Capítulo 16: Una vista en la madrugada

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Desde que besé a Eloise, no me dejaba entrar a su apartamento, tenia prohibida la entrada. Eso había sido hace una semana. Hablé con Fay y me dijo que llegaba tarde al apartamento, pasaba demasiado tiempo en el trabajo y ella sabía que sus horario era de medio tiempo, la había llamado tantas veces que perdí la cuenta, esta vez le iba a dejar un mensaje de voz, apenas me mandara al buzón.

—Soy yo Eloise, sé que no quieres verme después de lo que pasó, pero debes permitirte hacer cosas diferentes, aunque te de miedo lo desconocido.

Tiré mi celular sobre la cama, todo era un desastre, en el trabajo estaba todo de nuevo estancado. Camille confesó y el traficante recibió su condena de 30 años. El caso estaba cerrado por ahora y me sentía impotente de no haber encontrado al que manejaba todo esto. Ahora que Eloise ni siquiera quería hablar conmigo, no podía decirle que estudiara la droga que producía amnesia.

Por mi cabeza se me vino la idea de llamar a Abraham, el quizás la haría que hablara conmigo. Marqué su número y al segundo contestó.

—Hola Julian, me tienes olvidado.

—Ya sabes el trabajo. Te llamaba para ver si me puedes hacer un favor— me empecé a rascar la cabeza.

—Uhh justo en mi corazoncito y yo pensando que iríamos a tomar algo.

—Lo siento, claro que podemos ir a tomar, si es posible hoy y te cuento el favor que necesito que me hagas.

—Bueno ¿Qué tal si vamos a ese restaurante nuevo llamado Faith?

—No lo he escuchado, pero me parece bien. Ahí estaré ¿A las 4:00 p.m.?

—Si a esa está bien. Nos vemos amigo.

...

Llegué al lugar acordado. Abraham me esperaba con una gran sonrisa en su rostro. Llevaba traje, el restaurante era algo elegante y me sentí fuera de lugar con una simple camiseta blanca y unos jeans algo desgastados, tenía ojeras de no dormir por pensar en el caso no resuelto y mi cabello era lo único medio aceptable.

Estreché la mano de mi amigo y me acomode en la silla, leí el menú, salían nombres muy sofisticados. Terminé pidiendo una lasaña con salsa napolitana y finas hierbas. Abraham pidió una ensalada oriental con un pollo en salsa de champiñones.

—Este sitio es muy fino— dije carraspeando ante los precios.

—Yo pagaré no te preocupes.

—No, como crees. Cada uno paga su plato.

—Está bien señor modesto— hizo una voz gruesa en tono de burla.

Mientras llegaba la comida empezamos a hablar de cosas del trabajo hasta que se dio el tema por el cual venía a reunirme con él.

—Debes comprenderla Julian, dale tiempo. Hace mucho que no la veía de esa manera con alguien y le será difícil por lo que pasó.

Los platos llegaron y Abraham empezó a embutirse de comida, recordando que era el amigo que siempre había tenido. ¿A qué se refería cuando decía será difícil después de lo que pasó?, quizás ella se había enamorado y resultó herida ¿la habían traicionado o herido de alguna forma?, demasiado invadido por las preguntas decidí preguntarle, aún sabiendo de que el no me diría nada.

—¿De qué hablas?

—Olvida lo que dije Julian, fue una malísima idea. Eloise me va a matar si se entera que te mencioné algo sobre aquello — negó varias veces con la cabeza.

—No sé lo diré, pero necesito saberlo para comprender porque ella se niega a verme.

Quería y necesitar eran cosas distintas, quizá no nescitaba sino que quería, pero la incertidumbre de saber que error cometí, me daba a decir que necesita.

—Por favor — dije rogando con mirada suplicante.

—No Julian lo siento. Lo único que te puedo decir es que ella no está preparada para tener una relación.

—¿Relación?

Abraham me miró sorprendido. Nunca había mencionado que deseaba tener una relación, sólo que quería seguir hablando con ella a pesar de lo sucedido, que si ella quería nada cambiados, pero relación, aquella palabra aún no era clara. La besé, sí, y me gustó, ella me gustaba pero había una mezcla de sentimientos que no podía definir a cada uno y sacar una conclusión, quería que lo descubrieramos juntos pero aún no tenía claro que clase de relación buscaba con ella.

—Oh debí imaginarlo, eres de esos que dice que un beso es normal entre amigos — tomó su copa de vino.

—¡NO!— dije tan alto, que todos me observaron de mala manera—. Yo no pienso eso, sólo que aún no sé que clase de relación...

—No hables más que la puedes embarrar, creo que entiendo que pasa por tu cabeza. Es lo mismo que pasa con Fay y conmigo, antes pensaba que sólo era sexo y atracción pero luego fue un sentimiento más fuerte y no sé como definirlo por eso no me atrevo a aclarar las cosas porque ni siquiera sé que es lo que quiero. Pero la cosa es que Eloise no es igual a otras personas, ella sabe perfectamente lo que quiere y creo que esa es una de las razones por las que se alejó de ti. La he visto con ese tal Josh y ella jamás le ha mostrado un poco de cariño o gestos que van más allá de la amistad y a veces parece un tempano de frío con él, nunca le ha dado falsas esperanzas y aún me pregunto como el sigue insistiendo.

Empecé a mover mi tenedor sobre la lasaña. Recordé a ese tal Josh intentando a aprovecharse de ella en su cumpleaños, ese tipo no entendía el rechazo. Por mi cabeza se pasaron imágenes de como podría hacerlo entender y rápidamente negué con mi cabeza ante esos pensamientos.

Abraham empezó a reírse y yo no comprendía el porque.

—¿Qué es tan chistoso?

—Tú— tomó un bocado de comida— esto está delicioso.

—No desvíes la conversación ¿Qué es tan chistoso de mí?

—Verte celoso — volvió a reír.

No estaba celoso ¿o sí?, bueno sí quizás un poco pero no era chistoso ese tipo era un aprovechado.

...

Camille apareció ante mi en la madrugada, me restregué los ojos somnoliento. Me preocupa verla a estas horas, sin una llamada de aviso que vendría, debía ser algo grave.

—Son las 2:39 a.m. ¿Qué pasó?

—Es Eloise.

Al escuchar el nombre de Eloise pensé lo peor y me levanté sobresaltado quitándose cualquier rastro de sueño. Si a ella le había pasado algo, no podría soportarlo, podría ser mi culpa... ¿A qué se refería su hermano cuando decía que no soportaba esa clase de emociones?

—No, no es lo que crees. Ella está bien, sólo que llegó a mi casa y no sé creo que me durmió y cuando desperté tenia esto— mostró su brazo con una parche de los que se suelen colocar cuando te sacan una muestra de sangre.

—¿Para qué ella querría una muestra de sangre tuya?... Ella apenas te ha visto.

—No lo sé, pero cuando apareció en mi casa parecía como sino fuera dormido en días, tenía el cabello alborotado y unas ojeras bien marcadas.

No sabia lo que tramaba Eloise, pero lo iba a averiguar ahora mismo. Fui hasta mi cuarto y me puse ropa adecuada para salir, sin importar si eran las 2 de la mañana, iba a llegar a su apartamento y me tenia que dejar entrar.

—¿A dónde vas?...  Julian es muy tarde. Cielos no debí haberte dicho  a estas horas.

Agarré la perilla de la puerta y salí, dándole poco importancia a los intentos de deternerme de parte de Camille.

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