Algo Que Te Escribí Hace Tiempo

66 17 0
                                    

Te conocí como a cualquier otro ser humano del que jamás esperaría nada. Observé (yo, con mis pocas ganas de enamorarme y mis fríos pensamientos que helaban el corazón) como con tus simpleza conseguias llamar la atención de este cubito de hielo al que nunca antes nadie había podido disolver. Eran tus sonrisas tal vez, las que conseguían eclipsar todo pensamiento que lograba poseer mi alocada cabeza cada vez que me hablaban de aquella idiotez llamada amor. Porque no me la creía, no lograba encontrarle el sentido a estar completamente perdida en la mirada de algún individuo otorgándole así, el poder de hacerme daño. Llegaste tú, quizás con tus falsas y bonitas promesas que ibas predicando en silencio a mano armada las que me hicieron abrir el corazón y empezar a cerrar la cordura. La cordura, no existía cordura más bonita que la que juntos lográbamos esquivar para dar paso a la locura más radiante que alguien fuese capaz de asimilar. Me reflejaba en tus pupilas, y eso me hacía sentir la idiota más feliz de este universo, porque no cabía galaxia en tu mirada y yo me encontraba dentro de ella. Cada mirada que fijaba en ti me hacía repetirme una y otra vez lo afortunada que era por solo tener a mi lado a la mejor estrella que cualquier explosión pudiese haber creado. Todo era como un sueño del que no quería despertar por mucho que hubiese gente lanzándome realidades para que lo hiciese. Estabas siendo mi sueño contigo sentía que la realidad sobraba y tenía que dejar paso a nuestra fantasía, contigo lo imperfecto era la creación más bonita del mundo y las ilusiones se quedaban cortas comparadas a lo que lo grabas que pasara dentro de mi pecho. Todavía no he conocido huracán, volcán,  terremoto o tsunami que logre igualar el caos que provocaba en mi, y el que dejaste... Tenias las arrugas más bonitas al sonreír que nunca antes mir retinas habían podido apreciar. Gracias por ser mi sueño, pero me hubiese gustado más que fuese mi realidad, porque al fin y al cabo, lo malo de los sueños es que nunca duran para siempre y un "para siempre" para nosotros era demasiado tiempo. Ahora recuerdo todo aquello como un bonito capítulo que acabó mal por falta de esperanza, y ahora aquí nos tienes, otra vez como desconocido, pero ahora, compartiendo recuerdos. Aunque no rocemos miradas se que siempre te veré como aquello a lo que amé como a nadie y a la vez aquello que me destrozó como a nada. Gracias por significar tanto, solo pido que alguna vez recuerdes alguna de las idioteces que yo hacía. Que a pesar de todo el daño y ahora tener el corazón en el mecánico te deseo la mayor felicidad del mundo.

4:22

Pasadas las 00:00Donde viven las historias. Descúbrelo ahora