Capítulo 24: Abre tus ojos pequeña ángel

6 2 0
                                    

Eloise

-Veo que te gusta entrometerte en cosas ajenas -. Dije con una sonrisa falsa en el rostro.

-No sé de que hablas -. Se acomodó en la cama-, como dijiste a lo que venimos. No perdamos más tiempo.

Saqué mi lapicero y empecé a hundir una y otra vez para que la punta saliera una y otra vez.

-¿Podrias dejar de hacer ese sonido?

-¿Te molesta?-. Me tapé la boca con una mano fingiendo sorpresa -, pero no me importa.

-He tenido varios desmayos y a veces los recuerdos me golpean tan fuerte que quedo perdida completamente, también una vez me dio un dolor muy fuerte en la cabeza.

Apuntaba todo lo que decía. Y luego de que terminé volví a hacer clic clic con el lapicero. Camille me arrebató el lapicero.

Aquella chica no la toleraba en lo más mínimo, no sabía como Julian podía considerarla alguien importante en su vida. Ella no significaba nada, no era más que una zorra.

-Vuelves a hacer ese ruido y no continuo diciendo nada.

Solté una carcajada. La que tenia que perder era ella no yo, había otra víctima de na droga y podía estudiarlo como a ella.

-Aquí la que pierdes eres tú, la que va a terminar muerta eres tú no yo.

La chica se alteró al escuchar la palabra muerta. Ella no iba a morir pero tenia que hacer algo para hacer que me facilitara información y así terminar la investigación.

-Voy a morir...

-Es posible - dije con simpleza.

La chica me agarró por el brazo enterrandome sus uñas pintadas con un morado que parecía del mismo tono de cuando te golpeas y te queda ese morado horrible. Miré sus manos con repulsión y enseguida quité sus manos bruscamente de mi brazo, miré las marcas con formas de lunares que me había dejado en el brazo.

-No me vuelvas a poner una mano encima si quieres que te ayude- pasé un pañuelo por donde ella había tocado mi brazo.

La chica estaba muy asustada como para notar mi actitud despectiva hacia ella.

-No importa, ayudame-me miró con ojos suplicantes.

-Está bien, pero antes- empecé a apuntar los exámenes que debía hacerse-, debes hacerte esto y traermelo para que te pueda ayudar- arranque la hoja del cuaderno y se la di.

Me retiré de la habitación y me encontré con Julian de pie hablando con un médico, quien luego entró a la habitación de Camille. Seguí mi camino, sin siquiera decirle palabra.

-¡ELOISE!- escuché su grito, pero seguí mi camino. No tenía ganas de hablar.

Antes de que pudiera empujar la puerta y salir del hospital el me agarró por el brazo deteniendome. Había corrido para alcanzarme.

-Eloise ¿Por qué tenemos que discutir en todo momento?- me soltó del brazo y empujó la puerta para que pudiera salir y luego me rodeó la espalda con su brazo, obligando a que saliéramos juntos.

-Siempre estás molesta y la verdad es que quiero entenderte. Hago todo porque esto funcione Eloise, necesito que tú también pongas de tu parte.

-No quiero que esto funcione.

A Julian se le cristalizaron los ojos cuando dije aquello.

-No mereces esto Jules, soy un torbellino, nadie querrá estar estrellándose una y otra vez con todo lo que lleve a mi camino. No podrás tener paz.

El Ciclo EternoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora