno esta, me encanta— dice y prosigue— Isabella, Marcos no deja de mirar en nuestra dirección y enseguida me volteo sin disimular ni un poco, veo a Verónica mirarme raro.

Y lo veo, mi mirada y la de Marcos se encuentran y él me sonríe, ¡Oh Dios mío! Y justo después me saluda con la mano.

— Isabella no seas grosera ¡Que te está saludando! — Dice Verónica eufórica. Yo como si quisiera obedecerla levanto mi mano y le devuelvo el saludo, que idiota que soy, ¿Estoy tonta oh qué? No puedo apartar la vista, este chico, me trae un poquito mal...

— Isabella por dios, ¡Ese chico te gusta! ¡Ya era hora nena! Por fin te has olvidado del estúpido de Nicolás, — y ahí viene mi amiga a meter la pata, y hablar de cosas que no vienen al caso en el momento más inoportuno.

Yo al escucharla ya me cohíbo y no debería ser así, pero lo es. Me despido y me voy a clase de Matemáticas, aún no había dado ninguna clase de esta y hoy en la mañana no vi a los chicos no sé si coincida con ellos en alguna clase hoy.

Al entrar al salón me acomodo en los asientos del medio y entonces levanto mi vista cuando he terminado de sacar todo lo que necesito de mi mochila, veo a Marcos entrando por la puerta, él me ve y me vuelve a sonreír, pero ¿Qué le pasa le doy gracia o qué?

Se sienta a mi lado como en literatura y le sigo la mirada toda atontada.

— Hola Isabella— me dice mientras saca sus cosas para después quedarse viéndome muy fijo.

— Hola Marcos— le digo algo tímida y el sonreí él tiene que dejar de mostrarme esa dentadura perfecta que tiene, pero, ¿Yo me escucho lo que estoy pensando?