A Nadie Parecía Importarle

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Nadie se molestaba en conocerla de verdad.
Nadie tenía ni idea, de que lo que le gustaba no era ser como el resto.
No le gustaba salir de noche a alguna fiesta necesitando beber para pasárselo bien.
Le gustaba quedarse en el rincón del balcón de su casa,
Sentada en un congelador viejo a las tantas a mirar lo bonito que era el cielo plagado de estrellas ajeno a todo lo que pasaba aquí abajo.
Le gustaba posarse sobre una roca a mirar el paisaje y pensar en todo lo que le rodeaba.
Prefería estar sola, en algún lugar desconocido que encontrarse con miles de personas inertes.
Le encantaba saborear el aroma a soledad y tranquilidad que le era posible tener en contadas ocasiones.
Pero nadie la conocía de verdad (aunque todos creían hacerlo).
Le encantaba hablar hasta la madrugada con alguien que tuviese la capacidad de poder argumentar cualquier tema, cualquier tema profundo, cualquier tema que le atormentase.
Le gustaba las personas inteligentes en sentimientos y ricas en pensamientos,
Le gustaba la gente que la entendía con hechos y no con un simple "te entiendo".
Le gustaba quedarse callada observando cualquier objeto que le hiciese venir algún recuerdo de los que te encogen el corazón y pensar en toda la historia sin que nadie tuviese la mínima sospecha de lo que estaba pasando.
Le interesaban los misterios, pero los misterios en las personas con miradas perdidas y risas obligadas, de esas personas que esconden historias llenas de corazones suicidas.
Le gustaba recordar viejos tiempos con la música, como cuando una canción te arrastra a la orilla algún recuerdo que te estremece el alma.
Le gustaba meterse en los libros y pasarse horas y horas delante de algún texto que le hiciera sentir como ella es realmente.
Le gustaba reírse pero reírse tan fuerte como pudiera para poder evitar unos muchos llantos.
Le encantaba que le dijeran que estaba loca, Le gustaba no ser entendida por muchos ni comprendida por casi nadie (cuando estas loca nadie se fija en tus tristes ojos, pensaba ella).
Le apasionaba hacer reír a la gente para ahogar sus penas con las risas de los demás.
Le encantaba se diferente, o rara.
Nadie se tomaba la molestia de conocerla por dentro, nadie sabía realmente como era ella.
Todos tenían una visión superficial que ella misma se había encargado de crear.
Y una vez que conseguias pasar la prueba de la inteligencia en sentimientos... Ya habías ganado el pase a ese universo privado que ella había construido en lo más íntimo de sí misma.
Y se necesitaba mucha riqueza interior para hacerlo, créeme.
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Pasadas las 00:00Donde viven las historias. Descúbrelo ahora