Capítulo 30: El inicio del círculo

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5 meses después

—Te dije que no hicimos nada ¡¿Por qué no me quieres creer de una buena vez?!—. Dije gritando colmado de la paciencia.

—¿Ah si?— agarró mi camisa y me enseñó la mancha de polvo—. No soy tan estúpida Julian, estabas follando con la perra de tu ex— Soltó con histeria perdiendo totalmente la cordura.

Sabía que debía actua calmado, para pelear se necesitaban dos y yo no estaba dispuesto a eso. Llevábamos meses de una bonita relación y no iba a permitir que se arruinara por un malentendido. Me acerqué a ella e intenté colocar mi mano en su brazo, cuando fui sorprendido por un contundente puñetazo. Aparté la cara, tocando la zona afectada y una expresión de dolor y decepción.

—Acepatalo de una maldita puta vez— empezó a llorar y a moverse con ansiedad.

—No fue así, Eloise— dije aún teniendo fe que entrara en sí.

Salió del cuarto y fui tras ella. Se detuvo en la cocina y me acerqué hasta ella intentando que las cosas fueran mejor, sabia que todo podía mejorar. Sólo tenia que recuperar el control, las palabras que decía mi madre eran necias, ella me amaba y no me haría daño con intención.

—Por Dios, Eloise creeme. Bebí sí, baile con ella sí, pero no tuve relaciones con ella te lo juro.

—Entonces los jadeos desde el otro lado de la llamada, eran de tu amiguito ¿No?

—Si— dije siendo totalmente sincero.

Eloise levantó el cuchillo reluciente ante el apartamento con los bombilos apagados. Aquél instante fue en cámara lenta, mi cerebro no ordenó a mi cuerpo que se moviera, porque tenia fe en ella. Cosa que de desmoronoria con una simple acción, un cuchillo de cocina penetrando mi piel, una expresión cegada de locura, una persona que estaba lejos de see la que una vez había conocido. El dolor proporcionado no fue nada comparado con el hecho de haber sido decepciónado y engañado ante la vil imagen que se cernía ante mis ojos.

Toqué la herida sangrante y la mire con lágrimas en los ojos, manteniéndome en pie.

—Lo siento— trató de tocar la herida abierta pero retire bruscamente su mano

—¿Sabes que?— dije aún presionando mi herida.— Si me acosté con ella y lo disfruté demasiado, pudrete en tus malditos demonios, loca— solté sin pensar que luego me arrepentiría.

Eloise empezó a llorar y a dar vueltas y negar con la cabeza.

—No es cierto, yo no estoy loca— dijo cegada con la locura — yo te amo Julian, sólo fue un error pero lo podemos solucionar — dijo intentando retenerme.

La miré lleno de decepción y un movimiento brusco de apartarla hice que cayera de espaldas en un golpe seco contra la pared. Empezó a sollozar y yo no tenía la suficiente valentía de mirarla, sólo abrí la puerta. Sabiendo que lo nuestro ya no era amor.

"Es una obsesión, ella no te ama, pero tu eres ciego hijo, espero que te des cuenta antes de que sea demasiado tarde"

Tarde, ya había cruzado esa linea— dije recordando las palabras de mi madre.

Hace 5 horas antes

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