Capítulo 28

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Después de esa charla con Saúl, él me dejó en mi casa, subí a mi cuarto y me acosté en mi cama, el tiempo que pasé con él me ayudo un poco a olvidarme de todo lo que me está pasando a mí, no pienso volver a llorar ni a deprimirme.

Llamo a Liam para preguntarle por Marcos, él se sorprende, pensó que no querría saber nada más, pero se equivoca, aunque él me haya echado de su vida, yo lo quiero y no dejaré de preocuparme por él. Me dijo que le diera tiempo, que él se daría cuenta, yo no dije nada, pero sabía que ya no había vuelta atrás.

Verónica llegó esa noche a la casa, Liam de seguro al escucharme le dijo que viniera a verme, ella ha estado conmigo en esta semana, ¿Por qué yo no puedo tener una historia así de bonita como ella? Su relación es perfecta, Liam la quiere, ¿Qué pasa conmigo? Nadie me toma en serio, estoy fea, nunca me ha interesado eso y realmente creo que no lo estoy, pero ¿Qué problema tengo? Vero estuvo conmigo hasta tarde, Liam tuvo que venir a buscarla.

Como era fin de semana, fui a ver a Sofía, le conté a medias, obviando que él sentía lo mismo, no les daría ventaja sobre el otro a ninguno de los dos, Vero y Beth, estaban conmigo, les conté todo, lo que hable con él, se emocionaron al saber que ambos sentían lo mismo el uno por el otro.

A Sofía solo le dije que Saúl volvía a formar parte del grupo, que había hablado con él, le dije que él pediría disculpas por lo que le hizo.

Después de mi charla con las chicas, me fui a mi casa, cuando llegué, Axel estaba tirado en el sofá dormido como un tronco, todo lo ocurrido lo lastimó, vaya, no solo están Sofía y Saúl, sino también mi hermano y Luciana, a estos dos también tengo que echarles una mano, yo haciendo de cupido y no puedo resolver mis problemas, los mío no tienen remedio, aunque dicen que lo único que no tiene solución es la muerte, ya me cansé de querer algo que no es para mí, suficiente ya sufrí, todo eso para mí llegó a su fin.

Subí a mi cuarto y el resto del fin de semana no salí de la casa, tenía que estudiar y aunque me costó, poder concentrarme, lo logré, avancé bastante, dividí el tiempo para poder estudiar ese fin de semana las tres primeras asignaturas, las de la primera semana e hice un horario para hacerlo.

Esa semana fue bastante difícil para mí por varias razones, Marcos volvió al instituto, junto a Liam y Verónica, Marcos la saluda, pero ella ni caso le hizo, Vero no sabe nada de lo que él está pasando, así que hable con ella para que lo tratara bien y segundo, los estudios, estaba bastante liada, mi cuarto era un desorden apuntes por aquí por allá.

Con respecto a Saúl, le dije que por ahora no hiciera nada de lo que habíamos hablado, que debíamos sacar bien los exámenes, que después nos pondríamos en ellos y estuvo de acuerdo.

Las semanas de los exámenes fueron todo un torbellino, me la pasaba estudiando, menos mal, así no pensaba en otras cosas, Marcos no se me acercaba, dejó de sentarse a mi lado en literatura. La primera vez que volvimos a coincidir, en esa clase no pasó nada, pero la siguiente sí, Nicolás, se dio cuenta, se burló de mí y él para callarlo, se volvió a sentar a mi lado, no entendí su consideración, ya lo que dijera Nicolás no me afectaba, pero aun así se lo hice saber.

—No hacía falta que lo hicieras, sé que no quieres verme, —le digo.

—No me molesta—dice sin agregar nada más.

—Pues no lo parece, puedo preguntarte ¿Cómo estás? —Lo miro.

—No—supiro pero asiento.

—No te preocupes, no te molestaré con mi presencia—él me mira sin comprender nada de lo que le estoy diciendo y gracias a que la profesora no ha llegado, recogí mis cosas y me fui al último asiento del salón.

Lo malo de todo esto es que junto a él se sentó Ariadna, una arpía, empezaron a hablar, estaba muerta de rabia, pero veo, que si mi corazón en algún lugar recóndito de él, creía que existía una vaga posibilidad de que volviéramos, se acaba de esfumar.

Verla de nuevo hoy me hizo darme cuenta de que me equivoqué, confundí dos sentimientos tan opuestos que solo espero que ella sea capaz de perdonarme. La mirada de Bella jamás fue de lastima, ella me miraba con dolor, tal y como ahora al ver que esta chica se ha sentado a mi lado, y nuevamente, tal y como en ese momento, no supe reaccionar. Había vuelto al instituto después de mucho pensarlo, durante aquellos días encerrado tuve varias conversaciones con mis padres, las cuales, me ayudaron a comprender su actuar sobre decirme la verdad. Aquella primera discusión que presencie cuando me aleje de Isabella por primera vez, es porque mi madre se negaba a que yo supiera que no era su hijo y mi padre alegaba que tenía derecho a saberlo. Los entendía, sobre todo a mi madre, su miedo de que yo dejara de quererla como una madre, pero no, así se lo hice saber. Ella me amó desde que me tuvo en sus brazos, eso la convierte en mi madre por sobre todas las cosas. Todo se había arreglado en casa, ahora necesitaba arreglarlo todo aquí. No sabía cómo lo haría, pero estaba decidido hacer algo al respecto.

Mis sentimientos estaban a flor de piel. Esa clase que tanto amaba se convirtió en la que más odiaba. Me dolió verlo con ella, como jamás imaginé que dolería, lloré sin que nadie me viera. No dejaría que nadie volviera a verme en este estado, había aprendido a disimular mi dolor con falsas sonrisas que nadie se creía, pero no decían nada.

Los exámenes vinieron, y en todos me fue bien, pero por poco en uno no, matemáticas, fue el cuarto examen que tuve, fue un lunes y me la pase resolviendo ejercicios todo el fin de semana, me dedique de lleno a esa asignatura por lo difícil que me resultaba, a pesar de ello, el día del examen, había un ejercicio, que no podía encontrarle solución, era el último y él que más puntuación tiene, no podía creerlo, quizás llegara aprobar pero con esta materia era muy insegura y no sabía si todo lo demás que había hecho estaba correcto, yo estaba sentada en la tercera fila, en el tercer asiento, Marcos estaba a mi lado. Cuando faltaban 10 minutos para acabar, nadie había terminado según vi, y entonces ponen un papel encima de mi examen, cuando veo, es Marcos, veo a profesora distraída, veo el papel y es la solución del ejercicio, lo miro y él me dice que lo haga, no soy de estas chicas que les gusta copiar, pero ahora lo haré, guarde él papel, logré hacerlo justo a tiempo, nadie vi el papel.

Pasé todos los exámenes con las calificaciones esperadas, pero me sorprendí cuando en matemáticas, los únicos con 10 fuimos Marcos y yo, la profesora dijo que fuimos los únicos en resolver el último ejercicio, que el resto no logró completarlo.

YO NO HAGO CAPÍTULOS SUPERMEGA LARGOS,PERO ESTE SI QUEDO CORTITO,ERA LO DE LA ESCUELA Y LOS EXÁMENES, PERO AHORA QUE ESO YA PASÓ,VAMOS MANOS A LA OBRA, EN UN CAP NO PASARA TODO,IRE POCO A POCO.

BESITOS KYA❤😘

Isabella (COMPLETA. EN EDICIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora